卐☭ Nazunist ⚣ Omegaverse. Alter.

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—No puedo creer que la cagaras de esa manera, reza por que sea un susto en falso. –Bufó el de estrellas con los brazos cruzados mirando al facista inconsciente tras el cristal de espejo falso que habían puesto para vigilarlo—.

—Cierra la boca, yo no me meto en tus malditos asuntos con el japonés. –URSS no estaba para juegos, le dolía la cabeza de tanto estrés por todos sus problemas juntos, no tenía ya ni pizca de paciencia para detenerse a oír la opinión de los demás respecto a su fallo—.

—Es hora de irnos América, Francia ya se llevó a Reino a su nivel de confinamiento. –El británico entró a través de la puerta metálica abierta de la "Sala de control", evitando ver al de esvástica aunque igual era consciente del problema—.

Momentos más tarde ambos anglosajones se fueron a su parte de las instalaciones en donde confinaban al Eje en territorio neutral, por su parte de el parche resopló frotándose el rostro con pesadez.

En un momento de descontrol por su propio celo había tomado al alemán el día de su captura, ahora habían demasiadas probabilidades de que hubiesen concebido como para ignorar el problema, por lo menos con este aún sedado tendría tiempo de arreglar otros asuntos.

•   •   •

—Esto no se ve nada bien, ¿Ya consideraste..? –Canadá en representación del británico estaba en el lugar observando tras el espejo falso cómo el rubio vomitaba aferrado al pequeño inodoro que tenía en su celda—.

—En la Unión Soviética no asesinamos niños...... Incluso si son no deseados. –Cortó el carmesí apretando los labios, con todo el sobre trabajo por los daños de la guerra a tres continentes habían tardado poco más de dos meses en volver a revisar a sus prisioneros—.

—De todas maneras, estoy seguro de que acabará matándolo si se parece a ti, es un Nazi después de todo. –El de franjas rojas le dio otro sorbo a su café mirando con perezosa atención al alemán tambaleándose hasta su viejo colchón en una esquina, por lo menos el asiático estaba fuera de problema debido a que le dejó un gato del que ocuparse—.

—Ya larguénse, no tengo ganas de ver sus caras por más tiempo. –Un par de miradas secas fueron suficiente para quedarse solo en la silla alta frente al cristal, tomándose un breve momento allí como si fuese un espectáculo turbio—.

Dritte Reich se sentaba en la esquina más alejada de la habitación hacia la izquierda del eslavo sin saber qué era observado por alguien más, solo abrazando sus piernas con cansancio reflejado en sus ojeras y expresión decaída, ni siquiera tenía energía para intentar patear nuevamente la puerta metálica que estaba junto a la cosa donde recibía comida a ciertas horas. Si tan solo no le hubiese temblado la mano para tragarse el cianuro como su hermano...

El de ojo hielo observó con minuciosidad lo miserable que se veía su antiguo adversario de guerra, pero solo dejó el lugar cerrando la puerta con llave para que nadie más entrar sin sin permiso.

Con ello los meses pasaron lentos para el exiliado en aquella celda, perdió la noción de los días y solo podía acostarse de lado en el suelo a mover su diestra sobre este con su mente divagando en alguna cosa que pudiese entretenerlo para no caer en la locura hasta que eventualmente su vientre comenzó a ser un problema anatómico. Desde el primer vómito supo que estaba esperando un bebé sin opción, pasando por etapas silenciosas como pánico, tristeza y miserable aceptación, en todo ese tiempo ni siquiera había oído su propia voz siquiera, todo era silencioso por alguna razón habiéndolo pensar que estaba en algún lugar recóndito pero por suerte no sentía tanto frío al no tener una ventana aunque por eso mismo solía tener ataques de ansiedad por el estrés de no ver más que cuatro paredes, lloraba apoyando su frente en la pared más cercana en ese momento y no se movía de ahí hasta haberse tranquilizado para beber un poco de agua del pequeño termo que tenía.

ONE SHOTS /Country Humans/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora