Capitulo 18

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Naruto observo como se alejaba el auto y se dio la vuelta, el calor de sus mejillas seguía aumentando, por lo que decidió encender el aire acondicionado para que se enfriara un poco.

Y para que sus pensamientos no giraran entorno al azabache, decidió limpiar un poco la habitación. Creyó que las palabras de su hijo no le iba a afectar, ya que sentía demasiado remordimientos hacia el azabache, pero ese sentimiento se estaba disminuyendo.

-No, no puedo -

Naruto hablo en voz alta, pero su corazón decía lo contrario.

Dos golpes en la puerta lo hicieron brincar de su lugar.

-Señor Uzuma... joven Kurama, el desayuno esta listo -

-Si, en un momento bajo -

El rubio escucho con atención los pasos que se alejaban y soltó un suspiro. No podía encariñarse con nadie, solo con su hijo... si, la razón por la que Dios le dio otra oportunidad es para poder hacer feliz a su hijo.

Pero con su partida ¿Su hijo no estaría triste?

-Que complicado -


Cuando Naruto llego al comedor se dio cuenta que su pequeño no estaba.

-¿Dónde esta Menma? -

-En su clase de idiomas - respondió la sirvienta.

-Ah, es verdad - Naruto se sentó - ¿Por que no se despidió de mi? -

-Lo siento, se le estaba haciendo muy tarde y no quería que fueras regañado por su culpa - la sirvienta se acerco a él - Pero me pidió que le diera un beso en la mejilla ¿No cree que seria muy incómodo? -

-Lo es, esperare a que venga y que me de doble besos -

La sirvienta sonrió - Suena bien, entonces déjeme servirle un poco de café -

-Con jugo de naranja es suficiente -

La sirvienta asintió y fue a sacar el jugo de la nevera.

El desayuno consistió en dos emparedados de pollo, acompañado de huevos y tocino. Naruto comió ante la atenta mirada de la sirvienta, pero no le incómodo ya que estaba acostumbrado.

Después del desayuno, el rubio se sentó en el sofá y tejió una bufanda para Menma, pero le resultaba demasiado difícil concentrarse y se le atasco la punta de la aguja de palo unas cuantas veces entre los dedos, así que la sirvienta le sugirió que dejara de tejer por el momento. 

La sirvienta se acerco al rubio y mirando el rostro ligeramente pálido de Naruto, pregunto - Joven Kurama ¿No se siente bien? - Ella había visto como el antiguo amo de casa se desvanecía lentamente debido al cáncer y como Kurama se parecía mucho a él, no le gustaría pasar por la misma experiencia - ¿Quieres ver a un médico? Puedo llamar al señor Uchiha -

-No, no es necesario - Naruto se froto las sienes - Solo le he estado dando vueltas a un asunto -

-Si no le importa, le puedo ayudar a aligerar su carga -

Naruto la observo por unos minutos - Bien - se acomodo en el sillón - ¿Esta bien que me enamore del señor Uchiha? -

La sirvienta no se esperaba ese tipo de pregunta. 

-Menma ¿Se lo pidió? - pregunto.

Naruto asintió con la cabeza. 

-Perdone lo que voy a decirle, pero no esta bien que trate de enamorar al señor Uchiha - 

-¿Por qué? -

-Joven Kurama, usted se parece demasiado al señor Uzumaki, no solo su físico sino también su manera de ser. Creo que por esa razón el joven Uchiha lo confunde con su madre y por eso le esta pidiendo que se junte con su padre para que vuelvan a hacer una familia feliz ¿No cree que eso seria un engaño? -

Naruto no le dijo nada a la sirvienta, porque su respuesta tenia mucho sentido, el único detalle es que el es él "señor Uzumaki y madre de Menma" pero no podía decirlo ya que seria muy extraño que una persona muerta regresara a la vida. 

-Tienes razón - 

La sirvienta suspiro de alivio, había creído que su contestación fue muy grosera. 

-Bien, hablare con Menma - 

La sirvienta asintió. 

-Te puedes retirar - 

La mujer se inclino levemente y se retiro como le ordenaron. 

Naruto estaba tan cansado que se recostó en el sofá y estaba tan mareado debido al estrés que no supo exactamente cuando se quedo dormido. Solo sabia que cuando se despertó, ya estaba oscuro afuera. Estaba tapado con una fina sábana de dibujos animados, la mochila de dinosaurios que usaba Menma estaba en un rincón del sofá, pero su hijo no estaba. 

Se levanto del sofá, agarro el control remoto de la mesita y encendió la luz, mirando a su alrededor. 

-¿Menma? - Su voz estaba algo ronca y apagada. 

Naruto frunció el ceño y se aclaro la garganta, la puerta de la entrada se abrió de golpe y Menma entro con unas bolsas de plástico -Mamá ¿Estas bien? -

-Si, estoy bien ¿Fuiste a algún lado? -

-Fui al centro comercial de enfrente y compre comida deliciosa - Menma se cambio los zapatos y corrió hacia la mesa, sacando los envases de la bolsa y colocándolo encima, las empujo delante de su madre como si fuera un tesoro - Traje algo de Ramen - 

Naruto le echo un vistazo a lo que había comprado, no solo había ramen, sino también platos llenos de vegetales y arroz.

Este tipo de acciones le hizo recordar el pasado, cuando estaba embarazado, Sasuke le compraba todo tipo de alimentos para que no se levantara de la cama. 

Su corazón se calentó por recordar esos momentos y le sonrió a su pequeño. 

La somnolencia se desvaneció y el calor abrasador en su cuerpo volvió a surgir. Así que agarro unos palillos que Menma le ofrecía y comió el ramen. 

Menma noto su mirada y pregunto con la cabeza ladeada - Mamá ¿Te sientes bien? -

Naruto contesto despreocupadamente - Si - 

Menma dudo un poco y dijo - No quiero que mamá se guarde su sufrimiento, si no te sientes bien es mejor decirlo que sufrir solo - 

Naruto agarro un pañuelo de papel para limpiarse las lágrimas y le sonrió - Lo siento pequeño, no es nada grave - 

No llores, mi cieloWhere stories live. Discover now