Capítulo 4

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Si servía de consuelo para cualquiera o para su yo del futuro. En verdad, en verdad, Blitzø hubiese querido golpearse mentalmente por su decisión o su falta de juicio.

Él hubiese querido detenerse y disculparse, ser el tipo de demonio adulto que toma las decisiones acertadas y ve la absoluta complicación que estaba creando al actuar de esa forma. Pero ¿cómo se suponía que parase sus impulsos cuando Stolas lo había recibido con exuberante entusiasmo? Después de la sorpresa inicial, Blitzø se encontró ahogándose en besos y compitiendo con Stolas por ver quién desvestía al otro más pronto o de cuántas formas podían saciar su curiosidad cuando se trataba de estar juntos. No hablaron más allá de decir el nombre del otro, porque era obvio que ese hechizo fácilmente podía romperse si dejaban que sus mentes tomasen el mínimo control. Tampoco fue algo depravado o degenerado que Blitzø fácilmente podía clasificarse como un encuentro común y olvidable. Y no fue rápido, ante la excusa de sacarlo del sistema, y salir de ahí sin mirar hacia atrás. Maldita sea, desde el primer contacto con Stolas, todo eso se sintió perfecto. Tal vez un producto de la fantasía de un hogar, una familia y de alguien esperando por él dentro de esos términos. Tal vez porque era Stolas, quien estaba tan dispuesto a ayudarlo sin obtener nada a cambio. Pero tampoco se sintió como si estuviese enterrándose entre sus perfectos muslos como un pago o agradecimiento. Simplemente era algo que debía pasar, por absurdo que pareciera.

En verdad, en verdad, Blitzø hubiese querido golpearse mentalmente por su decisión. Pero era imposible hacerlo cuando había superado sus expectativas.

Si Blitzø fuese otro tipo de demonio, uno mejor y poco realista, él podría creer que la forma en que se aferraban uno al otro, embriagados en explorar el cuerpo del otro, fácilmente podría clasificarse con hacer el amor.

Lo cual, solo para dejar constancia, aún si era en su mente, era absurdo.

Porque lo que realmente había ocurrido en la entrada de esa pequeña casa hogareña y luego en la cama de Stolas, fue pura desesperación. La soledad de Stolas encajó perfectamente con el abandono de Blitzø. Con eso en mente, cuando Blitzø despertó a primera hora de la mañana, mucho antes de que su alarma sonase, él se encontró admirando a Stolas junto a él.

Su plumaje mucho más desordenado que la primera vez que lo había visto pero aun así lucía mil veces más atractivo. Stolas estaba dormido y aun así el brillo perpetuo del set superior solo iluminaba su rostro ligeramente de una forma romántica o peligrosa dependiendo del observador. Para él era una mezcla de ambas cosas. Sus largos brazos, uno envuelto en la cintura de Blitzø y otro presionado contra su pecho mantenían la elegancia perpetua en todo lo que Stolas hacía. Su cuerpo era atrayente, de extremidades distinguidas y curvas suaves. Blitzø enroscó su cola entorno al muslo de Stolas y lo escuchó suspirar, presionándose más cerca de su cuerpo.

Blitzø pudo sentir como su cola ascendió por su propia cuenta, serpenteando con la punta, encontrando el camino entre los muslos de Stolas hasta que él se arqueó en un jadeó. Blitzø sonrió de lado al notar tan perfecta reacción. Bien, tenía una hora para despertar al bello durmiente ¿no? Eso iba a ser un reto muy entretenido.

Y una razón más para no tener que hablar de lo que estaba ocurriendo entre ellos.

El sexo, después de todo, era un idioma que Blitzø conocía muy bien.

▬◙▬

Desayunar con Stolas y Octavia para luego ir a trabajar había sido un cambio agradable a su rutina. Y pensar que su plan inicial había sido tomar sus cosas y saltar por la ventana. Pero a veces su cola y otras partes de su cuerpo tenían buenas ideas. La posibilidad de que al despertar las cosas fuesen incómodas había salido por la ventana después de cómo iniciaron la mañana. Antes de que saliera de ahí, Blitzø quiso aclarar las cosas entre ellos, un rápido recordatorio de que técnicamente eran desconocidos y a lo mejor potenciales amigos con excepcional química y nada más. No era el tipo de conversación madura y seria que otros demonios podrían tener y en realidad era excesivamente cobarde de su parte minimizar el asunto de esa forma, pero se trataba de Blitzø ¿quién podía esperar que actuase responsable cuando se trataba de sí mismo? Pero Stolas se apresuró a decirle que era consciente que había sido algo impulsivo, pero no estaba seguro de querer ser el amante de alguien que al parecer tenía una buena relación con su novia. Cuando Blitzø le explicó que Verosika y él eran poliamorosos y sexo casual con otras personas era totalmente aprobado entre ellos, no le extrañó que Stolas pareciera incrédulo. Así que Blitzø le enseñó el chat que mantenía con su novia, donde ella bromeaba sobre su más reciente conquista y cómo Blitzø la animaba a intentar cosas extremas. Eso calmó a Stolas y fue agradable que su siguiente pregunta se tratase de Loona y si ellos iban a seguir con el plan. Blitzø asintió, prometiendo volver ahí después del trabajo. Stolas había lucido entusiasmado y rápidamente se sonrojó, asegurándole a Blitzø que no esperaba nada más que su compañía. Él se encontró riendo ante el torpe demonio frente a él que parecía más feliz con una charla que con tener la cabeza de Blitzø entre sus piernas.

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