Capítulo 14

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En la luz gris del alba, no mucho más tarde, Jaemin se revolvió cuando la cama se movió bajo el. Pestañeo abriendo los ojos somnolientos, enfocando la mirada sobre Jeno quien tenía los ojos muy abiertos y lo estaba observando.

"¿Jeno?" murmuró, su cuerpo se rehusaba a renunciar por completo a la influencia del sueño después de solo un par de horas de descanso.

Una pequeña sonrisa se asomó en el rostro de Jeno, antes que su expresión tranquila volviera a un modo contemplativo.

"Vuelve a dormir Jaemin."

"Okay," Jaemin murmuró fácilmente, sus parpados se cerraron a medida que perdía la batalla contra el sueño. "Tu también," dijo a través de un bostezo.

"Claro," Jeno añadió calmadamente, "Yo también."

Jaemin logró un pestañeo más, para ver si Jeno estaba durmiendo otra vez. Jeno estaba observándolo, con esos ojos café claros con débiles rayos de luz.

"Jeno," le advirtió, aunque le salió más confuso y suave de lo que pretendía. Sus ojos se cerraron de nuevo, todo el cansancio del día y la noche interrumpida cayó sobre él. Pudo sentir el fantasma de un roce contra su mejilla, acariciándolo hacia su cabello, pero estaba demasiado ido como para estar seguro.

"Duerme, Jaemin," Jeno susurró y él lo hizo.

Cuando Jaemin despertó de nuevo, estaba solo

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Cuando Jaemin despertó de nuevo, estaba solo.

Aún era bastante temprano, Jaemin estaba seguro, porque la habitación aún no estaba completamente cálida a pesar de que la ventana estaba como la había dejado, completamente abierta a la brisa del verano. El sol caía sobra la alfombra y la cama con esa cualidad del sol de la mañana, un poco más brillante, más fresco, más lleno de promesa.

Pasó una mano por el otro lado de la cama y encontró las sábanas frescas al tacto, y honestamente si no fuera por un rastro de purpurina sobre la funda de la almohada, Jaemin hubiera pensado que la noche anterior había sido un sueño. De hecho aún sentía como si hubiera sido un sueño bajo la luz del sol, la repentina llegada de un duendecillo lleno de polvo de hadas a través de la ventana, la extraña conversación que parecía decir mucho y a la vez poco, y el despertarse más tarde para encontrarse con Jeno ahí, observándolo. Se sentía difuso en su mente.

Durante unos minutos se dejo solo estar recostado sobre la cama. No estaba seguro donde Jeno había ido, pero lo más probable era que había ido por un vaso de agua y aspirinas, o haya ido a ducharse o algo así. Además la cama era demasiado cómoda como para levantarse.

Siempre había sabido que su cama era demasiado lujosa para un adolescente, con la altura del colchón, la calidad de las sábanas y las almohadas 100% de plumas, pero la cama de Jeno era ridícula.

Estuvo de acuerdo con permitir que su cuerpo despertara lentamente, relajado y perezoso bajo la luz del sol, pero finalmente se hizo claro que Jeno no iba a volver. Eso y el hecho que al girar su cara contra la almohada de al lado se dio cuenta que olía a Jeno y el combinado, fue suficiente para poner a Jaemin nervioso y se levanto.

𝐔𝐍 𝐂𝐀𝐌𝐁𝐈𝐎 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐂𝐋𝐈𝐌𝐀 - 𝐍𝐎𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora