Until the End | Aemond Targaryen

Capítulo 16

Año 129 d.C. 18 años.

Estaba junto a Rhaenys, atravesando el pasillo en dirección a la sala principal, justo al llegar habíamos solicitado una audiencia privada con Rhaenyra y Daemon. Quiénes obviamente nos la aceptaron. Cuando llegamos les veo susurrando en el fuego y, cuando nos ven madre viene hacia mi sonriente.

- Las princesas Rhaenys Targaryen y Selaena Velaryon – Nos presenta.

- Gracias, ser Lorent – Lo despacha mi madre y me abraza -. ¿Cómo te encuentras? – Pregunta revisando mi cuerpo en busca de algún rasguño.

- Ha habido días mejores... - Le digo algo desanimada y voy hacia Daemon, quién me da otro abrazo.

- Princesa, espero que traigáis buenas nuevas sobre lord Corlys.

Rhaenyra y Rhaenys se ponen frente a frente, presidiendo ambos lados de la mesa. Daemon y yo nos ponemos al lado de la primera.

- Madre... no estamos aquí por lord Corlys... - Digo intentando decirle la noticia de la manera más suave. Ella me mira confusa.

- Viserys ha muerto -. Suelta mi abuela de pronto y tanto mi madre como mi padrastro la miran sorprendidos. Yo tan solo agacho la cabeza -. Mi primo, vuestro padre, tenía un gran corazón. Lamento vuestra pérdida.

El silencio se apodera de la sala y me alejo un poco de mi madre, observando el mapa de la mesa.

- Hay más... - Levanto la cabeza y miro a Rhaenyra -. Han coronado a Aegon como su sucesor - Esto la altera y se lleva una mano a la barriga.

- ¿Lo han coronado? – Pregunta dolida sin mirar a nadie.

- ¿Cómo murió? – Me pregunta esta vez Daemon.

- Lo desconozco. Fui a verle hace dos noches, estaba mal, pero no creí que tanto como para fallecer.

- ¿Fue hace dos días? – Me pregunta madre y yo asiento.

- Tanto a Selaena como a mí nos retuvieron mientras la reina urdía todo – Interviene Rhaenys.

- Han asesinado a Viserys – Dice Daemon mirando a la nada. Él todavía estaba asimilando la muerte de su hermano.

- ¿Alicent os exigió lealtad a Aegon? – Nos pregunta, aún afectada y me mira con lágrimas en los ojos.

- Así es, pero no se la di. Él no es el rey, jamás lo será. Tan solo es un usurpador – Escupo la última palabra con odio -. Mi lealtad está con mi familia, con vosotros. Pase lo que pase – Digo levantando la cabeza con orgullo, después madre mira a Rhaenys y yo me giro para hacer lo mismo.

- Así es. Y me negué.

- Pero ambas seguís vivas – Dice Daemon con odio en sus ojos. Mi abuela le mira algo ofendida por subestimarla, así que decido girarme a mirarlo e intervenir para que no se forme ningún conflicto.

- El Septón Supremo coronó a Aegon en Pozo Dragón – Madre suelta un quejido por el bebé que lleva dentro y la miro preocupada -. Ambas fuimos testigos antes de escapar con Meleys y Lunafreya.

- Coronaron a su hijo delante del pueblo... frente a mi hija quién es mi heredera... para que lo consideraran su legítimo rey – Dice Rhaenyra intentando asimilar todo.

- La zorra de la reina asesina a mi hermano, le usurpa el trono... y tuvisteis la oportunidad de quemarlos por ello – Daemon mira a la mesa enfurecido.

- Yo quise hacerlo, estuve a punto de ello. Pienso igual que tú, pero Rhaenys me lo impidió – Digo defendiéndome.

- Esa traición desatará una guerra, de eso estoy segura – Esta vez es el turno de Rhaenys, quién empieza una pelea de miradas con Daemon – No iba a permitir que mi nieta la empezase – Dice con seguridad -. Me he apresurado a avisaros y a traer a vuestra hija segura aquí, por lealtad a mi marido y a mi casa – Después se gira hacia mi madre -. Los verdes vendrán a por vos. Y a por vuestros hijos.