𝐔𝐍 𝐂𝐀𝐌𝐁𝐈𝐎 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐂𝐋𝐈𝐌𝐀 - 𝐍𝐎𝐌𝐈𝐍

Capítulo 23

Jeno perdió el agarre de Jaemin bajo el agua, y cuando Jaemin lucho por salir a la superficie limpiándose furiosamente el agua de sus ojos, encontró a Jeno -sabiamente- retrocediendo hacia la parte menos profunda de la piscina, aún riéndose y luciendo injustamente hermoso con los pantalones empapados y el pelo aplastado contra su frente. Jaemin tuvo un breve momento de irritabilidad, una reacción reflejo ante el agua y la sorpresa, pero la verdad es que estaba bastante ebrio y se sentía demasiado feliz como para enojarse. El atractivo de Jeno cuando se encontraba todo mojado era, de hecho, cada vez más y más un trato justo a la disconformidad de la ropa empapada, y para cuando Jaemin consiguió colocar sus pies bajo él, nadando un poco hasta poder tocar el fondo, estaba sonriendo y planeando su venganza. Después de todo, su última maniobra pareció bastante eficaz, incluso si eso causo ser lanzado en la piscina.

El agua se sentía pesada en su ropa, y sabía que en cualquier otra circunstancia se preocuparía por los efectos del cloro en ella, aún con lo básica que era, pero ahora mismo su foco era mucho más estrecho directo al chico frente a él. Jeno seguía riendo, sonriendo a Jaemin como si estuviera orgulloso de su pequeño truco. Cuando vió a Jaemin sonriendo la risa se desvaneció y se transformo en una sonrisa cariñosa. Eso también cambió, cuando vió el destello en los ojos de Jaemin y la inclinación depredadora.

Jaemin avanzó lentamente, moviéndose a través del agua como un gato acechando su presa. Jeno tragó visiblemente y Jaemin pudo ver como sus ojos se oscurecían solo un poco mientras observaba por primera vez como el agua moldeaba la ropa en el cuerpo de Jaemin. Bien, Jaemin pensó, deseo es exactamente con lo que quiere trabajar. Sin embargo Jeno dió un paso hacia atrás ante la aproximación, y a Jaemin le gustó eso también porque todo lo que estaba haciendo era acorralar a Jeno en una esquina y puede hacer mucho con eso.

Para cuando estuvo cerca, pudo ver el pecho de Jeno agitado solo un poco mientras respiraba rápidamente, y Jaemin dejó que su sonrisa se transformara en una perversa y juguetona igual que su mirada. Lo que empezó como un juego se estaba repentinamente sintiendo mucho más urgente de lo que se había sentido en toda la tarde, y ya no quería molestar solo por el placer de saber que tenia un efecto. Quería más ahora, pensamientos a causa del tequila y de tantas semanas construyendo este deseo creciente en un puro latido que lo atravesaba, aumentando de manera exponencial cada vez que los ojos de Jeno lo recorrían, cada vez que la lengua de Jeno humedecía su propio labio inferior. Jaemin tenía la intención de hacer él ese trabajo.

La boca de Jeno se abrió ligeramente cuando Jaemin tomo el último paso, aunque si era en protesta o invitación no estaba claro. Jaemin le sonreía, una mano se poso en la pared al lado del cuerpo de Jeno, atrapándolo entre los brazos de Jaemin. Jaemin podía sentir el calor irradiando de la piel de Jeno en directo contraste con el agua fría que oscilaba a sus lados y quería enrollarse en él, quería presionarse contra Jeno hasta no poder saber donde terminaba él y donde empezaba Jeno. Se contuvo, por el momento, solo agachando la cabeza y rozando su nariz a lo largo de la mandíbula de Jeno hasta la altura de su oreja.

Jaemin se sentía tan tibio, así, entre ligero y pesado, el alcohol en su sistema le hacía sentir sus movimientos lentos incluso mientras su sangre la sentía bombear caliente y rápida con todo su deseo. Cada pensamiento y palabra y contacto se sentía más un juego preliminar que un coqueteo ahora, como si hubiera sido la construcción para algo más - más piel, más contacto, más conexión. La intensidad de eso, del deseo, era asombrosa. Todo lo que quería era a Jeno tan abrumado como estaba ahora, y su sonrisa creció aún más cuando vió un escalofrió visible correr a través de Jeno mientras él se movía más cerca.

Entonces sus labios hicieron un camino, con suaves toques desde su oreja, su mandíbula y su barbilla, antes de levantar su boca y en una lenta exhalación inclinarse para cortar el resto de camino que faltaba para presionar sus labios contra los de Jeno en un beso.