Capitulo 14

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Las ultimas clases tuvieron que suspenderse porque uno de los niños tuvo un brote de varicela y se temía que pudiera contagiar a más niños. El profesor del grupo hablo con los padres y enviaron a los niños a casa uno por uno.

Menma abrio la puerta y entro, pero antes de cerrar la puerta, primero se puso en cuclillas para recoger las pantuflas de la puerta. Cuando levanto la vista y vio a alguien parecido a su madre, se congelo y dejo de respirar.

-Bienvenido Menma -

Su madre, su querida madre que consideraba muerta, ahora estaba enfrente de él, con la misma sonrisa que recordaba. Sus ojos azules, su cabello dorado y sus marcas en la mejilla no lo hicieron dudar.

En cuanto Naruto oyó la puerta abrirse, se había levantado del sillón y dibujado una sonrisa -¿Te fue bien en la escuela? -

Oh, cuanto deseaba hacer ese tipo de preguntas.

Obviamente, Menma esperaba lo mismo y sus grandes y redondos ojos azules brillaron a causa de las lágrimas y corrió hacia su mamá.

Naruto lo recibió con los brazos abiertos y lo abrazo con fuerza.

-Eres... eres ¿Mi mamá? -

El rubio se sorprendió al escuchar la voz de su hijo, aunque su voz se escuchaba como un murmullo, aun así no pudo evitar sentirse tan feliz - Si -

Una clara sonrisa apareció en el rostro de Menma y le susurro, sonrojándose un poco - Te extrañe -

Naruto miro el rubor en la base de sus orejas y no pudo evitar soltar algunas lágrimas - Yo también te extrañe - 

Por fin podía abrazar a su hijo como tanto deseaba, sin ningún traje que lo escondiera. Después de unas pocas palabras, Menma se dio cuenta cuanto de que su madre no había cambiado para nada, por lo que se relajó y dejo que las lágrimas siguieran fluyendo.

Naruto acaricio su espalda y le susurro cuanto lo había extrañado.

Menma lo llamo suavemente - ¿Mamá? -

-¿Hmm? -

Menma aparto ligeramente la cabeza, con sus grandes ojos azules y pregunto - ¿Te vas a quedar conmigo por siempre? -

Un indicio de cautela brillo en los ojos de Naruto ya que esta pregunta no era desconocida para él. Dios le dio la oportunidad de estar con vida, pero ¿Por cuánto tiempo? Había una gran probabilidad de que cuando su hijo fuera suficiente feliz, va a regresar al más allá.

Ahora que su hijo le pregunto de repente, se dio cuenta de que esto no era eterno.

Mientras reflexionaba, Menma lo volvió a abrazar y dijo - No importa, lo importante es que estás conmigo ahora -

Naruto sonrió y le dio un beso en la coronilla de la cabeza - Mi niño, esto va a ser un secreto entre nosotros -

Los ojos de Menma se iluminaron rápidamente, asintió y dijo -¡Si! -

A Naruto se le ocurrió cocinar algo delicioso para su hijo.

Cuando era un fantasma, muchas veces había querido cocinar. También cuando estaba enfermo, su deseo era cocinarle un pastel, pero el cáncer lo dejo muy débil.

Ahora que Dios le dio la oportunidad, su deseo se ha reavivado. 

-¿Quieres un pastel? -

-¡Si! -


Naruto le pidió permiso a la cocinera y esta acepto con gusto. El rubio empezó a sacar los ingredientes del refrigerador y empezó a ponerlos sobre la mesa.

Dividió la mantequilla y el azúcar glas en las proporciones exactas indicadas en el recetario, las vertió en un bol transparente y las mezclo con una batidora. Menma le siguió muy de cerca y le pregunto - Mamá ¿Quieres que te ayude en algo? -

-Bueno - Naruto pensó por unos momentos y recordó que en una tienda de postres había visto un pastel enorme con rodajas de frutas y crema exquisitamente hermoso a la luz cálida del crisol - ¿Por qué no me ayudas a sacar las fresas de la nevera y a lavarlas? Así podre decorar el pastel -

Menma asintió rápidamente - ¡Esta bien! -

Naruto añadió la harina a la mantequilla batida, añadió la leche y los huevos y los removió mientras precalentaba el horno.

Cuando termino con todos los preparativos que tenía a mano, giro la cabeza y vio a Menma poniendo las fresas lavadas en un plato, acercando un pequeño banco para ponerse de pie y alcanzando el afilado cuchillo de cocina en el soporte sobre la encimera.

Naruto se sobresaltó y se apresuró a detenerlo - No te muevas, solo lávalas y déjalas ahí -

Menma giro la cabeza para mirarle y se preocupó al ver a su madre - ¿No quieres que las corte? No quiero que te hagas daño -

La figura de Menma que era mayor por la altura de la banca y Naruto muy bajo, lo hizo sentir doblemente angustiado. Así que empujo el soporte de cuchillo hacia delante hasta una posición fuera del alcance de la longitud del brazo de Menma y toco suavemente su cabeza mientras decía - Yo las cortare, Mamá no se hará daño - 

El profesor de la clase hizo una llamada telefónica especial a Sasuke para explicarle lo sucedido en la escuela y debido a la incertidumbre de que "Kurama" se había reunido con Menma, decidió bajar.

Acababa de bajar el último escalón cuando percibió un rico y dulce aroma en la casa. Antes de que pudiera reaccionar del todo, una figura choco de repente con él y levanto inconscientemente la mano para detenerla. El olor dulce y ligero de la mantequilla se mezclaba con el aroma cremoso que llenaba la sala de estar. La persona que se estrelló en sus brazos aún no había borrado la pesada sonrisa de sus ojos y giro la cabeza para mirarle, un destello de consternación recorrió el fondo de sus ojos antes de recoger apresuradamente su expresión y poner su cuerpo en pie.

-Sasuke - Naruto dio un paso en falso hacia delante y aparto la espalda que tenía casi pegada al pecho, girando la cabeza para mirarle con una expresión ligeramente aturdida - Estabas aquí - 

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Nos vemos hasta el 20 de Enero. 


No llores, mi cieloWhere stories live. Discover now