Solsticio de Invierno (Caitlyn x Vi)

Capítulo 6: Viejos Hábitos

Nota: Como ya sabrán, espero y supongo, este fanfic contiene contenido sexual explícito. Como no quiero que nadie se sienta fuera de lugar, marqué con unos *** donde comienzan y terminan esas escenas NSFW. Así que pueden sentirse libres de salteárselas si no son de su agrado y pueden continuar leyendo sin esas partes ♥ 

— ¿Qué hace Cristel con Vi?

Caitlyn iba a la mitad de su trago cuando las palabras de su compañera la alertaron. Se volteó apenas, disimuladamente, y de reojo pudo verlas. Solo podía observar la espalda de Vi, pero ambas parecían estar riendo. Por lo menos Cristel lo hacía. La mujer se acercaba de forma casi imperceptible poco a poco a Vi.

Sin darse cuenta, Caitlyn se terminó su trago. Levantó la mano y pidió otro.

— Extra vodka — le aclaró al muchacho.

— Quien diría que la Sheriff tenía estómago — bromeó una de sus compañeras.

— No lo tiene — le susurró la otra divertida.

Pero aquello parecía pasar inadvertido para Caitlyn. Su tragó llegó y no duró ni cinco minutos lleno. Una de las vigilantes le pidió otro. Caitlyn parecía bajar bebida tras bebida sin pensarlo. La ansiedad por saber de que estaban hablando la carcomía. Necesitaba relajarse, y a medida que tomaba sentía como se soltaba. Pero también le traía un efecto adverso: todo lo que podía pensar era en Vi. No podía apartar su mirada de ella.

Cristel y Vi habían estado hablando un rato. Los chistes de la pelirosa parecían descostillar de risa a su acompañante. Y la risa de Cristel la embriagaba más que su bebida. Si bien Vi siempre había preferido mujeres con cabello oscuro, no le importaba hacer una excepción con Cristel. La mujer le parecía casi hipnotizante. Luego de un par de tragos y cervezas, ambas parecían estar aún más desinhibidas de lo normal.

— Siempre me pregunté que se siente — dijo de repente Cristel.

— ¿Qué?

— Dormir con alguien de Zaun — respondió sonriéndole y acercándose a ella.

— No creo que vayas a saberlo pronto — remató Vi, luego tomó un trago de su cerveza como si nada.

Cristel la miró algo confundida, abriendo grande los ojos. La pelirosa bajó su vaso y se acercó a ella hasta quedar a centímetros. Luego, le acomodo un mechón de cabello detrás de la oreja.

— Lo último que haría con vos sería dormir, Cristel — le susurró a centímetros de su cara.

Vi supo que en aquel momento Cristel moría por ir a la cama con ella. Sabía por experiencia que, por su mirada, se estaba derritiendo por dentro. La tenía justo donde quería. Y Vi no estaba lejos del sentimiento. Se acercó a sus labios, y justo cuando Cristel creyó que iba a besarla, los esquivó. Posó un ligero beso en su mejilla, luego otro cerca de su quijada, y fue bajando lenta y tortuosamente hasta su cuello con pequeños y delicados besos. Cuando estuvo en la base del elegante cuello de Cristel, inspiró para sentir su aroma. La respiración de Vi contra su piel hizo que Cristel se agitara. Luego, posó un húmedo beso, provocando que se estremeciera.

Vi tomó con ambas manos la cintura de su acompañante y la atrajo hacia ella. Cristel no opuso resistencia, y lanzó un gemido entremezclado con una risa.

— Vi — llamó alguien detrás.

Vi soltó a Cristel y se volteó, irritada. No había reconocido la voz por la música. Cuando divisó la imagen de una Caitlyn ebria y tambaleante, supo que solo traería problemas.