Capítulo 12.

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Tener a un niño en la mansión era una nueva misión para ellos. No había cabida para experimentos, tenía que ser algo certero y Alfred auxilió a ambos hombres para poder expresarse de forma adecuada y exitosa con el pequeño que ahora era su hijo. Él no hablaba mucho, al despertar al dia siguiente lo único que hizo fue quedarse en cama, dentro de la habitación, apenas si probando bocado de las diversas comidas que le llevaban. Una avecilla sin propósito, que se sentía triste y vacía, en un proceso de asimilación de los hechos que no podía manejar. Sintiéndose tan cansado y sin ánimos que se llegaba a pensar que sería difícil tener comunicación verbal con él. Tanto Bruce como Edward sabían que en casos así había niños que dejaban de hablar debido al trama, lo habían visto muchas veces, más de las que hubieran querido.

Las primeras horas después de la mañana Dick no habló en absoluto pero abrió la voz a los demás poco después. Era un niño que simplemente no quería callar todas las cosas que tenía para decir, la manera aún no la sabía y estaba desesperado por encontrarla. No soportó mucho estar en las silenciosas y viejas paredes de la casa Wayne así que tan pronto como tuvo una oportunidad con un solo giro logró salir por la ventana de la casa, bajar por los engranajes y correr por el jardín, un poco torpe pero tratando de irse lo más pronto de ese sitio que le causaba escalofríos y un miedo horrible a la soledad. Era como saber que estaba en un lugar donde no habría escapatoria si se quedaba más tiempo, esas prisiones adultas de las que le habían hablado sus padres. Por el jardín se abrió paso, solo deseando llegar a las bardas, haciendo lo imposible por poder escapar sin ser visto.

Cuando Bruce y Edward despertaron lo primero que hicieron después de vestirse para el día fue ir a revisar al pequeño, encontrándose con nada ahí, solo una cama desordenada y la alcoba vacía.



Ha escapado. — Bruce dijo al mirar solamente la habitación.

¿Que?, ¿Como que ha escapado? — Edward entró y revisó por todos los lados posibles, debajo de la cama y dentro del closet. Bruce fue hacia la ventana, a pesar de hallarse la ventana bastante lejos del suelo encontró una posible respuesta en las pequeñas formaciones de piedra de la fachada, que quizás pudieron servir como apoyo.

Se perderá si llega lejos. Saldré a buscarle, con suerte estará en el granero. — Ya que como niño seguramente le llamarían la atención los animales, la vaca que había ahí o el gato que a veces rondaba.

A mi me parece adorable. — Opinó Edward. Era una de sus ideas sinceras, desde su perspectiva como huérfano. — Que tenga esa creatividad para poder escapar es sin duda algo asombroso. — Acarició los hombros de Bruce, intentando relajarle. — ¿Qué tal si yo voy a buscarle? tú podrías darle la charla introductoria después. — Lo cual le parecía una propuesta mucho más agradable. No quería ser quien tuviera esa tarea, no sabía cómo lidiar exactamente con niños.

Está bien. No seas duro con él. — Acarició la mejilla del acertijo. — Vuelvan pronto.

Me esforzaré mucho. — Sonrió un poco, por la acción de Bruce no pudo verle al rostro, se sintió avergonzado. Acordando salió de la habitación y se aventuró en la búsqueda.



Bruce no tuvo objeción contra el quedarse, al contrario, se recostó por un rato, se había sentido extraño durante toda la mañana y no podía ignorar ese hecho. Sabía que los bebés mientras estaban en el vientre tenían todo tipo de avances en su desarrollo que eran visibles pero no se imaginaba que realmente los notaría, pues casi podría decirse que de no ser por los síntomas Bruce no percibiría a ese bebé. Desde que amaneció a primera hora, sintió esos extraños movimientos dentro suyo, que no dolían en absoluto pero le hacían sentir fuera de sí, como un contenedor de algo realmente vivo y activo. No decidió contarle a Edward por temor a preocuparle, pues todavía faltaba tiempo para el nacimiento del niño, simplemente experimentaba un hecho común, propio de su estado, que sentían todas las personas en su estado.

La justicia es...¿omega? (RIDDLEBAT)Where stories live. Discover now