Estragos x De La x Guerra

427 55 3
                                    

Ayla miro con tristeza la partida de Tori. Ella sabía perfectamente que la joven no daría media vuelta y dejaría la misión.

Con la mano en la cintura y una sonrisa de victoria volteó a ver a Taro, quien estaba sentado en el árbol con Zestu.

Ayla: Te lo dije. Conozco mejor a tu hermana que tú.

Taro bajó del árbol de un salto, quedando frente a Ayla. Estaba un poco decaído pero resignado.

Taro: Ya sabía. Pero lo último que se pierde es la esperanza

Ayla le dió un puñetazo a Taro en el hombro, lo suficientemente fuerte para hacerlo tambalear.

Taro: ¡Auch! ¡¿Eso por qué fue?!

Ayla: Si no querías que viniera, simplemente¡NO LE HUBIERAS DICHO!

Taro: ¿Y que querías? ¿Que le dijera una mentira?

Ayla: “Hola hermana. Ya tengo información de los tipos malos, pero que crees. Es en un lugar peligroso y de muerte, lo siento pero no puedes venir ”

Dijo imitando la voz de Taro como una burla, para Ayla siempre fue una mala Decisión traer a tan joven personal, pero poco a poco confío en que podría sobrevivir, siempre y cuando no se despegue de ellos.

Taro: Ya una vez le traicioné, no podía simplemente hacerlo una segunda vez

Ayla: Bien, entonces no te queda más opción que confiar en que no se va a matar.

Le dió nuevamente otro golpe, ese era más por desahogo que una lección.

Taro: ¡Ese ya no era necesario!

Ayla: Para mí si lo era.

Dijo finalmente antes de ponerse su máscara e irse. A su parecer Taro no era capaz de entender lo que significaba ser un hermano. Al contrario, a su vista Taro se movía por culpa y no por amor.

Mientras tanto, la chica antes mencionada caminaba directamente a dónde estaban los príncipes, temía que Kurapika fuera alguna de las bajas.

Conforme caminaba encontrabas a muchas personas heridas, otras llorando por la perdida de sus familiares, y peor aún habían cadáveres que bajaban del barco.

Conforme veía este panorama tan deprimente, dos cosas pasaban por su mente. La primera era que Kurapika siguiera vivo, y la segunda que Leorio estuviera bien.

Su caminata se tornó un poco torpe y apresurada. Su respiración cada vez se aceleraba, mientras que su corazón comenzaba a palpitar tan rápido que sentía que en cualquier momento saldría de su boca en pedazos.

Dado momento sus pensamientos comenzaron a jugarle mal, comenzando a pensar cosas muy horribles; Tal vez Kurapika está herido de gravedad. ¿Y si perdió algún miembro? ¿Y si perdió a Woble? ¿Dónde está Leorio? Si no está aquí, entonces está herido. ¿Y si le mataron en el camino? ¿Que ocurre si dió su vida por salvar a alguien?.

Sus pensamientos fueron completamente interrumpidos por la presidenta Cheadle, quien choco con ella y al mismo tiempo salvando su cabeza de pensamientos intrusivos.

Cheadle: ¡Oh! ¿Estás bien?

Tori: ¿Eh?... Si, estoy bien.

Cheadle: Pareces una gelatina temblorosa a punto de derretirse.

Tori notó que su cuerpo entero estaba temblando, pero no del frío, parecían más como pequeños espasmos que le harían caer .

Cheadle: Ah, ya sé lo que te pasa. Estás preocupada por tus amigos ¿O me equivoco?

HUNTER X HUNTER (KILLUA Y TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora