Paz x En La x Tormenta

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Tori respiraba con dificultad, viendo lo que acababa de hacer. No se arrepentía, al contrario, estaba feliz de haberlo hecho.

Felicidades, tenemos un trato. Te libero a ti y a tu descendencia de la maldición, con una condición”

Tori: ¡¿Que?! ¡Eso no era parte del trato!

Se levantó enojada, apuntando su cuchillo al árbol

“Tu vida normal no será como la imaginas”

Tori la miró unos segundos incredula, no lograba entender cómo demonios sabía que era lo que ella tanto anhelaba. Una vida normal. Sin embargo, sin decirle a nadie que era lo que quería, la estaban condenando

Tori: ¡¿Que carajos quieres decir con eso?! ¡Nunca dijiste una maldita condición!

Las personas que estaban a su alrededor no tenían idea de lo que decía ni a qué se refería, a excepción de Adal. Solo porque él decía que algo estaba ahí no la detenían, pero, a sus ojos, la cordura de Tori se había ido al infierno.

Adal: Eso es verdad, nunca dijiste una condición, solamente pediste sangre.

La cosa que estaba en el árbol volteó felizmente a ver a Adal, está mirada vacía y extraña le intimidó demasiado, pues jamás había visto algo así. Su sangre se heló completamente mientras trataba de asimilar que esa cosa era real.

Yo mando sobre ustedes. Y si pido más sangre, me la darán”

Regresó su mirada a Tori. Quería más sangre, cosa que le asusto a la chica, ¿exactamente que quería?

Las ramas se comenzaron a mover hacia Tori. Esto era visible incluso para los demás, esto era prueba suficiente para saber que era real lo que veían. Ramas secas de un árbol se movían hacia Tori.

Lisel y Taro reaccionaron muy asustados, tratando de acercarse de inmediato para evitar que algo le ocurriera. Pero, Adal los detuvo, tenía miedo, y sabía que la única cosa que mantenía a raya al monstruo era su nieta.

Tori: ¿Más sangre? ¡¿Acaso quieres que destroce el cuerpo?! ¡Eso no puedo! ¡Ya es demasiado!

La rama que se acercaba por la espalda de Tori se clavó en su espalda baja, haciendo que emitiera un ruido de dolor.
Comenzó a moverse, similar a una manguera que utilizas cuando riegas las plantas para que no se mueran.

Las venas de Tori se comenzaron a tornar negras, poco a poco extendiéndose por su cuerpo hasta llegar a su rostro. El proceso realmente le dolía, sus venas ardían cómo el fuego. Tal vez así se siente ser quemado vivo.

Lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, pero no eran transparentes cómo debe de ser. Sus lágrimas se tornaron de color rojo mientras abría su boca en un intento inútil de gritar por el dolor. Solamente podía emitir pequeños gemidos de dolor ante tal agonía. Ni siquiera desbloquear el Kieru fue tan doloroso cómo eso.

Ya lo dije, su quiero sangre, me la darán”

Involuntariamente, Tori llevó sus manos al cuello del cadáver de Okuda, apretaba con fuerza, usando esto como un pequeño escape al dolor que sentía.

La imagen tan cruel y dolorosa la que veían sus familiares, los dejo boquiabiertos, no sabían cómo reaccionar. Solo dejando que su respiración saliera con dificultad. Temblando de las manos, mientras pensaban exactamente que era lo que debían de hacer.

HUNTER X HUNTER (KILLUA Y TÚ)Where stories live. Discover now