卐☭ Nazunist ⚣ (2)

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Advertencia: Traumas psicológicos, depresión pos parto, situación de riesgo infantil.
 

—¡ARGH, ME DUELE, SÁCALA, ME DUELE! –Los alaridos del menor se oían por todo el terreno, apenas hace quince minutos había comenzado trabajo de parto ya con nueve meses cumplidos y el dolor que sentía lo obligaba a recordar aquella agónica tortura de tres meses seguidos que pasó a manos del estadounidense en esa celda fría—.

—Respira, tienes que respirar al ritmo que te dije y relajarte, sé que duele pero tienes que ser fuerte, recuerda que eres el mejor soldado que ha tenido tu territorio –URSS prácticamente corría recolectando todo lo que había preparado ese último mes tras leer varios libros, debido a su distancia del pueblo más cercano y la identidad del germano, no podía simplemente conseguir a una enfermera que ayudase– Ya falta poco, solo tengo que colocar un par de cosas más, respira.

—¡Me duele, por favor!.. por favor ya no quiero... –Las gruesas lágrimas caían por sus mejillas rojas por el esfuerzo, el dolor era tan grande que sentía su fuerza flaquear hasta quedar inconsciente sobre las mantas acomodadas en el suelo de la sala para mayor espacio—.

—¡Reich! –Ya en pánico el ruso intentó despertarlo pero el más bajo simplemente no respondía, además de ver sangre salir de entre sus piernas así que tuvo que tomar la decisión más importante y peligrosa en ese momento, sus grandes manos no temblaron más y tomó el bisturí del botiquín—.

Limpió con un gran pedazo de algodón humedecido de alcohol yodado el vientre del de esmeraldas y una vez libre de cualquier cosa hizo el corte en un suspiro, pasando así capa por capa necesaria hasta ver un
pequeño piecito amarillo a lo que con cuidado metió ambas manos entre la sangre para sacarlo, sin mucho mirarle le dejó a un lado entre una manta polar y se dedicó a limpiar lo necesario antes de comenzar a suturar con prisa cada capa cortada para así evitar una hemorragia. Le tomó cerca de una hora terminar todo de manera impecable, solo volviendo en si cuando un movimiento en el rabillo de su ojo le indicó que algo se movía, entonces recordó la presencia del neonato y giró a mirarlo con preocupación de que no hubiese hecho ruidos en todo ese rato, pero simplemente lo encontró dormido y moviendo un poco su pequeña manito de dedos regordetes entre sueños.

Así que le tomó en brazos para comenzar a limpiar con agua ahora tibia su cabello de un precioso dorado, su piel tricolor muy germana y su.... Al parecer si se trataba realmente de una damita.

Soltó una pequeña risa suave y tuvo una fugaz idea de que tendría definitivamente el carácter del europeo cuyo color volvía lentamente al igual que su sangre que se regeneraba según sus ya limitadas capacidades por la pérdida de su territorio un año atrás.

La niña aún no abría los ojos pero a simple vista se le notaba ansiosa por lo que le preparó un biberón con leche suave en lo que se sentaban en el sofá esperando a que el de esvástica se recuperara. Esto ciertamente tardó tres días enteros en los que se observaban mejorías así que le dejó su tiempo al ex facista para sanarse de todo, mientras tanto ambos Se conocieron un poco más.

Llegando con eso a un gran problema seguro para el desafortunado padre, la niña tenía ojos de un azul desagradablemente conocido.

El escarlata sabía que una inocente criatura no tenía culpa de nada, pero siendo el otro tan reactivo podría reaccionar con pánico al ver sus brillosos ojitos, aún así se iba a encargar se seguir cuidándola hasta que ya no fuese necesario.

—¿Sow...jet? –La voz rasposa y lenta de Dritte se oyó en tono bajo desde su habitación, a la que había sido trasladado el segundo día para que estuviese cómodo y abrigado—.

—Reich, ¿Cómo estás, te duele algo? –El de hoz y martillo salió de su oficina para llegar a la habitación con la pequeña arropada en brazos—.

ONE SHOTS /Country Humans/Where stories live. Discover now