Capítulo 2: Noticias

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Vi estaba confundida.

Al momento que se acercó a los agentes, no tardaron ni un minuto en reducirla, esposarla y tirarla en el asiento trasero del patrullero.

Hablarles era en vano, pues no la escuchaban. Pensó unos segundos, seguramente podría salirse de aquel agarre de alguna forma y no había duda de que ganaría en una pelea mano a mano contra ellos. Negó con la cabeza alejando aquel pensamiento. Lo mejor era que la llevaran a la estación. Una vez que viera a Caitlyn todo se arreglaría.

"Cupcake" pensó. Su interior se revolvió y una sonrisa asomó en sus labios. Soñaba con su reencuentro hacía dos años. Se imaginaba como se vería, si se habría hecho algo en aquel bonito cabello. Añoraba tenerla entre sus brazos una vez más. Había sido difícil, pero lo había logrado.

Tras verla por última vez antes de irse, Vi no sabía como se encontraba. Se había enterado días después, gracias a los periódicos, que Caitlyn había despertado y se encontraba a salvo en el hospital. Solo entonces sintió que podía respirar tranquila y enfocarse en su misión: encontrar a Jinx.

Seguía pistas fugaces que conseguía en Zaun, pero siempre parecía escapársele. Su hermana era escurridiza, y estaba jugando con ella. Sabía que Vi iba seguía cada paso que daba.

No pasaron muchos días hasta que Vi llegó a una conclusión: luego de darle muchas vueltas al asunto, entendió que no bastaba con atrapar a Jinx. Quería hacer pagar a cada persona que había colaborado con ella, pero en especial a Silco. El hombre, según ella, era la cabeza detrás de todo. Era el culpable del monstruo en el que su hermana se había convertido. Era quien le proveía los medios para las atrocidades que llevaba a cabo. Y como si fuera poco, también era quien abastecía de brillo a todo Zaun. Aquella asquerosa droga que Vi detestaba.

Pero tan pronto como puso en marcha su plan, entendió lo peligroso que era. Intentar llegar hasta Silco podía matarla. No era tan sencillo como dar con Jinx. El hombre escondía muy bien su ubicación, ya que sabía que era buscado. Para encontrárselo frente a frente, o por lo menos saber donde estaba, necesitaba infiltrarse en su pandilla. El riesgo era elevado, pero si lo conseguía lograría poner fin a una gran organización criminal en Zaun y Piltover.

"No puedo exponer a Caitlyn" pensó en aquel momento.

Sabía que estaba siendo vigilada de cerca por Jinx en cada momento. Vi conjeturó que, si quería mantener a su novia a salvo, tendría que evitar contactarla. Necesitaba hacer creer a su hermana que realmente quería volver con ella a sus viejas andanzas.

Y por más que le pesó una tonelada, así lo hizo. Evitó contactar a Caitlyn a toda costa, a no ser que fuera imperativo. Sabía que Caitlyn iba a esperarla, seguramente entendería que estaba llevando acabo algún plan rebuscado.

Pasaron unos largos y arduos meses hasta que Vi pudo finalmente dar con Jinx. Su hermana no le creyó a la primera, pero luego de que insistiera un tiempo decidió darle una oportunidad. La mantenía vigilada constantemente, no le quitaba el ojo de encima. Incluso cuando dormía, asignaba a alguien para que la observara de cerca. Jinx no confiaba en ella, y Vi necesitaba esa confianza para llegar a Silco.

Durante meses la puso a prueba dándole mandados, tareas, incluso robos. Vi cumplió con cada uno de los pedidos de Jinx. De a poco, parecía bajar la guardia. Entendió que estaba comenzando a confiar en ella la noche que mandó al guardia que la vigilaba a su casa y cenaron juntas, solas. Entre conversaciones, Vi sintió una punzada de dolor ante lo que podría haber sido entre ellas. Pero necesitaba que cayera en su trampa.

Intentaba recordarse a diario que aquella joven caminando a su lado ya no era Powder. Se repetía una y otra vez que su hermana ya no estaba ahí. Lo único que quedaba era Jinx. Y lo entendía cada vez que la veía disparar: era como una fría vuelta a la realidad.

Solsticio de Invierno (Caitlyn x Vi)Where stories live. Discover now