Capítulo 11: Verdades

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Caitlyn acarició la sedosa tela que caía sobre ella. El calce era perfecto, contorneaba su cuerpo milímetro a milímetro sin margen de error. Y sin embargo, sentía que aquel vestido la sofocaba. Su imagen frente al espejo era simplemente demasiado para ella.

El Atelier du Piltóver había cerrado exclusivamente para su prueba de vestido. No querían que nadie arruinara la sorpresa del gran vestido de la Sheriff de la ciudad del progreso. Y como era de esperarse, habían hecho un trabajo excelso. Era una pieza perfectamente confeccionada, con cuidado en cada detalle.

Pasó su mano suavemente por el corset, sintiendo la tela al tacto. Se veía como una obra de arte en aquel exquisito vestido.

Suspiró con pesadez y abrió la cortina. Ninnie la observó unos segundos en silencio. El rostro de su amiga parecía a punto de recibir una sentencia más que estar preparándose para su propia boda.

Caitlyn le devolvió la mirada, ambas serias y guardaron silencio. Luego de unos halagos, la asistente de la tienda las dejó solas en la sala de pruebas para que tuvieran algo de privacidad.

— ¿Cuánto tiempo vas a seguir con esto, Caitlyn? — preguntó Ninnie sin rodeos.

Caitlyn apretó los labios y se miró una vez más al espejo. Aquella última semana había sido difícil para ella. Vi parecía evitarla y no había podido hablar con ella. Se la pasaba patrullando con tal de estar fuera de la oficina, y Caitlyn sabía que era para no pasar tiempo a su lado.

Su cabeza era un torbellino de ideas y emociones entremezcladas. Con la ausencia de Pain por un viaje de negocios, Caitlyn se había visto en obligación de pasar tiempo sola. Y la culpa no había tardado en llegar.

— ¿Qué se supone que haga Ninnie? — le devolvió la pregunta — ¿Darle la noticia en medio de su viaje por teléfono? Además, no lo sé...

— ¿Qué no sabés? Caitlyn, necesitás terminar con esto de una vez por todas. ¿Qué estamos haciendo acá siquiera?

— No podía cancelar la cita, se vería sospechoso.

Ninnie puso los ojos en blanco, pero luego se percató del rostro de su amiga. Caitlyn estaba casi compungida en aquel perlado vestido. Le hizo un gesto para que se sentara a su lado y Caitlyn se desplazó con dificultad por la habitación, arrastrando la larga cola. Ninnie tomó su mano y la apretó.

— No quiero romperle el corazón, Nin — admitió Caitlyn — fui una idiota. Pain simplemente es... Perfecto.

— Nadie es perfecto, Cait. Pero si guardás cariño por él, merece saberlo.

La tela de satén se hacían un pequeño bollo dentro de la apretada mano de Caitlyn. Al percatarse, soltó y observó el arrugado lugar que había sujetado con fuerza. Suspiró con pesadez y asintió. Ninnie, como de costumbre, estaba en lo correcto.

Pain significaba mucho para ella. Nadie la había apoyado como él ni contenido de tal forma en aquel lapso de tiempo. Lo último que merecía era aquello, y mucho menos desposar a alguien que no lo amaba. "Pain no me merece" pensó para sí misma, "Pain merece algo mejor".

Caitlyn suspiró una vez más, se levantó y se posicionó frente al gran espejo de tres cuerpos. Una melancólica sonrisa asomó en sus labios, y Ninnie se paró junto a ella.

— Es una pena que se desperdicie tan hermosa creación — dijo refiriéndose al vestido.

Ninnie la observó unos segundos, y luego intentó darle ánimos.

— Estoy segura de que van a venderlo a otra bella novia. Una que realmente quiera usarlo.

— Lo dudo — respondió Caitlyn — nadie querrá comprarlo. No si era para mí.

Solsticio de Invierno (Caitlyn x Vi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora