Capítulo 8

685 76 47
                                    

Jaemin despertó en una habitación inundada por el sol, y con un corazón que se sentía más ligero que la noche anterior.

Los eventos de la noche pasada ya se estaban desapareciendo en una especie de ensueño en su mente, y sentía una aprehensión empezando a surgir en sus músculos ante la idea de tener que enfrentarse a Jeno después de todos los golpes emocionales de las pasadas horas, pero seguía solo en eso - en una pequeño tirón de incertidumbre que no era suficientemente fuerte como para hacerlo entrar en pánico o removerlo de la comodidad de su cama en ese momento.

Jeno seguía dormido a su lado, con la sábana amontonada alrededor de su cara y sus pies sobresaliendo cerca de la parte inferior de la cama, respirando pesada y constantemente. Era tan raro ver a Jeno así, completamente desprotegido, que Jaemin no pudo evitar la tentación de quedarse ahí recostado y observarlo por unos minutos. Cuando se dio cuenta que estaba rozando el límite, se giró y pensó en como empezar a moverse para iniciar el día.

Estaba decidido a no hacer que las cosas fueran raras, y eso incluía no quedarse mirando al chico que dormía en su cama, no importaba lo fascinante que la imagen fuera.

Jaemin empezó a levantar las tapas para tratar de escabullirse, pero luego Jeno resopló en su sueño, estirando y pasando un brazo sobre Jaemin y atrapándolo contra el colchón bajo su tibio peso. Dejar a Jeno que lo abrazara no ayudaba a su idea de no hacer que las cosas fueran raras, pero Jaemin no estaba seguro de como moverse ahora - especialmente si no quería despertar a Jeno, lo cual realmente no quería. No cuando estaban atrapados en esa posición, y preferiblemente no sin antes tener la oportunidad de peinarse y cepillarse los dientes.

Unos minutos más tarde seguía pensando en sus opciones cuando Jeno despertó.

Jaemin pudo darse cuenta en el momento que sucedió, porque el cuerpo relajado de Jeno repentinamente se puso tenso y apretado, el brazo alrededor de la cintura de Jaemin se volvió rígido y pesado sobre su estómago. La cabeza de Jeno seguía presionada contra la almohada, con los ojos cerrados en una manera claramente forzada, y Jaemin podía prácticamente escucharlo pensar.

"Um," dijo después de un minuto de incómodo silencio, "¿Buenos días?"

Jeno se desinflo de repente, dejando escapar un suspiro de alivio mientras volvía a dejar su brazo sobre si mismo y abría los ojos. Jaemin se sorprendió un poco al encontrar que eran casi de color café muy hermoso ante el sol de la mañana, y se descubrió antes de poder evitarlo, pensando si siempre se verían así en las mañanas.

"Oh gracias a dios," Jeno gruñó, frotándose una mano por su cara y pestañeando seriamente mientras movía su cuerpo rápidamente para sentarse sobre la cama. "Por un minuto no tenía idea a quien iba a encontrar a mi lado. Créelo o no, tu no eres la peor de las opciones."

"Que tierno," dijo Jaemin, sintiendo como el sarcasmo salía de el fácilmente, remplazando la calidez del sueño de hace minutos atrás. No era del todo desagradable, se ajustaba a el como algo viejo pero querido. "Cuando tu primera reacción al despertar es '¿dónde estoy? o ¿con quién estoy?' es momento de analizar tu estilo de vida."

"Para ser sincero, usualmente mi primer pensamiento es '¿Dónde esta mi ropa?' pero estoy segurísimo que 'vete a la mierda' sirve también."

Jaemin no pudo evitar la risa que se le escapo, y ni siquiera intento detenerla cuando Jeno lo miro con una sonrisa igual a la suya. Jaemin supo, en ese momento, que estaban bien. La noche pasaba no los había alterado, y solo ahora, mientras sentía el alivio, se dio cuenta de lo grande que había sido su temor.

Había despojado todas sus defensas anoche, había dejado todas sus recientes heridas al descubierto, y lo más aterrador era el alivio que había sentido. Es un fenómeno extraño como puedes a veces sentiré más vulnerable permitiendo a alguien hacerte sentir mejor que solo exponiendo el dolor en primer lugar. No estaba seguro si después de la noche pasada hubiera podido sobrevivir siendo tratado como vidrio fino por Lee Jeno.

𝐔𝐍 𝐂𝐀𝐌𝐁𝐈𝐎 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐂𝐋𝐈𝐌𝐀 - 𝐍𝐎𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora