Capítulo 10

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Contenido adulto 🔞

Año 129 d.C. 18 años.

Ya era de noche, muy tarde. Estaba volviendo a mi dormitorio tras mi lectura diaria de Valyrio con Daemon. El viento y la lluvia azotaban con fuerza los cristales del pasillo, dándole un aire macabro. Justo en ese momento sonó un trueno. No me gustaban para nada las tormentas eléctricas, de hecho, me daban algo de miedo. Así que aceleré mis pasos para llegar cuanto antes a mi cama. Pero en ese momento se oyó un ruido detrás de mí. Me giré, pero al estar todo oscuro no vi nada. "Tranquila Sel... Seguro que fue una rata... Esto me pasa por decirle a Usher que no le necesitaba y por no llevar un candelabro" pensé casi echando a correr. De pronto, una mano fuerte me tapó la boca, impidiendo que gritara. Aun así, intenté hacerlo, no sirvió de nada. Me levantó en brazos y, por más que pataleaba, no conseguía soltarme.

Cuando llegamos a una habitación me empujó contra una pared. Sentía la fría roca contra mi espalda mientras el miedo se adueñaba de mí. Llevaba un pequeño cuchillo debajo del vestido, si lo alcanzaba se lo podría clavar. La mano del desconocido aún seguía en mi boca, pero empezó a quitarme los pelos sueltos de la cara y me la acarició. Entrecerré los ojos y entre la oscuridad vi quién era esa persona: Aemond.

Estaba completamente vestido de negro, y cuando miré alrededor me di cuenta que era su habitación, totalmente oscura. Al verme más tranquila, me quitó la mano de la boca y la posó en mi cintura. Pensé en apartarlo lejos y reprenderle por el susto que me había dado, pero en ese momento pegó todo su cuerpo al mío y de mi boca salió un suspiro.

- Selaena... - Susurra y me besa.

Sentí una oleada de calor expandirse por todo mi cuerpo. Al principio no se lo correspondí, pero después le devuelvo el beso de manera enfurecida, como si quisiera hacerlo mío. Levanto ambas manos y las enrollo en su cuello, intensificando aún más el beso. Separamos nuestras bocas con la respiración agitada y me agarra del cuello. Ese era mi límite. Ya no había vuelta atrás.

Me mira y arquea una ceja, yo solo le doy una media sonrisa para luego juntar nuestros labios. Sus brazos me envuelven y me alzan haciendo que envuelva mis piernas sobre su cintura, haciendo más fácil el trabajo de besarme. Puedo sentir su lengua dominando mi boca, sus manos acariciando y tocando mis muslos y espalda para después ponerlas en mi culo y darle un apretón que me hace gemir. Después él empieza a caminar y se sienta en una silla, dejándome justo encima de él. Gimo cuando empuja mis caderas hacia las suyas y siento su dureza en mí. Esta vez soy yo la que lo repite varias veces, alternando los movimientos, sintiendo como mi centro empieza a humedecerse y prepararse para él.

Aun besándolo, empiezo a quitarle la parte de arriba. Es en ese entonces cuando veo el fruto de todos sus entrenamientos, tenía un abdomen muy definido y no pude evitar pasar un dedo por su torso.

- Te quiero toda para mí, expuesta y dispuesta a todo... - Me susurra en la boca.

Muerde mi labio inferior dolorosamente y me da una fuerte nalgada que me saca un gemido. Me vuelve a levantar, pero esta vez me tumba contra su escritorio y le abro mis piernas arqueando mi espalda. Siento en ese momento la vergüenza y la pena subir por mi rostro y mi instinto me hace cerrar un poco las piernas, pero Aemond me lo impide.

- Que sea la última vez que en mi presencia te avergüenzas de ti ¿Está claro? – Dice serio y yo solo asiento -. Eres perfecta. Si te vieras como yo lo hago entenderías el porqué

En ese momento deja de ser brusco conmigo y me sube el vestido con suavidad.

- Joder, vaya vista... - La lujuria se instala en su rostro y él empieza a recorrer mi abertura -. Estás tan mojada – Su voz ronca hace que me excite aún más y después me mira -. ¿Estás segura de que quieres hacer esto? – Yo solo asiento -. Responde – Exige mientras su dedo sigue recorriendo mi humedad. Haciendo que mi desesperación aparezca.

Until the End | Aemond TargaryenNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