El Renacimiento de hacer lo que quieras.(BL)

Capítulo 13

Finalmente, Yu Zhaoge metió la carta en la pila de partituras tal y como estaba, y las puso juntas en una pequeña caja en un rincón, etiquetándola como "Partitura de la pequeña Sweet Pea".

No se lo dijo a nadie, y cuando volvió a ver a Jiang Yilin a la hora de comer, charló con él como de costumbre, pero se dio cuenta de que Jiang Yilin no estaba en buen estado.

Obviamente, Jiang Weichen notó que Jiang Yilin no estaba bien, así que naturalmente le preguntó qué había pasado en la mesa.

Jiang Yilin no pudo mentir a Jiang Weichen y le contó rápidamente lo que había sucedido esa mañana.

Recientemente se había obsesionado con aprender a hacer manualidades con el webmaster de la emisora F, y esa mañana había ido al supermercado a comprar algunos materiales y herramientas para sus manualidades, pero se tropezó en el camino.

El problema, que pensaba que tendría que resolverse acudiendo a la comisaría, se hizo mucho más fácil cuando conoció a una persona de buen corazón.

Jiang Weiqing estaba preocupado por las heridas de Jiang Yilin y lo miró de arriba a abajo con cuidado para asegurarse de que estaba intacto antes de retirar los ojos.

"¿Dejaste la información de contacto de esa persona? Alguna vez podrás agradecérselo como es debido".

Jiang Yilin se metió distraídamente un trozo de brócoli en la boca y asintió cuando escuchó la pregunta de Jiang Weichen.

A medida que se acercaba el cumpleaños de Jiang Weichen, siempre estaba un poco distraído, e incluso cuando se encontraba con los ojos de Jiang Weichen, se sentía un poco incómodo.

Jiang Yiling se mordió el labio inferior mientras lavaba sus utensilios de mano en la cocina, pensando en qué tipo de razón encontraría para mudarse del piso de la familia Jiang.

En años anteriores, Jiang Weizheng también había comprado a Jiang Yilin una villa en los alrededores, para que éste tuviera un lugar donde vivir cuando regresara a China.

Yu Zhao fue contactado por An Huai para que ayudara por las tardes, y como el hombre que había sido besado por los koi, a menudo era el que era arrebatado por los miembros del mahjong de la familia An.

Jiang Weichen había acumulado varios días de trabajo para poder tomarse un día libre en su cumpleaños y pasar tiempo con los dos hijos pequeños de la familia. Después de la cena, se dirigió al estudio para ocuparse de los papeles e hizo que la vieja ama de llaves preparara café negro, por lo que parecía que iba a pasar toda la noche en vela.

Jiang Yilin no tenía ningún sitio al que ir, así que se limitó a ponerse una camiseta blanca con agujeros con unos vaqueros grises de su armario y salió a escondidas de su piso.

Sólo cuando llegó a la calle se dio cuenta de que no conocía la zona y no tenía ni idea de dónde ir a descansar. Llamó a un taxi y dijo el nombre del bar donde Jiang Weiqing había estado por última vez.

Siempre había querido ir a todos los lugares en los que había estado Jiang Weichen y siempre se había obsesionado con ello, como si hubiera estado allí con Jiang Weichen.

Jiang Yilin se sintió tan intimidado por el ambiente del interior que retrocedió varios pasos, pero finalmente se dirigió a la barra y pidió un cóctel con un bonito color basado en sus sentimientos.

Jiang Yilin, que nunca había tomado ni siquiera unos sorbos de cerveza desde que era un niño, se sentó en la barra y escuchó la ensordecedora música que llegaba desde el centro de la pista de baile mientras se bebía el descolorido cóctel.

Mientras el alcohol iba erosionando sus nervios, Jiang Yilin apoyó la barbilla y miró a la gente que se rascaba la cabeza en la pista de baile, pensando que este bar era realmente un lugar divertido. Era como si todo el mundo hubiera olvidado sus preocupaciones, y un vaso de vino era todo lo que necesitaban para disiparlas.

La luz frente a él estaba bloqueada y Jiang Yilin levantó la vista mareado para confirmar que realmente estaba borracho, de lo contrario, ¿cómo podría haber visto a Jiang Weiqing de pie frente a él?

Su hermano no se había puesto delante de él en 10 años.

"¿Está bien? ¿Sr. Jiang?"

Yan Jingzhi no había esperado encontrarse con Jiang Yiling en el bar. Mirando a Jiang Yiling, que se abrazaba a su cintura y murmuraba sin cesar, una expresión calculadora apareció en el rostro de Yan Jingzhi. Lo cogió en un abrazo directo de princesa y salió del bar entre las miradas envidiosas de la gente que lo rodeaba.

Traducción: Tilin

Corrección: Mish