dark paradise ;; ❝ ¿Quién puede presumir de conocer el corazón de un dragón? ❞
aemond targaryen x femoc
hechos basados en "una
danza de dragones" de George
R.R Martin.
portada by me
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❝ 𝐈 𝐂𝐀𝐍 𝐒𝐄𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐄𝐍𝐃 𝐀𝐒 𝐈𝐓 𝐁𝐄𝐆𝐈𝐍𝐒 ❞
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𝕮𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐙𝐄𝐑𝐎 𝔻𝔸ℝ𝕂ℙ𝔸ℝ𝔸𝔻𝕀𝕊𝔼 p r o l o g u e
𝐄𝐈𝐑𝐄𝐄𝐍𝐄 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍 nació en la cúspide del verano en el año 111 después de la Conquista de Aegon el Dragón. Siendo el cuarta vástago del Rey Viserys I y su segunda esposa Alicent Hightower.
Desde que nació hasta sus días de adolescente, Eireene había sido descripta como tranquila y amable. Prefería los libros, a su dragón y las costas de Dragonstone. Detestaba las justas, no le gustaba que sus hermanos entrenen arduamente proclamando que podría existir una guerra a la que debían prepararse físicamente para proteger el reino. Lejos de esos detalles, Eireene era completamente devota a su familia y los amaba con toda su alma, siéndole imposible querer una mínima herida en ellos.
Su pomposo padre cuyos años empezaban a hacerse notar en sus aspectos y respiración, adoraba la niña que Eireene era. Una belleza que conqusitaba corazones, el hombre juró que muchos grandes Señores querrían su mano y él reiría porque la niña estaba comprometida a su hermano mayor por un año, Aemond. Pese a que negó muchas veces las manos de demasiados hombres, varios de ellos se presentaban en la Fortaleza Roja para jurar sus espadas a la joven princesa, quizá no puedan tener su mano, pero sí la certeza de que morirían por protegerla.
Con el pasar de los años, el vínculo de ambos consigue fortalecerse y ninguno puede pensar en un futuro donde no estén juntos, con la certeza de que no estarían atados a un Trono y que podrían conocer el mundo tan lejos de la Fortaleza como fuera posible. Aemond quería estar lo más lejos de su hermana y sus hijos bastardos, a Eireene le emocionaba la idea de emprender en un viaje hacia lo Desconocido.
Los Dioses eran tan crueles que conseguía hacer preguntar a la joven dragón que habrían hecho sus ancestros, aquellos tres que conquistaron Poniente e hicieron algo bueno por los demás, mientras ellos destruían todo lo que habían construido, mientras vivían a flor de pie las traiciones y los dolores de una guerra entre familia.
Al final, todo eso a lo que ella aborrecía y despreciaba con su alma, todo aquello que no deseaba experimentar ni conocer, llegó de golpe como un Invierno inesperado. Congeló sus huesos, deprimió a sus hermanos, se robó vidas inocentes y cada uno de sus dragones cayó ante cientos de tragedias que pudieron haberse evitado de no haber sido porque tenía hermanos que carecen de razonamiento y solo poseen codicia.
