36.- Un corazón que aún espera

8.3K 992 170
                                    


ANTONELLA

Cinco meses después.

—Señorita Lombardi —elevo la mirada de los documentos que me encuentro revisando —su familia está aquí.

Una sonrisa esplendida se apodera de mis labios mientras me incorporo, olvidándome del trabajo y los documentos pendientes.

—Gracias, Harold —agradezco al guardia y salgo con rapidez de la oficina.

Mis pasos son rápidos, el sonido de mis tacones se escucha por los pasillos mientras avanzo con prisa hacia la planta baja, en donde las personas a las que he extrañado durante todo este tiempo se encuentran esperando por mí.

—¡Anto! —sonrío cuando escucho el grito emocionado de Bella.

—¡Bell! —abro los brazos cuando corre hacia mí y la recibo con gusto, me aferro a ella y me siento conmovida porque la he echado de menos en estos cinco meses.

—Por Dios, te he extrañado tanto —dice con un temblor emocionado en la voz —¿Cómo has estado? ¿Has estado bien?

—Todo ha estado de maravilla, pero los he echado mucho de menos, a todos.

—Y nosotros a ti, desastre —cuando deslizo la mirada hacia el hombre que está detrás de mi hermana, ahora sí creo que puedo echarme a llorar.

Mi tío Ángelo me sonríe, abre los brazos y no dudo en correr hacia donde se encuentra. Me refugio en su abrazo, él me apega a su cuerpo y me siento reconfortada otra vez, me siento como en casa. Su aroma me envuelve, ese aroma tan característico de él.

—Esto es una maravilla —murmura cuando se aparte —el casino es impresionante.

—¿Y para mi no hay abrazo? —mi tía Daph ingresa con una sonrisa —mi niña, luces fantástica.

Me abraza y de nuevo siento esa calidez que he echado tanto de menos, a pesar de que aquí también me siento feliz.

—Los extrañé mucho —admito aferrándome a ella un poco más —¿y los trillizos, Dante y Jacob?

—Decidieron quedarse en casa con tía Sally —dice Bella —la piscina del tío Antoni es increíble.

Sonrío, claro, prefieren una piscina antes de venir a verme.

—¿Qué les parece? —señalo alrededor —vengan, quiero darles un recorrido.

—Es impresionante —dice mi tío Ángelo —me lamento el no haber tenido la oportunidad de venir antes, aunque Antoni no perdió oportunidad para enviarme fotografías.

—Hemos conseguido una gran cantidad de clientes en los últimos meses, los casinos "Mia Regina" están siendo un éxito en París. Tenemos jugadores turistas, de muchos lados del mundo, lo que lo hace casi un sitio turístico.

Avanzamos por las escaleras y señalo la nueva sala de juegos que estábamos implementando.

—El tío Antoni dijo que deberíamos tener una sala VIP para jugadores que desean tener partidas más sofisticadas, así que esta será la nueva área que inauguraremos en un par de semanas, hemos colocado también un minibar en las áreas más concurridas para agilizar el movimiento de la barra de bebidas porque comenzaba a ser un pequeño caos.

A esta hora no hay muchas personas en el casino, así que podemos recorrerlo sin ningún inconveniente, un par de personas saludan a mi tío cuando lo reconocen y nos detenemos brevemente en cada área para que él pueda ver y dar su aprobación, después de todo, sigue siendo el dueño.

De una boda y otros desastres. (SL #3)Where stories live. Discover now