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Pequeña advertencia: En los siguientes capítulos habrá un poco de hate hacia la iglesia. 

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Después de que Nayeon tomó un merecido descanso, una fuerte flota de agentes de seguridad privados escoltaron a la pareja entre una multitud de personas, que se aglomeraban frente al hospital, muchos de ellos muertos de la curiosidad, intentaban sacar fotos al igual que los medios de comunicación de todo Corea del Sur, pero había un grupo de la iglesia ortodoxa que protestaban algo sobre el Anticristo. 

Los flashes de las cámaras pusieron nerviosa a la nenita que venía en brazos de Momo que la cubrió por completo con su abrigo para alejar a la nenita del ruido y del baño fotográfico que eran presa en esos segundos estresantes, la policía se hizo presente para poder permitir que los autos blindados de la familia Hirai-Im salieran del parqueo además de evitar incidentes con los protestantes de la Iglesia Católica Ortodoxa. 

Algunos de estos lograban pasar la barrera de los policías y bañaban los autos con lo que parecía ser agua bendita, por todo Momo sonrió diciendo que ya no haría falta lavar los autos, que ya estaban bendecidos. Pero a Nayeon ni a SeAh le hicieron gracia los gestos que tenía esta gente. 

Kenji miró nervioso la ventana, la verdad es que ya se había imaginado que este evento era ya de escalas globales y si antes la iglesia no se había metido, era porque Momo nunca había aparecido públicamente hasta que Nayeon ya casi tenía más de 6 meses y apoyaban mucho la idea de una farsa, pero al notar en estos últimos 3 meses que de farsa no había nada, que era más real de lo que se habían imaginado, las reacciones no se hicieron esperar. 

Además la pelinegra era muy seria en cosas de prensa, nunca se metió con esta ni dijo nada en contra o a favor de las publicaciones que Kenji y Seung hacían de sus descubrimientos... bueno, los descubrimientos no eran más que el de Recombinación Genética, proceso natural que hacían plantas y animales, pero empleado en ingeniería Genética para la clonación, pero en el caso de Hirai Kenji, genio en la materia, que había sospechado que este mismo proceso sería posible para emparejar genes impares de dos mujeres, lo que ahora ya tenía nombre y resultados y, que en un par de años le diría abuelo. 

Kenji no tenía idea de la magnitud de las cosas, esto al ser de escala global se imaginaba la reacción de la población europea, del Vaticano y de América, pero la verdad era que la nenita, sin importar como fue concebida era una niña común y corriente, era un semi-clon de sus madres, no tenían por qué temer alguna especie de mal comportamiento o de inspiraciones diabólicas como aseguraban los de la iglesia. 

Era muy probable que la nenita con el paso del tiempo diera inicio a más preguntas, ya que no se sabía si sería normal intelectualmente como los demás niños o sería especial, o si tendría algún problema congénito que era lo que más se temía, solo que esto no era tan posible ya que Momo y Nayeon eran muy saludables y los problemas genéticos se podían notar de una buena vez al nacer y sino con los exámenes que le habían hecho mientras sus madres los observaban con curiosidad, pero estos decían todo lo contrario, era sana como nadie. 

Por otra parte, las leyes, Kenji miró a su mejor amigo que también parecía adivinar las cavilaciones de él, las leyes, otra cosa que no estaban tan claros como demonios funcionarían, ¿Dejarían el caso cómo está? o ¿Comenzarían con especulaciones? Lo que menos querían era que las ahora madres tuvieran que tener una vida dentro de juzgados o con miedo de lo que la gente pudiera hacer. 

Bueno a pesar de que las leyes eran importantes y por ahora inexistentes no era lo que más preocupaba a los científicos, ya que la ciencia les cobijaba sólidamente, las madres eran legítimas y como derecho innato la niña merecía estar con ellas aunque la ley no dijera explícitamente que debía tener dos padres (Hombre y mujer) se sobre entendían las intenciones de Momo y Nayeon. 

Seung no dijo nada al igual que Kenji, mientras que las flamantes madres dormitaban y la nenita era cargada por su única abuela. La familia de Seung no era tan grande, tenía dos hermanos uno ya muy viejo que tenía dos hijos y que no tenían hijos a su vez, y el otro un hombre empresario que vivía en Nueva Zelanda muy cordial que esperaba la oportunidad de conocer a Nayeon a quien no conocía y a su nieta sobrina de la cual no sabía mucho. 

