No llores, mi cielo

Capitulo 25

Hinata le dio un sorbo al té antes de empezar a hablar sobre su visita. 

-Tu madre quiere que nos casemos - 

Sasuke no tuvo ninguna expresión al escuchar sus palabras, algo que a Hinata tampoco le sorprendió. 

-Yo le prometí a mi hermanita que me casaría y que tendría una vida llena de felicidad y siento que contigo no tendría lo que deseo - 

Sasuke no se tomó mal sus palabras, porque tampoco quería casarse con alguien a quien no amaba - Si tu piensas eso, entonces no le hagas caso a mi madre - 

-Eso quisiera, pero tu madre está insistiendo y mis padres se ven muy convencidos. Quiero decir que todo se trata de negocios, si la familia Uchiha y Hyuga se juntan, las demás empresas tendrían miedo -

-Mi madre ya no se debería de meter en mi vida, ya estoy demasiado mayor para que me siga ordenando y tú también, ya es tiempo que decidas tu vida - 

Hinata asintió y le dio otro sorbo a su té - Es lo que más quiero - hizo una pausa - Pero mi madre piensa que es mejor que me case con alguien que tenga el mismo poder que mi primo Neji - 

Neji Hyuga era dueño de varias marcas y ya había cerrado varios contratos importantes que hicieron que elevara su estatus. 

Solo al escuchar su nombre, Sasuke no pido evitar fruncir el ceño. 

-¿Como te llevas con tu primo? -

A Hinata se le hizo extraño esa pregunta, pero respondió - Nos llevamos bien - 

-Entonces no hagas algo de lo que te puedes arrepentir - 

Hinata alzo una ceja e iba a preguntar a que se refería, cuando llego el chofer a lado del Uchiha. 

-El joven Namikaze salió del templo y pregunto por usted - susurro el chofer. 

Sasuke asintió y se levantó de la silla mientras se acomodaba su corbata - Señorita Hyuga fue un gusto hablar con usted, pero tengo asuntos más importantes que atender -

-Entiendo, entonces no lo retraso más - 

El azabache saco su cartera y dejo varios billetes sobre la mesa - Puedes pedir algo más - dijo antes de salir de la cafetería. 

Hinata no tomo el dinero y alzo la mano para que un mesero le prestara atención. 

-¿Desea algo más señorita? - 

-Tráeme la cuenta y esos billetes que están en la mesa, tómalo o tíralo - 

El mesero quedo extrañado, pero obedeció a las palabras de la señorita y agarro el dinero. 

Naruto estaba apoyado en una de las estatuas del templo, observando a las personas que entraban y salían del lugar. Algunos fantasmas se le habían acercado para hablar con él y que le dijeran su secreto de cómo había regresado a la vida. 

-Somos amigos desde hace tiempo, deberías de ayudarme también - 

-Si, te agarramos cariño - 

-Tampoco es un perro - regaño el fantasma a su compañero. 

Naruto cerro los ojos y lanzo un suspiro - Ya se los he dicho, solo le clame a Dios que me regresara a la vida, eso es todo - 

-Eso hacemos todos los días, pero al parecer no nos escucha - 

-Ya tengo la garganta seca de tanto gritar - 

Naruto no supo más que decir y se quedó callado mientras los fantasmas se quejaban. 

-¿Esperaste mucho? - 

Solo una voz sonó clara ante tal griterío. 

Sasuke lo miraba con una leve sonrisa en los labios - ¿Ya le rezaste a tu dios? - 

El rubio asintió con la cabeza e ignoro a los fantasmas que empezaron a girar a su alrededor. 

-Regresemos a casa - 

Sasuke asintió - Te llevare a casa, Menma ya debió de haber terminado sus clases. Yo tengo cosas importantes que hacer en la oficina - 

Naruto se sintió un poco decepcionado - Entiendo, bueno ¿Quieres que te prepare la cena? -

-Hay gente que se encarga de eso, además dijiste que no querías cocinarme, ni planchar mis camisas, ni otras cosas que giren alrededor de mi - 

-Eso... es verdad - 

Sasuke dibujo una sonrisa en los labios y tomo la mano de Naruto - Esta bien, entiendo que estas aquí por Menma, yo... dejare de presionarte - 

Las palabras de Sasuke no aliviaron para nada el corazón de Naruto y se zafo de su agarre. 

-¿Ahora porque piensas así? - 

-Tuve una conversación que me hizo comprender varias cosas, si amo a una persona no tengo que presionarlo para que este conmigo - 

Naruto sintió fuego en su rostro y bajo la cabeza.

-Yo... si quiero estar contigo - 

La poca estabilidad que le quedaba el Uchiha se rompió como un hilo.

-¿Estás seguro? -

Naruto asintió - Yo también tuve una conversación que me hizo comprender muchas cosas. En mis últimos momentos no lo disfrute contigo, estuve solo en esa habitación del hospital, esperando a que vinieras a verme -

-Fui muy obediente a tus palabras y también a mi orgullo - 

-Lo sé, aunque había algo de mí que no quería que me vieras en ese estado - 

Sasuke tomo sus manos - Seguirías siendo hermoso - 

Naruto se sonrojo y abrazo al azabache con fuerza - Lo siento Sasuke, esta vez quiero cumplir mi voto de "Hasta que la muerte nos separe" - 

Los ojos del azabache brillaron como noche estrellada y le dio un beso a Naruto en la frente. 

-Estaremos juntos hasta que la muerte nos separe - 

-¿Señorita Hyuga? - 

Hinata se sobresaltó al escuchar una voz detrás de su espalda y giro la cabeza sobre su hombro para mirar al hombre. 

A pesar de que el virus se calmó, había un hombre que utilizaba un cubrebocas que cubría casi la mitad de su rostro. Su cabello era gris y sus ojos color negros con una cicatriz en el ojo izquierdo. 

-¿Qué sucede? -

-La señora Uchiha quiere hablar con usted - hizo una pausa y pregunto - ¿Qué es lo que estaba mirando con tanta atención? -

Hinata miro de nuevo hacia el templo, pero la pareja ya no estaba. 

-Solo estaba mirando a alguien que encontró la felicidad -