卐☭ Nazunist ⚣ [3]

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Otra vez lo despertó el condado ruido de todos esos niños chillando y corriendo de un lado a otro en el jardín, ya casi llevaba más de un año viviendo en la mansión soviética y aún no se acostumbraba a esa "Vida en familia", así que prefería meterse todo el día en la oficina del eslavo mayor a robarle planos para corregirlos o hacer nuevos de armas que antes había pensado para su territorio.

Por suerte con el cambio de estación el maldito frío comenzó a disiparse, así que le costó menos trabajo levantarse de cama para tomar una ducha en la gran tina del carmesí debido a que compartían la habitación principal siempre y cuando no hubiesen peleado como en ocasiones era bastante común, al terminar de asearse secó su cuerpo y se vistió con shorts y uno de los suéteres ajenos que prácticamente cubría en su totalidad lo que llevaba debajo pero así le gustaba por lo que finalizó colocándose calcetines antes de bajar a desayunar.

Durante buen rato ignorando los parloteos de los niños mientras comía comenzó a sentirse un poco extraño, aunque para cuando el cosquilleo en su interior se hizo presente el mirar el calendario cercano lo hizo caer en cuenta de que la temporada de celo oficialmente había empezado esa mañana, así que para vengarse del comunista que lo hacía lidiar con mocosos esperó a que este se sentada para comenzar a lamer la cuchara de su yogurt de forma provocativa mientras lo miraba, asegurándose de que los niños estuviesen aún en su propio mundo. Notando que su pequeño plan tuvo éxito cuando el azabache arqueó una ceja aún sin entender, decidió subir con cuidado su pie derecho hasta dejarlo en medio de sus piernas para acariciar por sobre su pantalón reteniendo una risa cuando lo vio tragar en seco lanzándole una mirada de advertencia para que se detuviera pero sin importarle continuó acariciándole aquella zona frotando los suficiente para despertarla y que él dejará de comer.

A medida que pasaban los minutos la sensación de celo en su propio cuerpo iba subiendo mientras que la ya también aparecida en el de hoz y martillo lo estaba desesperando, siendo obvia en la manera en que lo estaba mirando resoplando cual toro y apretando los puños sin soltar sus cubiertos sobre la mesa, se relamió los  labios y y apoyó su mano izquierda extendida en un lado de su rostro para cubrirlo cuando abrió la boca enseñándole la lengua de manera provocativa, era una suerte que estuviesen sentados tan cerca para que nadie más lo notara. Incluso podría quitarse un calcetín y masturbarlo ahí mismo, de no ser por esos niños metiches con la cara llena de comida, estaba tan caliente que por un momento se le antojó acostarse sobre la mesa y abrir las piernas frente al carmesí para que este se la chupara... nunca lo había hecho y era una fantasía que comenzaba a tener.

Por otro lado, URSS no dejaba de gritarse maldiciones internamente reprochándose el hecho de haber llevado al rubio a su propia casa y más el haber olvidado el incio de la primavera, sentía que estaba demasiado duro como para poder disimularlo pero aún debía aguantar al condenado nazi hasta que sus hijos acabaran de comer.... Al menos agradecía que al ser unos niños aún no pudieran sentir las feromonas que ahora estaban llenando el ambiente por parte de ambos adultos pero más que nada las del foráneo que parecían ser una invitación insistente a ser follado ya mismo.

Contó prácticamente hasta quinientos antes de que sus niños se levantaran de la mesa agradeciendo para llevar sus platos a la cocina, los oyó hacer fila y lavar lo que usaron. Solo que antes de que los últimos dos salieran de allí el de esvástica se levantó con prisa y corrió al segundo nivel riendo como un demonio dejándolo allí solo teniendo que pedirle a Kazajistán que le alcanzara su gabardina antes de poder levantarse también despidiéndose de sus hijos Para seguir al otro, al cual percibió en su oficina.

—Nazi bastardo, cuando te ponga las manos encima te voy a.. –Apenas abrió la puerta el de ojos hielo dejó de gruñir y se dispuso a cerrar de un portazo para evitar que alguien más viese—.

ONE SHOTS /Country Humans/Where stories live. Discover now