Capítulo 24

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Saint Tropez, Francia, Septiembre 1997

La mansión de los Parrish no me defraudó, el exceso, lo brillante y el lujo corroe mi vista en lo que voy adentrándome en la propiedad, conociendo los excéntricos gustos de Steven, no esperaba encontrarme menos en la casa de mi mejor amigo. Por muchos años lo he visitado pero desde que se mudó hace algún tiempo a Francia lo hago más seguido.

Los niños están más grande desde la última vez de mi visita, Even tiene los mismos rasgos de su padre; los ojos grises, la posición al caminar y el pelo azabache que me atrevería a decir es su mayor parentesco, denota por encima de los hermanos. Kenen tiene ese toque tierno del rostro de su madre de la cual no se despega, los ojos achinados igual que ella y el cabello castaño reluce en el mayor de los hijos de mi amigo. El pequeño es el que más a crecido, Arden, que no se parece en totalidad a ninguno de sus padres en comparación con sus hermanos, destaca por su cabellera blanca y los ojos azules profundos, una mezcla indescriptible que heredó de la combinación de los genes de sus progenitores.

Even siempre está con Steven y Kenen no se despega nunca de Vivien, por ende Arden siempre está solitario, apartado y en ocaciones veo el intento de sus padres de incorporarlo a sus rutinas, pero al parecer disfruta de su soledad y no hace mucha vida en conjunto con ellos. Eso a provocado que me acerque a él, que quiera conocerlo, tampoco se a resistido a comunicarse conmigo, creo que por alguna razón le brindo confianza.

- Hola -lo saludo

- Hola

- Puedo sentarme? -está tirado en el suelo con un libro de animales, me mira dudoso pero tras unos segundos me invita a sentarme -Te gustan los animales?

- No -su respuesta me hace reír

- No puede ser, mira ese por ejemplo; es un avestruz, es muy bonito -se pone serio -pero míralos bien, son súper grandes, como no pueden gustarte?

- Son feos, te pareces a ellos

- Me parezco a un avestruz, en serio? -asiente sonriente

- Y si no te gustan los animales, por qué tienes un libro lleno de ellos?

- Porque me interesa saber su parte más débil -lo observo curioso enarcando una ceja -necesito esa información para matarlos rápidamente

Sus palabras no me sorprende, sus padres y yo desde jóvenes nos hemos dedicado completamente a este mundo, no es motivo de asombro que nuestros hijos hayan heredado el gen asesino.

- Y por qué quieres hacerlo rápido? No sería mejor tomarte tu tiempo para hacer las cosas?

- Si lo haría así estaría actuando como Even -tuerce los ojos -y yo no soy él, prefiero que todo sea rápido y limpio

- Haces bien, debes tener tus propios métodos

Me ignora y sigue pasando las páginas del libro, observa detalladamente las hojas, como si estuviera guardando en su cerebro cada parte.

- En serio no te gusta ningún animal?

Hojea el libro varias veces hasta detenerse en dos páginas que reflejan un animal.

- Este -lo señala -algún día quiero tener uno

La foto muestra un gran lobo blanco de ojos azules similares a los de él, ideo en mi mente lo que haré y me retiro para atender mis negocios con Steven.

Noviembre

Los cachorros de lobos corretean por el jardín, el de pelaje negro es más tranquilo que su hermano, que tiene el pelo blanco combinado con gris, los ojos azules de ambos resaltan y para la edad que tienen están bastante grandes.

Los Lobos de Needville © Where stories live. Discover now