Mientras que Kenji tenía una hermana que no era muy cariñosa ya que al saber que Momo era lesbiana se peleó con la difunta madre de esta y desapareció, en cuanto a la madre de Momo, esta había muerto hace 10 años cuando la pelinegra tenía 14. Así que la familia Hirai-Im por así decirlo estaba en crisis de parientes, pero bueno, Nayeon y Momo acababan de dar un buen aporte, una hermosa niña. Seung sabía que si luchaban juntos nada saldría mal. 

Los carros blindados entraron a la mansión Hirai para sorpresa de Nayeon, pero Kenji le aclaró que esta mansión tenía un circuito cerrado de alta seguridad para ellas y para la nenita, ya que con un montón de locos Ortodoxos no tenían que confiarse. Acomodaron las cosas en el cuarto que era de Momo y que a su vez compartiría con Nayeon y la cuna de la chiquilla, tendrían que esperar que las cosas bajaran de tono y que Mina hiciera cuanto pudiera para legalizar el nacimiento de la niña como una Hirai-Im, además de pedir todos los derechos que ejerce un ciudadano al nacer, nombre, familia y nacionalidad. 

Tenían que pedir una conferencia de prensa así como una conferencia en el parlamento de Seúl para acatar la ley en cuanto a la legalidad del experimento y para que este dejara de llamarse así, ya no era un experimento, era un procedimiento para poder tener hijos. 

En tan solo 24 horas, el mundo ya era diferente. 

― Hirai Yeojin― susurro Nayeon mientras daba de mamar a su hija por primera vez, con un poco de dolor ― Eres la primera niña en el mundo con dos mamás biológicas... ― la pequeña tenía sus manitas sobre el seno de su madre y succionaba enérgicamente bajo la mirada de Momo. 

― Entonces, somos las mamás biológicas más felices del mundo ― Dijo la pelinegra acariciando la cabecita de la chiquita. 

― Sí ― dijo Im besando la mejilla de Hirai. 

Al terminar Momo tomo con cuidado a la bebita y la cambió para que pudiera dormir, luego con mucho cuidado la colocó en la cunita que al fin pudo armar y la dejó entre sus almohaditas. Mientras Nayeon se daba un baño para relajar a su adolorido cuerpo. 

Al salir de la ducha, Momo la beso y con cuidado le hizo un masaje en la espalda para que descansara mejor. Luego ambas muy cansadas, se quedaron dormidas, aunque la pelinegra tenía los sentidos alerta por si la pequeña Yeojin despertaba. 

A media noche Nayeon despertó y miro a la pelinegra de rodillas frente a la cunita, sus asombrosos ojos cafés inspeccionaban a la nenita quien dormía tranquila. 

— Momori ¿Todo bien? 

― ¿Estás de acuerdo con su nombre? ― preguntó Momo volteando suavemente hasta ver a su novia. 

― Claro cielo, ¿Por qué no? ― Dijo ésta dando un bostezo. 

― Que bueno... 

― Momori, no me importa que nombre le hayas elegido, eres su madre y te amo; ven, descansa quiero tenerte en mis brazos ven ― llamó Nayeon a su chica para que esta con cuidado y sin hacer ruido se le acercara para abrazarse mutuamente ― Además Yeojin me encanta... es muy bonito, elegante... Y todo se oye sexy con nuestros apellidos, será toda una sex-symbol cuando crezca ― bromeó besando a Momo, esta sonrió. 

― Bunny, ¿Sabes? Eres la única a la que he amado, te he amado desde que recuerdo, me haces muy feliz y apaciguas mi humor de perros. 

― Hay amor, tu humorcito se apaga con un beso ― dijo la castaña justo cuando daba un beso a Momo en la cara ― Tu orgullo condenado se amortigua con una caricia ― dijo acariciando el vientre de la pelinegra quien sonreía ― Tus bromas fuera de lugar con otro beso ― dijo besando a Momo otra vez. 

― Te amo. 

― Yo igual

¡Eres su madre! (NaMo Version)Where stories live. Discover now