Capitulo 4

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 - ¿Por qué no comes? –

Sasuke miro la rebanada de pizza intacta y frunció el ceño ante tal desperdicio – Come –

Menma observo la pizza, pero no lo toco.

Sasuke ya no quiso más rogarle a su hijo y miro la pantalla del teléfono. Ahora mismo le habían enviado un documento con las graficas de las ventas, también estaba pendiente de la hora en que iba a llegar su nuevo socio.

Naruto estaba sentado en medio de los dos, mirando con mala cara a su exesposo, no dudaba que este canalla era apuesto, pero lo que tenia de apuesto lo tenia de horrible por dentro. Le saco la lengua varias veces y le hizo muecas, paso su mano varias veces frente a sus ojos y luego le soplo la nariz.

Un tintineo en la puerta, lo hizo detener de sus travesuras y observo al hombre que acababa de entrar.

Un hombre de piel pálida y cabello corto y puntiagudo de color rojo se acercó a los azabaches y saludo con una leve inclinación.

-Señor Uchiha –

Sasuke se levanto de la silla y extendió su mano hacia el hombre – Joven Sabaku, llego a tiempo –

-Me gusta ser puntual en mi trabajo – El joven Sabaku acepto la mano del azabache y miro hacia el niño - ¿Su hijo? –

Sasuke asintió y soltó la mano de su socio – Se llama Menma –

-Un gusto joven Uchiha – Saludo el pelirrojo.

Menma no contesto, ni siquiera le dirigió la mirada y solo siguió observando su rebanada de pizza.

-Menma, no seas grosero – Sasuke lo reprendió.

El joven sabaku no le tomo importancia y solo sonrió – No se preocupe, así son los niños – dijo y se sentó a lado del niño – Hablemos de cosas serias –

-Estoy de acuerdo – Sasuke se volvió a sentar y miro hacia su hijo – Menma ¿Por qué no juegas con los niños? –

Naruto dirigió su mirada a la zona de juegos, donde los niños estaban de un lado a otro como pequeños demonios de tasmanias, Menma no estaba acostumbrado a un ambiente así, era demasiado tranquilo y había cambiado demasiado desde su muerte.

-¿Cómo puedes mandar a tu hijo a un lugar así? ¿No ves que no quiere? Además, se supone que ibas a pasar tiempo con él, no con un socio con cabello de flama –

Menma aun así obedeció y se alejo de los adultos, como Naruto no estaba interesado en los negocios de su exesposo acompaño a su hijo.

Cuando llego, pudo escuchar los gritos y los insultos de los demonios de tasmanias y se preguntó si sus padres escuchaban las cosas bárbaras que lanzaban de sus bocas.

Menma no se acercó a ellos, simplemente se quedo en una esquina.

-Mamá –

Naruto se sobresalto al escuchar la voz de su hijo, parecido a un susurro.

-Te extraño –

Esas palabras hicieron que su alma se llenara de melancolía y un extraño cosquilleo invadió su cuerpo transparente. Observo a su hijo, este se sentó en el suelo y escondió su rostro entre sus rodillas.

Ningún niño le prestó atención y lo trataron como si fuera parte del suelo.

-A pesar de que no estas muerto como yo, te tratan como un fantasma –

Naruto se sobresalto y miro sobre su hombro.

Un niño de aspecto delgado, ojos marrones y cabello negro estaba observando a su hijo. A simple vista parecía un fantasma completo, pero si miraba de cerca, le faltaba parte de sus dedos de la mano y tenía una extraña línea roja alrededor del cuello.

-Se siente feo ser ignorado por tu propia especie – empezó a susurrar – Nadie te habla, nadie quiere saber tus problemas, a nadie le interesas totalmente –

-Oye ¿Qué rayos estas diciendo? –

El niño dejo de hablar y miro al rubio – No puedes hacer nada, ya estas muerto –

Naruto tenia ganas de darle un golpe, pero no quería pegarle a un menor de edad así que se contuvo.

-¡Oye! ¡Si vas a decir cosas negativas, vete a otro lado! Deja de hostigar a mi hijo – hizo una seña con la mano – Vete –

El niño hizo caso omiso y se acerco más a Menma - ¿El niño no quiere estar con su mamá? –

Como si Menma escuchara esa pregunta, alzo su rostro y miro hacia un punto en la pared.

-Quieres estar con tu madre ¿No es así? Era la única persona que te escuchaba, la única que te amaba de verdad... solo mira como tu padre te ignora solo para estar con su socio –

- ¡Oye! – Naruto no lo soporto más y se llevo al niño de las orejas - ¡Deja de envenenar a mi hijo! ¡Vete a otro rincón! –

El niño lanzo un quejido y lloro amargamente.

-¡Mis padres nunca me quisieron! –

Naruto se tapó los oídos con una mano – Deja de llorar, mejor acepta ir al más allá –

El niño dejo de llorar de repente, algo que asusto al rubio.

- ¿Sabes a donde van las personas que se quitan la vida? –

Naruto dudo en contestar ¿Si lo sabía? Claro que lo sabía.

- ¡Al infierno! –

La cara del niño se desfiguro, sus pupilas se volvieron completamente blancas y su boca se lleno de gusanos.

Naruto se apartó rápidamente de él y corrió hacia su hijo, pero este ya no estaba.

- ¡Tu hijo vendrá conmigo! –

El rubio no le hizo caso y salió rápidamente del establecimiento, escuchando las risas del niño detrás de su espalda.

Cuando salió del local, su hijo no había avanzado mucho, solo estaba observando las luces del semáforo. La lluvia se había convertido en una llovizna, por lo que las gotas no lastimaban sus ojos.

-Menma...-

Menma bajo la cabeza y vio los autos pasar.

No tenia el coraje para quitarse la vida, así que espero que un auto se saliera del carril para que acabara con su vida.

-Menma... - Naruto toco la mano de su hijo, pero como era de esperarse lo traspaso – Menma, por favor no te rindas, te lo pido –

-Niño, te vas a resfriar –

Menma alzo la mirada y se encontró con una mujer de cabellos rubios. 

-Si, sigues afuera puedes pescar un resfriado – la mujer dibujo una sonrisa y palmeo la cabeza del pequeño – No tienes que enfermarte o tu madre se va a preocupar mucho por ti - 

No llores, mi cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora