La justicia es...¿omega? (RIDDLEBAT)

Capítulo 17.

Solía contarse que las malas noticias nunca llegaban solas. A veces venían cuando se estaba en la cima del éxito, otras veces cuando uno se encontraba arrastrando por el valle de la penumbra y la desdicha.

La mayoría de las personas no tomaban importancia, pero los que conocían el balance del sistema se sentían aterrados por las continuas variaciones, Edward era uno de ellos. Se suponía que estaba abajo en el pozo, pero, ¿Realmente se podía descender más?.

Aquella noche que tuvo con Batman volvió a su celda casi arrastrándose, entre risitas tontas y de la cabeza surgiendole un montón de ideas nuevas. Una sonrisa amarga, turbia, torcida por el placer. Quizá su cuerpo dolió intensamente a la mañana siguiente y días posteriores, pero no le impidió a Edward seguir pensando, cada vez más y confirmar sus hipótesis sobre el balance universal. Bien, había hecho algo malo, pero no le importaba en absoluto.

— Tengo...una caja. Un secreto. — Aquel dúo de villanos y vecinos de celda se encontraban charlando en los comedores, quiso hacer una aproximación de sus pensamientos.

— ¿Qué debía responderse? — Edward creyó que se trataba de un juego de palabras. — La...puerta rota de...¿Está en buen estado?

— Te la compro. — Le recordó.

— Oh, ¿Puedo vendertela? — Rió, negó con la cabeza. — Eres un cabeza hueca. — Nada más que un chiste. Edward en absoluto pensaba eso del joker, al contrario lo consideraba un hombre sumamente inteligente.

— Anoche Morgan ha hecho trampa en el maldito juego. — El juego de cartas que anoche habían tenido entre los reos del ala donde estaba Edward. — Podría apostarlo. — Apretó el empaque con jugo que le habían dado.

— Por favor, tengamos un poco de calma. Ponerse tenso no solucionará tus problemas.

— Pero me hace sentir mejor. — Posó consternado sobre la mesa. — Le volaría la cabeza si no tuviera tantas cosas que hacer. — Apretó los puños con rabia. — Claro, tú no puedes decir nada ya que les has barrido a todos. — Teniendo Edward un tonto pero excelente talento para jugar cartas, había logrado conseguir algunos privilegios que se habían apostado como premio.

— Solo ha sido una coincidencia.

— Ese es mi mejorsisimo amigo. Rompiendo el culo de todos, es tan bueno. — Edward solo pudo recibir el halago un poco avergonzado.

— Bueno, supongo que...yo tendría los pensamientos si hubiera perdido. — Reflexionó un poco más, era cierto.

— Lo dice en efecto, mi estimado amigo que masacró a un sujeto hace unos días. — Le dió algunas palmadas en la espalda, orgulloso de él. — No te preocupes, puedes hacer lo que quieras, mientras llega el día de destazar murciélagos. — O algo así se imaginaba, no tenía idea de lo que quería realmente, lo que haría cuando tuviera a Batman solo para él. La sorpresa simplemente le generaba emoción, sería una labor para él preparar su mente para ese momento. Edward asintió, tenía algunas labores que hacer antes del "gran día" que a ciencia cierta no tenía ni idea de cuándo sería, no le habían informado sobre ello. — Mira que estupideces, diciendo esas cosas de la rata con alas. "Pingüino", como si fuera a creermelo. — El Joker rodó los ojos un poco molesto, cabreandose de cosas con un contexto que tenía solamente en su propia cabeza.

— ¿Rata alada? — Ladeó la cabeza Edward, se sintió confundido considerando su pasado con Batman, de nuevo involucrando al caballero de la noche en uno de sus pensamientos. No quería hacerlo, pero el pensamiento se presentaba cuando menos se daba cuenta.