De una boda y otros desastres. (SL #3)

8.- Lo que merece.

James.

Donna observa todas las notas que tengo esparcidas sobre el escritorio.

—Parece que estuviste más concentrado en dar clases de danza, que en obtener información —dice cruzándose de brazos —aquí apenas y dice algo sobre lo ocurrido.

—Van dos semanas...

—Y te quedan dos más —me recuerda —deja de perder el tiempo, James.

—Bueno, si tanto crees que estoy perdiendo el tiempo tal vez debas ir tú en mi lugar —espeto —a ver que tan rápida eres obteniendo información.

Eso parece callarla, tomo una inhalación mientras vuelvo la vista a las hojas. Realmente no quería decirle a Donna el trato que hice con Bella Lombardi, porque, en primer lugar, no lo entendería y en segundo, no quiero que comience a dudar sobre si seré capaz de conseguir una verdadera historia.

Nuestro silencio incómodo se interrumpe cuando Cora entra a la oficina, sonríe levemente mientras se acerca a la mesa, y observa las notas.

—¿Enemistad en las familias más poderosas? —lee una de las primeras horas —¿venganza de los Lombardi? —gira hacia mí con una ceja alzada —James, creo que esto es algo que todos saben.

Donna sonríe con triunfo. Cora deja de mirarme para continuar con su examinación a mis notas.

—Has estado dos semanas en esa casa, ¿y no tienes más información que esto? —cuestiona.

—Es muy poco tiempo, apenas comienzo a ganarme su confianza —admito —en dos semanas no podré conseguir tanta información para una buena historia.

Mi jefa frunce los labios, considerando mis palabras.

—¿Cuándo tiempo crees que tardes en obtener todo?

—Una semana más —prometo.

Con Bella sabiendo que no soy en realidad un maestro de danza, el tiempo que le dedicaba a darle clase, ahora lo ocuparemos en algo mucho más interesante.

Su último mensaje decía que me acercaría a su tío, el gran y reconocido Ángelo Lombardi. Según ella, él estaría dispuesto a soltar información tan pronto me ganara su confianza.

Esperaba que veintiún días fuesen suficientes para conseguir lo necesario, de lo contrario, tal vez debería irme despidiendo del deseado puesto.

—Tienes una semana más —establece —y quiero ver avances, James.

Me lanza una mirada de advertencia, una que conozco bastante bien.

—Nos prometiste una historia, espero no nos decepciones.

Un pinchazo de molestia me invade.

—Quiero una historia que nos coloque las ventas en la cima, James —señala Cora —así que espero tu mejor esfuerzo.

Cuando se marcha, Donna me lanza una mirada que se traduce como: te lo dije.

Ruedo los ojos y vuelvo a concentrarme en las hojas. Necesito una manera de acercarme a Leo Bianchi.

—¿Para qué necesitas acercarte a Bianchi? —volteo. Joder ¿eh pensado en voz alta? Donna me mira con curiosidad —creí que la historia sería sobre Antonella.

—¿Has escuchado que para tener una buena historia debes conocer los dos lados de la moneda? —inquiero —mi historia tiene que ser extremadamente buena.

Le dedico un guiño mientras me aparto.

—Ponlas en orden y extrae lo más importante. Volveré con más información.