Capítulo 11

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-¡Princesas! Perdone mi osadía no sabía que estaban aquí-dijo Helga al ver a sus dos primas Lorena también se disculpó por no saber que estaban ahí aunque está lo dijo en voz baja pues era bastante tímida.

-no tienen que preocuparse por hacer reverencias, somos familia¿No es así hermana Helga, hermana Lorena?-dijo Nisbeth con amabilidad mirando amorosamente a sus dos primas, el comportamiento amable de Nisbeth las descolocó a ambas, pero decidieron no preguntar el porque de su comportamiento amable.

-¿Quieren jugar algo? O ¿Hablar de algo?-dijo Nisbeth con emoción, mirando a sus dos primas las cuales estaban bastante nerviosas, ya que no sabían que responder.

-b-bueno l-la verdad vinimos aquí a leer un libro, pero la idea de jugar algo suena entretenida-dijo Helga con algo de nerviosismo esperando a que Nisbeth no se enojara por su tartamudeo inicial.

-¡Genial! ¿Tu que opinas hermana Lorena?-pregunto Nisbeth viendo a su prima la cual solo asintió con la cabeza hablar no era el fuerte de Lorena debido a su timidez. Pero sus gestos tímidos y sus mejillas sonrojadas hicieron que Nisbeth pensará internamente lo adorable que era la joven.

Lorena tenía una belleza sencilla, pero al mismo tiempo llamativa sobre todo por su color de ojos el cual era un poco más claro que el de su madre y abuela. Junto a la timidez y ternura que desprendía la hacían una belleza simple e inocente.

Inocencia que lamentablemente la mato por confiar en el hombre equivocado.

Sino mal recordaba en su primera vida Lorena se había comprometido con el hijo de un conde llamado Rajat Serra. Si bien el compromiso de ambos fue arreglado estaban en buenos términos y Rajat era amable con ella al punto de darle regalos bastante caros.

Era atento, gentil y de buen estatus social en otras palabras el hombre perfecto.

Pero después de casarse con el Lorena se le dejo de ver en los círculos sociales. Según Rajat era porque se enfermaba a menudo y no podía salir. La gente se lo creyó menos la familia Freezes que sospechaban que algo malo ocurría.

La que más estaba sospechando y estaba preocupada por Lorena era Helga quién valientemente fue a la mansión del conde el cual no la recibió con agrado pero aún así la dejo entrar.

Cuando entró se encontró a Lorena la cual parecía estar en un muy buen estado pero observándola con atención noto que usaba un vestido de mangas largas lo cual le resultaba extraño pues estaban en verano.

Pero eso no fue lo único, también al verla con atención vio que estaba más delgada que antes como si no comiera desde hace mucho tiempo.

Eso solo indicaba que ella probablemente estaba siendo maltratada.

La reunión con Lorena no duró mucho pues el conde con la excusa de que ella estaba cansada echo a Helga. Quien acudió a Nisbeth contándole la situación, si bien Nisbeth era bastante cruel con las personas ajenas a ella si se trataba de su familia era diferente pero no por afecto familiar sino por orgullo. Si alguien supiera lo que le pasó a Lorena dejarían de ver a los Freezes como una familia fuerte en cambio les tendrían lástima.

Para Nisbeth la lástima era igual que la burla hacia ella y los Freezes. En cuanto supo la situación dejo de lado la lucha de sucesión que sucedía en el palacio centrándose en ayudar a su prima Lorena.

Aunque jamás lo admitiría Lorena era su prima favorita principalmente por su ternura y amabilidad, estas dos virtudes era algo que carecía en Nisbeth quien era bastante cruel.

En cualquier otra situación esto podría haber provocado celos del lado de Nisbeth pero fue todo lo contrario, Lorena era su prima favorita debido a su belleza. Si bien no poseía los míticos ojos morados lo que reducía su valor eso no era impedimento para que ella logrará ganarse un buen lugar dentro de la familia incluso después de casarse a diferencia de otros miembros de los Freezes que no poseían ojos morados y que dejaban el apellido ella no lo hizo.

¡La Villana no se arrepiente de nada!Where stories live. Discover now