Capítulo 11.

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Pesadillas del pasado.

Aitara.

Nunca había extrañado tanto el característico olor de mi casa, la familiaridad y tranquilidad que me trae. El clima de Londres; tan frío como hermoso. Al entrar a mi hogar lo primero que hice fue abrazar a mis padres el mayor tiempo posible, no sabía que en pocos días los podía extrañar tanto.

Observo las paredes de la habitación de mis padres en absoluto silencio mientras mamá arrastra un sillón sentándose frente a nosotros. Al fin sabremos qué es lo que sucede.

—Antes que nada, quiero disculparme con ambos por haberlos hecho pasar todos estos días de aquí para allá sin saber qué sucede.

Prestamos atención en completo silencio.

—Hace más de treinta años hubo un conflicto entre la familia de su papá y la mía, nosotros nos vimos obligados a separarnos, ya que mi padre traicionó al suyo para quedarse con la empresa —inicia y estás pocas líneas empiezan a desconcertarme—. Mi padre cambió los números de unos planos y compro materiales de baja calidad para la construcción de una casa de campo, esto provocó que fallaran las columnas y se derrumbaran asesinando a cuatro personas dentro...

¿Qué? ¿Por eso nunca hemos visto a mi abuelo materno? Miro de soslayo a mi hermano que luce tan desconcertado como yo, paso la vista a mamá que se mantiene en total serenidad y continua la historia.

—Tras todo esto ellos separaron las empresas y los Maxwell se mudaron a Manchester, perdimos todo contacto, pero su padre nunca dejó de pensarme y me stalkeaba todo el tiempo —sonríe con ojos empañados sacándonos una sonrisa—. Desde niños nos quisimos mucho y varios años después, cuando ya estábamos en la universidad, nos reencontramos... No todo fue color de rosa, ya que ambos estábamos comprometidos, él con Isabella y yo con Ethan Fernsby.

—¿Ese no es del que hablaban en la televisión el otro día? —Pregunta mi mellizo y ella asiente.

—La cosa es que cuando Theo regresó a Londres yo debía convencerme de que me caía mal porque mi padre me tenía prohibido hablar con él. En esas fechas descubrí que mi prometido me estaba siendo infiel, así que como venganza me fui de fiesta con Camila, Jacob, Isabella y Theo, cosa que también tenía prohibida. Salió un reportaje donde decían que Theo y yo éramos "novios" porque en la discoteca un tipo se propasó conmigo y él me defendió. En fin, que todo esto me generó problemas con mi familia y la de Ethan, por lo que decidí terminar con él frente a todos los periodistas.

—Vale... no estoy entendiendo -interviene mi hermano—. ¿Todo esto que tiene que ver con qué nos hayan enviado a Italia?

—Déjala terminar —lo callo.

—Bueno, me surgió la idea de proponerle a su padre que fingiéramos una relación para molestar a nuestras familias y así lo hicimos, todo iba bien al punto que llegamos a enamorarnos de verdad y decidimos ser novios reales hasta que un día me entere de que Theo y Timothée tenían un plan y no lo deje explicarse el día que me entere, salí corriendo de donde estábamos y me dediqué a no hablarle varios días.

—¿Qué plan? —Preguntamos al unísono. No creo que mi papá sea capaz de hacerle daño ni en sus días peores.

—Eso se los contaré otro día.

Guardamos silencio escuchando todo a detalle, hasta que llega la peor parte de todo esto.

—¿Él te obligó a que estuvieran juntos? —Indaga mi mellizo. Su voz destila odio e impotencia.

—Así es, me amenazo para que me casara con él si no enviaría a sus abuelos a la cárcel y dejaría a Theo y Thiago en la calle —limpia algunas lágrimas rebeldes—. En este transcurso de tiempo intentó estar conmigo varias veces y yo siempre me zafaba hasta que un día me amenazo con abusar de mí si no estaba con él por voluntad.

Mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora