¡Eres su madre! (NaMo Version)

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Los días pasaron muy rápido, Jeongyeon se había propuesto dejar en paz a Momo mientras arreglaba la fiesta de la nenita, con la esperanza un poco tonta de que la castaña se fijara en ella. Pero lo que no sabía era que Nayeon era solo de Momo. 

La pelinegra compró en secreto una mansión para las dos, equipo, un cuarto entero para la niña en compañía de su padre y Seung que ya habían regresado y habían resuelto el dilema con la prensa al dar a conocer de manera oficial que Momo era la donante. 

Nayeon por su parte ya había dejado de trabajar, tenía 8 meses de embarazo y no quería ninguna sorpresa, mientras que Hirai tenía que trabajar horas extra para reprimirse el deseo de comérsela a besos, pero el problema era que no tenerla cerca le daban más deseos. 

Cuando la castaña cumplió 8 meses y medio, Momo decidió también dejar de trabajar para disfrutar del embarazo de Nayeon y de la fiesta que Yoo había organizado con SeAh. 

Muchos amigos de la castaña llegaron, así como algunos compañeros de Momo. Jeongyeon estaba sentada esa tarde con la madre de SeAh en el jardín esperando a todos los invitados pero de reojo miraba a la feliz pareja que se entendían de las mil maravillas, Momo era un ángel con Nayeon, pero con las demás personas era la misma cascarrabias. 

En la fiesta se coló la oficial Kim, ya que ese era su trabajo, la fiscalía no iba a dejar en paz a Im, ni ella a Hirai, sin embargo lo que más le llamaba la atención era sin duda la bella castaña, ella quería fastidiar a Momo por haberse puesto difícil. 

Mientras las chicas, se comían a besos en el jardín trasero, algunos se hacían los que no veían, a otros se les caía la baba. La pelinegra sonrió con Nayeon y como buenas anfitrionas dejaron ese quehacer tan entretenido para atender a los invitados. 

Jeongyeon por otro lado fisgoneaba a las invitadas, esperando ver a una de las ex de la pelinegra... y ahí estaba, era una despampanante castaña de ojos obscuros que era arquitecta, la mujer miraba con frialdad a la pareja que saludaba a varias personas, Jeongyeon la miró y despacio la llamó junto a ella, la mujer extrañada se le acercó y se miraron. 

― ¿Eres Jeongyeon? 

― Sí ― dijo está muy nerviosa oculta detrás de un arreglo de flores. 

― ¿Tú me invitaste? 

― Sí. 

― ¿Para qué demonios me quieres? 

― Quiero hacer ver al amor de mi vida que Momo no es para ella ― dijo ella mirando nerviosa a Nayeon que saludaba a Kenji. 

― Aja ― dijo la castaña menor ― Y se puede saber ¿Cómo le harás? 

― Bueno... Quiero que seduzcas a Momo, para que ella vea lo bajo que cae Hirai con los encantos de otras chicas... 

― Eres patética ―dijo la chica ― Momo me dejó hace más de tres años, lo hizo porque ella no me quiere... Y no me interesa nada de la tonta esa que hace llamar su prometida, así, como no me interesa Momo, me da igual. 

― Solo será para molestarla... ― dijo Jeongyeon ― Te daré lo que quieras. 

― No quiero. 

― Por favor, lo que sea, un viaje por Latinoamérica, por favor Jiwon... 

― Ok, pero que sea por un mes y para dos personas. 

― Hecho. 

― ¿Qué quieres que haga? 

― Lo que quieras, pero que moleste mucho a Momo y la confianza de Nayeon.