Capitulo 15

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La nariz de Naruto seguía cubierta de una densa crema blanca, tal vez sus manos estaban un poco sucias y preocupado por manchar la ropa del Uchiha, se movió de nuevo a un lado, levanto ligeramente la mano y dijo – Pensé que te habías ido a trabajar, ya que la casa estaba en silencio –

Menma no se había dado cuenta que su padre estaba aquí, así que salió corriendo de la cocina con las manos en alto, sonriendo ampliamente y abrazo a Naruto de la cintura.

-Menma, no corras – dijo Sasuke con voz profunda.

Cuando Menma vio a su padre, se escondió detrás del rubio.

-No se preocupe, señor Uchiha, Menma está en buenas manos – Dijo Naruto.

Sasuke no dijo nada, solo miro al rubio con una expresión ligera.

Naruto se quedó en silencio. 

La llegada del azabache calmo los ánimos de Naruto y Menma, que acababan de volverse un poco locos con su reencuentro.

El rubio miro a su hijo – Muy bien, vamos a lavarnos las manos, tenemos que prepararnos para la cena –

Tras volver a la cocina y lavarse las manos, Naruto puso en un plato dos rebanas de pastel recién hechos y se los entregó a Menma – Llévatelos y cómelos con tu padre, la cena estará lista más tarde –

Menma tomo obedientemente el plato, pero se quedó quieto, con sus ojos azules como los de un husky – Mamá –

Naruto se inclinó ligeramente, manteniendo los ojos fijos en su retoño - ¿Qué pasa? –

La cara de Menma aún estaba roja  de tanto correr y reír y frunció los labios con un poco de tristeza, pregunto - ¿No vas a desaparecer, ¿verdad? –

Naruto no supo que responder a su pregunta. Después de un largo rato, se limpió la crema sin lavar de la mejilla con las yemas de los dedos y dijo – Si es el deseo de Menma, me quedare por un tiempo –

Menma sonrió - ¡Quiero que te quedes conmigo para siempre! –

-Entonces, así será –


Naruto se dio cuenta durante su estadia, que su hijo no hablaba cuando estaba enfrente de su padre, solo cuando estaban a solas hablaba sin parar. Los criados también aceptaron que no era el ex esposo del señor Uchiha, además era imposible que los muertos regresaran a la vida, así que lo trataron más cordial.

De hecho, Naruto no estaba acostumbrado a que lo sirvieran, así que hacia sus quehaceres sin ayuda de nadie.

-Creo haber escuchado que solo estarías pendiente en las necesidades del niño – Sasuke levanto los ojos de la revista "Economía Konoha" que estaba leyendo y lo miro - ¿Qué haces limpiando los jarrones? –

Naruto dejo con cuidado un jarrón de cerámica exportado de china y miro sobre su hombro al azabache – El polvo puede ser malo para el niño –

Sasuke soltó un suspiro y siguió con la lectura, aunque de vez en cuando miraba de reojo lo que hacía el rubio.

Después de unos minutos, Menma se le unió para hacer las tareas domésticas, venia corriendo de un lado a otro trayendo diferentes cosas de limpieza. 

El azabache había adivinado que su hijo se iba a encariñar rápidamente con "Kurama" por el gran parecido de su madre, pero nunca pensó que tanto. Siempre estaba pegado como un chicle y raramente podía hablar con el rubio, sumándole que también tenía que ir al trabajo.

Pero por lo menos ya no era necesario conseguir una niñera o una madre.

Después de cenar, Menma se puso el pijama, pero aún no estaba listo para dormir.

Como Menma tenía una semana libre, Sasuke no podía ocuparse de él a causa del trabajo y Naruto no le exigía una hora a la cual levantarse, por lo que podía dormir tranquilamente todas las mañanas hasta que se despertaba de forma natural. Pero como se despertaba más tarde, también se iba a dormir más tarde que cuando estaba en el periodo escolar.

Naruto estaba en el suelo recogiendo los juguetes, Menma se puso en cuclillas a su lado y toco su hombro – Mamá ¿Puedes hacerme una bufanda? –

-¿Una bufanda? –

-Si –

Naruto se rio, Sasuke siempre le regalaba una bufanda o un chaleco a su hijo en cada cumpleaños - ¿No estas cansado de eso? –

Menma bajo la cabeza avergonzado.

Naruto quiso darse una bofetada por soltar ese tipo de comentario y pensó que a su hijo no le pudo regalar nada durante años, además una bufanda hecha a mano era buena idea, ya que pronto el clima sería más frio dentro de unos meses – Esta bien, te hare una –

Menma alzo la cabeza y sonrió enormemente -¡Si! – 

Cuando Naruto se levantó del suelo, se sintió mareado por un momento y Menma a su lado le agarro la mano apresuradamente.

Hasta que Naruto dejo de tambalearse, Menma no dejo de sujetar su mano con fuerza y con el rostro lleno de pánico, tampoco se atrevió a soltarlo – Mamá... tu... estabas desapareciendo –

Naruto no tenia en claro cuánto tiempo iba a estar con "vida" todas las palabras que soltó ese día, regresaron a su mente como un espejismo. "Cuando mi hijo este estable, ya no me quedare en el mundo de los vivos"

-Ya no quiero la bufanda –

El rubio sacudió la cabeza para alejarse de esos malos pensamientos y miro a su hijo.

-Si... deseo más, Dios te va a volver a llevar –

Las lágrimas de Menma empezaron a resbalar de sus mejillas.

Naruto lo tranquilizo y acaricio suavemente el dorso de su mano – Esta bien, solo tuve malos pensamientos y Dios me castigo un poco. No te preocupes, me quedare a tu lado para siempre –

Menma lo miro con incredulidad, como si estuviera juzgándolo.

Naruto sonrió y dijo en tono amable – Realmente no es nada – intento desviar su atención, así que le apretó suavemente la mano y le dijo a su hijo – Bueno... ¿Menma quieres jugar con mamá? –

No llores, mi cieloWhere stories live. Discover now