Aventura y conflicto.Aitara.
Señor, tú sabes que yo no soy capaz de matar, no pongas tentaciones en mi camino.
Yo te apoyo, hay que matarlas.
Abro un ojo observando como las señoritas Rose Miller y Elizabeth Brown, alias, mis primas, abren las cortinas de mi magnífica y sagrada habitación.
-¿Qué diablos hacen? -me levanto de golpe al recordar que se supone que Matteo durmió aquí anoche-. ¿Dónde está...? ¿Qué hora es?
-Son las doce del mediodía. ¿Dónde está quién? -averigua Elizabeth.
Me pongo la almohada sobre la cabeza, ignorándolas como a todo el mundo que no sean mis padres. A de saber Dios si Matteo se fue a su habitación en la madrugada.
-Lárguense por ahí a contar ovejas -murmuro.
-¡Despierta! -insiste Rose-. ¡Queremos salir a pasear con Matteo y Zaid! ¡Nos dejarán si no te despiertas rápido!
-Oh, cuánto me duele -me giro poniendo una mano en mi corazón y mirándolas con una expresión dolida-. Creo que me dará un ataque de tristeza y moriré.
-Señor, ilumíname la mente y dame paciencia. -Ellie levanta las manos al cielo. Qué drama.
-A ver, las dos son bastante grandecitas y tiene sus coches, váyanse solas a donde quieran y, ¡déjenme dormir!
-¡Qué no! Levántate, no te vas a quedar echada todo el día.
Los golpes de la puerta llaman mi atención. Me levanto al instante, iracunda.
-¡¿Quién diablos jode ahora, caraj...?! -Las palabras mueren en mi boca cuando abro la puerta.
-Vaya, que buenísimas tardes -Matteo señala mi diminuto pijama. Se apoya en el marco de la puerta imponiendo su altura sobre la mía.
Pervertido maldito.
-¿También estás en el club de los molestos? -señalo a mis primas-. Lárguense sin mí, yo quiero dormir.
-De hecho, vine a despertarte, ya que estás dos no tuvieron éxito -las señala.
-¡Qué puta insistencia! ¡Que no voy!
-Si vas.
-Que no.
-Que sí.
-No. No. No. Y no.
-Si tú no vas, yo tampoco -pasa como si fuese su habitación y se acomoda en mi cama ensuciándola con sus zapatos-. Ven, Rosse, vamos a dormir tan cómodos como anoche. -Palmea la cama.
Se me descuelga la mandíbula y mis primas se miran entre ellas.
-No dormimos juntos. -Les aclaro y hablo más rápido de lo debido.
-De hecho, sí. -El imbécil me contrarresta.
-No.
-Si. -Toma la almohada de la habitación de huéspedes que trajo anoche-. Esta se parece a mí almohada.
-Iré solo porque quiero, no porque me obligas, putain d'italien. -Lo maldigo en francés.
-¿Si sabes que también hablo francés? -Achica sus ojos mirándome.
-¿Por qué crees que te maldije en francés? -Lo miro mal.
Rueda los ojos ignorándome.
-Bien, lárguense -señalo la puerta contando mentalmente hasta diez-. Bajo cuando esté lista.
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Mío.
Romantik[LIBRO #2 DE LA SAGA SUEÑOS] [+18] ¿Hay fantasmas del pasado que nunca se van? Aquí entendemos que a veces los errores del pasado siempre nos persiguen hasta terminarnos por completo. En un mundo donde la línea entre el amor y la guerra es tan delga...