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Momo dejo de sentirse molesta al ver a su novia y a su hija en espera de ella en el despacho de su mansión, la peque se había quedado dormida en esas mochilas de bebés que la castaña usaba para no acostumbrarla a los brazos, y que ella preparaba para que la pelinegra se la pusiera, a Nayeon en lo particular le encantaba que Momo la llevara, ya que había notado que su voz era una especie de calmante para la nenita.
Momo sonrió a su prometida y beso con cuidado a la pequeña Yeojin cuando se colocó correctamente la mochila.

—¿Estás lista bunny?—dijo la pelinegra en voz baja.

—Si amor, solo saco copia a unos papeles y nos vamos a ver a tus adoradas monjas—dijo en broma Nayeon sonriéndole a la pelinegra, ésta hizo una mueca chistosa.

—Bien, ¿Dónde está el gorrito de Yeojin? Hay frío ahí fuera—dijo Momo acariciando el cabello liso de su hija.

—En su bolsito... ¿Podrías ver si no se ha hecho en sus pañales? Creí verla enrojecer antes de colocarla dentro del cargador...

—Ok... Espero no se moleste.

—No lo hará, se molestará si no la cambias— dijo Nayeon tomando unos casos de unas consultas y salió dándole un beso a su prometida.

Momo con cuidado sacó a su hija y comprobó que si estaba, bueno, ya saben, pero como buena mamá en segundos tenía a la "Bunny Jr." lista y en medio de risitas la coloco nuevamente en su cargador.

—Se ha despertado, es mejor así duerme más durante la noche—observó Nayeon regresando con las copias listas.

—Sí—dijo la pelinegra que miraba a su hija cómo se destornillaba de la risa aparentemente de nada, pero si supieran como le encantaba a Yeojin reírse de sus madres.

—Bueno, ¿Nos vamos amor?

—Claro.

Las adorables mamás salieron del consultorio mientras la nenita se reía abiertamente de las caras que ponía Momo, movía los piecitos de un lado a otro de la risa, ellas se reían de la chiquita, Momo la llenó de besos mientras Yeojin chillaba divertida.

Caminaron por el pasillo y subieron a la limusina y con la niña de casi cuatro meses en sus protectores brazos. La nenita a pesar de su edad era muy fuerte, ya sostenía muy bien su cabecita y manejaba sus manitas con destreza, las cuales nunca estaban tranquilas, ahora halaban con fuerza la camisa de la pelinegra intentando acercar el rostro de su madre para curiosear de cerca su nariz, (oigan no todos los días puedes comerte la nariz de tu mamá. ¿O alguno ha intentado hacerlo con éxito?)

—Creo que tiene hambre—dijo Momo divertida.

—No, le acabo de dar pecho— dijo Nayeon sonriendo —Creo que se quiere comer tu nariz, dice que la tienes apetitosa.

—¿De verdad frijolito?—le dijo a su chiquita mientras la limusina ya cruzaba la ciudad—¿Te quieres comer mi nariz? —la niña dijo buuuuaaa y se rió. Con sus piernitas se impulsaba para intentar ver la nariz de Momo. Nayeon intentó calmarla hablando con ella y acariciando sus piernitas.

—Ya, Jinnie, ya deja de jalonear a tu madre... Vamos cielo mío...

—Piooooooaaabuuu—chilló la chiquita molesta, ella quería esa nariz y no se lo iban a impedir... Que testaruda
¿A quién habrá salido?

—Yeojin—dijo Momo acariciando su cabecita, pero con voz un poco autoritaria—Tranquila chiquita— "Bunny Jr." se le quedó viendo arrugó su frente y dio un sonoro grito de protesta y rojita comenzó a llorar.

—Shhhh, tranquila—dijo la castaña con una voz muy dulce acercándose a besarla.

—Princesa, no llores... Por favor— dijo la pelinegra con voz suave a la chiquita, la niña las miró a las dos y sus lagrimitas de protesta cesaron y se entretuvo con los botones de la blusa de Momo.

¡Eres su madre! (NaMo Version)Where stories live. Discover now