¡Eres su madre! (NaMo Version)

8

Nayeon despertó muy temprano y Momo aún la tenía abrazada, había dormido muy tranquilamente, ella besó a la pelinegra sin que esta se despertara y bajó a desayunar. Poco después Momo llego con el cabello alborotado a la mesa y con un comiquísimo pijama de patito que le quedaba grande. Nayeon casi se atraganta con la leche.

― Te vez chistosísima ― atinó a decir la castaña limpiando el desastre. SeAh negó un tanto molesta.

― Nayeon ― regañó ella poniendo lejos la comida de su hija, Momo se encogió de hombros y se subió un poco los pantalones.

― Qué más da si es súper cómodo ― dijo Hirai sacando leche del frigorífico.

― Tienes razón ― dijo Nayeon sin dejar de reír.

― ¿Ya se arreglaron? ― pregunto SeAh a las chicas.

Nayeon sonrió como respuesta.

― Claro, ya le pedí disculpas a Momo.

― Y yo... ¿Qué tenía que hacer yo? ― preguntó la pelinegra aún adormilada.

― Dormir ― dijo SeAh ― El médico dijo que tenías que descansar...

― ¡Ah! Ok ― dijo Momo sacando un litro de leche tras otro de la nevera ― Me voy a la cama ― dijo tomando todos los litros con ella.

― ¿Por qué tanta leche? ― preguntó Nayeon extrañada.

― Me gusta la leche ― respondió Momo llevando consigo por lo menos 3 litros de leche a cuestas por la escalera ― Me gusta la leche ― decía para sí subiéndose de manera chistosa los pantalones que le quedaban enormes.

Nayeon y SeAh se rieron.

Luego la castaña tuvo una entretenida mañana con sus pacientes, a las doce fue en busca de un buen almuerzo que incluyera frutas, fue en el restaurante donde Jeongyeon la acompañaba a comer. Ella pidió una buena sopa y esperó mientras tomaba un jugo de manzana, en ese momento Yoo entró al local y se miraron, la joven psiquiatra no sabía cómo actuar, Nayeon no hizo nada solo la miró, al final Jeongyeon decidió acercarse.

― Hola ― dijo seria ― ¿Puedo sentarme?

― Claro.

― ¿Cómo has estado?

― Bien.

―Y Momo.

― Tiene una anemia, pero, bien gracias por preguntar por ella.

― Soy tu amiga, espero no lo olvides, y aún no sé qué es Hirai para ti, en tu vida ― dijo Jeongyeon serena ― Por eso no he perdido la esperanza de que algún día...bueno.

― Momo es una persona muy importante en mi vida Jeong ― dijo la castaña sin dejar de mirarla.

― ¿La amas?

― ¿Qué crees? ― dijo Nayeon levantando una ceja.

― Que nunca has dejado de hacerlo ― respondió Yoo sin esperanzas.

― Pues la verdad no. Solo que esta vez no tengo 17, ni soy una inexperta, ahora tendré una hija con ella y no sé... Debo ver más allá...

― Y ¿Cuáles son tus planes? ― Pregunto la alta mientras pedía algo para ella.

― Tomarlo con calma ― dijo Im.

― ¿Darás a conocerla como la madre de tu hija? ― preguntó Jeongyeon nuevamente sintiendo un nudo en la garganta.

― Sí. Cuando sea el momento indicado.

― ¿Sabes que la prensa insiste en que es un fraude?

― Lo sé y no me importa, lo que importa es mi nena, yo y por supuesto Momo, eso de que la gente se meta no es asunto mío, ellos no me dan nada para vivir. No dependo de nadie.