Capítulo 16

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Blitzø jamás pensó que pondría en su top 5 de cosas más bizarras que le habían pasado en su jodida vida que la mujer que conoció en un club kinkster intentara asesinar al demonio que lo tenía hecho un lío mental. Curiosamente, ver a Stolas manejar el intento de asesinato con bastante proeza le resultó increíblemente reconfortante y bastante sexy. Tampoco le sorprendió que Stolas invitara a tomar el té a la asesina. A ese punto, y con todo lo que había vivido en los últimos tres días, Blitzø solo apoyó su mentón sobre la mesa de la cocina y vio a la otra imp sonreírle a su objetivo al recibir una bonita taza con fragante té.

—¿Así que ustedes se conocieron ayer? ¡Qué pequeño que es el Infierno! —Stolas les sonrió genuinamente, y un brillo de curiosidad se iluminó en sus ojos. En los cuatro de ellos.

—Sí, he ido a clubs así antes, pero este era más elegante de lo normal, —la mujer lo miró—. Mi nombre es Millie, por cierto.

—¿Dónde están mis modales? —El expríncipe se enderezó, visiblemente apenado—. Soy Stolas, y este es Blitzø.

Él solo giró su cabeza para apoyar su mejilla sobre la mesa. Había un hacha en la sala, una asesina en su casa, y Stolas estaba siendo educado...

...y Blitzø no estaba disparando a Millie.

—¡Oh, lo sé! En el sobre había información de ustedes dos. Pero solo una foto de su majestad, —Millie continuó y le dio un sorbo a su té—. Esto sabe delicioso, ¿tiene almendras?

—¡Sí! Pero pequeña, no me llames majestad, dejé de ser eso tiempo—

—¿Sobre con información? —Blitzø se puso alerta e hizo un gesto al otro demonio para que guardara silencio—. ¿Había información sobre las niñas...?

—Blitzy... —Stolas tomó su mano sobre la mesa, haciéndole percatarse de que estaba apretando sus puños—. Ella no sabía de las niñas.

—Pensé que era un objetivo simple... —Millie sonrió avergonzada y se ocultó detrás de su taza—. Una pequeña distracción.

—¿Matar a un Ars Goetia? —Blitzø enmarcó una ceja—. ¿Llamas a eso distracción?

—Un Ars Goetia con sus poderes sellados, —ella se encogió de hombros.

—¿Eres estúpida?

—¡Blitzy!

—No, déjalo, es un bocazas, —dijo Millie bajando su taza y tamborileando sus pequeñas uñas afiladas sobre esta—. Yo también reaccionaría así si alguien se mete en mi casa.

—Entonces vas a cooperar e ir conmigo al sótano para arreglar esto, ¿no? —Blitzø sonrió de lado.

—¡Blitzy!

Millie giró los ojos y le lanzó una larga mirada burlona.

—Digamos que coopero y voy contigo, dulzura. Ya sabes que puedo vencerte en cuestión de minutos y atarte como un bonito regalo en la mitad del tiempo. —Ella miró a Stolas con curiosidad—. Luces muy tranquilo de saber que tu novio y yo estuvimos jugando en un club de BDSM. ¿Ustedes están en una relación abierta?

—Oh, no, Blitzø y yo no somos pareja, —aclaró Stolas riendo avergonzado mientras sus plumas se elevaron ligeramente—. Es un matrimonio por conveniencia, ¿sabes?

—¿No decía eso tu sobre...? —Blitzø frunció el ceño—. ¡Espera! ¿Planeaste que nos conociéramos ayer?

Porque eso sería bastante impresionante.

—¡No! —Millie deslizó sus manos por su cabello y se dejó caer hacia atrás visiblemente frustrada—. Es complicado...

—Sí, claro ¡Intentaste asesinar a Stolas!

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