Capítulo 27

342 27 4
                                    

Año 131 d.C. 20 años.

Estábamos en la sala del trono, esperando a Usher. Iba a ser una conferencia privada entre nosotros tres, Aemond lo había dejado claro.

Yo estaba sentada en el trono y él de pie, junto a mí. Como siempre hacíamos. Acaricio su brazo, intentando encontrar paz.

¿A qué se había referido antes? Usher es mi amigo desde hace 4 años, no puede haberme traicionado, es imposible. Pero Aemond tampoco me mentiría...

Tenía los pensamientos desordenados, ni siquiera tenía claro si Aemond me había perdonado la infidelidad. Cuando levanto la mirada hacia él le veo con la vista al frente, firme, estoy a punto de hablar, pero me lee la mente y lo hace él primero.

- Lo nuestro lo solucionaremos más adelante, en privado, pero ahora debemos mantenernos firmes – Gira su cabeza y me mira -. Si estoy en lo correcto, te podré perdonar, sino...

Yo agacho la cabeza, había visto cómo funcionaba el matrimonio de Daemon y el de otra gente cercana.

- Sino nuestro matrimonio solo será de cara a la galería, ya tenemos herederas, así que no necesitarás tocarme... Y podrás tener tu propia amante si así lo deseas...

Me dolía, pero la realidad era así. Aparto la mano de su brazo mientras miro al suelo, no iba a ser una hipócrita, me lo merecía, no le fui leal. Pero había algo que me preocupaba más que mi matrimonio.

- Si Usher viene, ¿quién va a vigilar a las gemelas? – Le pregunto.

- Helaena está con ellas, también he reforzado la vigilancia con dos guardias en la puerta. No eres la única que se preocupa por ellas.

Niego con la cabeza, me acababa de lanzar un dardo envenenado. Estaba claro que no me iba a perdonar con facilidad, así que, por mi bien, espero que Usher haya hecho algo muy grave.

- Mantén la compostura – Me ordena.

Le hago caso y me coloco recta, cruzando las manos sobre mis piernas. Pero las instrucciones aún no habían terminado.

- En el momento que Ser Usher entre debemos parecer un frente unido, como si no supiéramos nada.

- Es que yo no sé nada – Le interrumpo y él me lanza una mirada severa -. ¿Qué? Es cierto.

Él niega con la cabeza ante mi sinceridad y yo me encojo de hombros.

- Como iba diciendo antes de que me interrumpieras... - Dice volviendo a mirar al frente -. Seremos un frente unido, somos tú y yo contra él. Cualquier comentario que me quieras hacer será en Alto Valyrio, y si no sabes qué decir me lo dejas a mí. Seré yo quien empiece la conversación.

- No me tomes como una inútil – Me ofendo -. Si quieres que sea fría y dura como una estatua lo seré. Me he criado exactamente como tú, así que no me infravalores...

Antes de que pueda continuar Usher entra, como si nada sucediese, se pone frente a nosotros y hace una reverencia.

- Princesa...

En ese momento me yergo, intentando hacerme más grande, en vano. La tensión se podía cortar con un chuchillo, los tres nos mirábamos fijamente, como si supiéramos lo que venía a continuación.

- ¿Puedo ayudaros en algo? – Pregunta, se notaba confusión en su rostro.

- La verdad es que si... - Contesto y Aemond continúa por mí.

- ¿Quién os contrató? ¿Los Hightower o los Targaryen? – Usher frunce el ceño.

Tanto él como yo estábamos confusos, la diferencia es que él lo dejaba ver y yo no. Usher me mira, en busca de ayuda, pero yo le miro impasible, casi sin pestañear y sin ninguna emoción en mi rostro.

Until the End | Aemond TargaryenWhere stories live. Discover now