Capítulo 15.

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Jacaerys Velaryon.

Cuando llega a sus aposentos lo primero que hace es apoyarse contra una pared y tratar de bajar la gran erección que tenía entre sus piernas. Desabrocha su pantalón para dejarlos caer, cuando tiene su pene al descubierto y todo urgido es cuando comienza a tocar. Son toques suaves y con poca presión, no quiere presionar demasiado y correrse al instante. No, él quiere pensar en su tío, en la lengua de su tío, comiendo su boca y dejándolo sin aire, en los gemidos y jadeos. Pero sobre todo en las expresiones que Aegon hacía y que lo excitaba más que nunca.

Comienza a mover su mano cuando piensa en las expresiones de su tío, en los hermosos gemidos y jadeos que soltaría, el cómo diría su nombre con aquella voz tan sensual. Pero sobre todo, imagina como le pediría que entre dentro de él, que ponga su pene en su trasero y que le engendre hermosos hijos que serían solo de ellos dos. Se siente al límite cuando piensa en su tío pidiendo por su semilla, por sus hijos y solo con esa fantasía se corre a montones en su mano.

Con jadeos pesados mira su propio semen y no puede evitar sentirse avergonzado por la fantasía que acaba de tener con su tío luego de ese momento lleno de fuego. No es como si él tuviera la culpa de ello, la tentación fue demasiada y la lujuria se hizo cargo en su cuerpo. Lastimosamente, él no pudo hacer nada, las expresiones junto con los gemidos y jadeos de Aegon se habían grabado en su cabeza, sabe que no saldrán y que imaginaría muchas cosas hasta que llegue el año en el que se case.

Cuando se volvió a encontrarse con su tío, no pudo mirarle a la cara. Cada vez que lo miraba solo podía recordar el rostro rojo, las expresiones de lujuria y los gemidos y jadeos. No puede evitar que una erección aparezca y tenga que ocultarla de sus hermanos junto a sus tíos, pero no fue lo suficiente como para evitar a Aegon. Él sabe que si lo evita tal vez ocurra lo de antes y tengan que llegar a ese momento lleno de pasión, lo que él querría que pasará, pero sabe que su tío le dejo en claro que no era tiempo, al menos no ahora.

Pasa el tiempo con su tío, hacen cosas juntos como el montar a Sunfyre, practican con la espada y hasta pasan tiempo con Luke y sus otros tíos. También comen pasteles de arándanos, el cual es su favorito. En todo ese tiempo se esfuerza para que Aegon se sienta cómodo con su presencia, ya que tal vez no consiga que se enamore de él, (se olvida que hasta hace poco se estaban literalmente comiendo la boca) pero quiere que su tío se sienta a gusto y que al menos pueda confiar en él en el matrimonio.

Le había comentado a su madre sobre sus preocupaciones, pero ella le dijo que no debería de preocuparse por pequeñeces, lo cual lo ofendió un poco. El querer que su matrimonio se base en amor, pero sobre todo en confianza no era una pequeñez. Su madre no fue de mucha ayuda, así que le confiesa sus preocupaciones a su tío Aegon cuando ambos están sentados en el jardín.

-¿Estás preocupado por eso?.- Aegon lo mira confundió por su preocupación y piensa que tal vez es él, el que está pensando demasiado.

-Sí, realmente quiero que te sientas a gusto conmigo y que nuestro matrimonio se base en confianza, si no haya amor...- observa como el rostro de su tío se vuelve más confuso, pero también había sorpresa.

-¿Crees que no te amo?.-

-No, no creo que me am... Espera, ¿Me amas?.- eso había sido una sorpresa para él, aunque había una esperanza que había comenzado a moverse en su interior.

-¿Claro qué te amo? Pensé que lo sabías, no te habría dejado besarme si no fuera así y tampoco habría tenido una erección.- siente que su boca se abre ante las palabras de Aegon, él está incrédulo por lo que escucha. Más específicamente el hecho de que su tío había admitido que había tenido una erección con él.

-Yo, pensé que, que tú... Que no me querías y...- no sabe qué decir, que es lo que puede decir. No había pensado que su tío Aegon lo quería, pensó que era algo obligado y por el beso también, pero ahora sabe que no es así.

-Tonto, Jace. Podía decir que no cuando el rey me dijo tu propuesta, podría haber elegido a alguien más, pero no lo hice. Te elegí, Jace y creo que eso habla suficiente de cuánto te quiero, ¿No es así?.- una de las manos de su Aegon está apoyada en su mejilla y la acaricia suavemente haciendo que todo el peso de sus dudas comenzarán a desvanecer poco a poco.

-Entonces, ¿Me amabas, Aegon?.- siente como Aegon se estremece un poco, pero antes de que pueda decir algo unos suaves labios presionan los suyos. Le toma un poco de tiempo de darse cuenta de que su tío lo estaba besando, pero cuando lo hace corresponde con entusiasmo. El beso es largo al igual apasionado, les toma un tiempo separarse, pero lo hacen cuando el aire se hace escaso.

-Claro que lo hago, Jacaerys.- y él no necesita más palabras después de eso. Funde sus labios nuevamente con los de Aegon y mete su lengua en la boca de su tío, como este había hecho antes. Sus movimientos aún son torpes, pero no importaba, después de todo su tío le enseñaría cómo hacerlo bien.

-Ah, aire, Jace.- deja la boca de su tío cuando esté pide aire. Sus rostros están a unos centímetros de distancia y puede ver el rostro sonrojado de Aegon por falta de aire, pero luego una sonrisa suave se instala en su rostro.- Parece que con un poco más de práctica serás un experto en los besos, sobrino.- una risa escapa de su ser y junta sus frentes para tener un momento más íntimo.

-Entonces enséñame todo lo que sabes, tío.- Iba a besar nuevamente a su tío cuando fue interrumpido.

-¡Consigan una habitación ustedes dos! ¡El pobre Luke y Aemond tendrán pesadillas por eso!.- la voz de su tía Helaena los separa y ambos miran hacia donde se encontraba no solo su tía, sino que su tío Aemond y su hermano Luke los miraban con algo de desagrado.

-Tendré pesadillas luego de eso. Gracias por eso, hermano y sobrino tonto.- su tío Aemond lo miraba con desagrado, mientras que Luke había cambiado ese semblante a uno más inocente y curioso.

-¿Puedo hacer eso con el tío Aemond?.- la pregunta de Luke había dejado a todos en silencio, en especial a su tío Aemond, el cual parecía una estatua en blanco.

-No, no puedes.- fue el propio Aemond el que lo dice haciendo que Luke lo mirara con fuego en sus ojos. Parecía que eso venía de familia.

-¿Por qué no?.-

-porque no.-

-Pero tío, quiero hacer lo mismo. Tío, no te vayas, déjame hacerlo.- las voces de su hermano junto con la de su tío comenzaban a hacerse más lejanas mientras se alejaban. Solo quedaba su tía Helaena en el lugar.

-Iré a ver que Luke no asalte a Aemond, así que pueden seguir haciendo sus cosas. Con permiso.- y con una sonrisa se despidió para ir hacia donde fueron su hermano y tío, dejándonos a ambos sonrojados por ser descubiertos.

Ambos, aún sonrojados, se miran y sin poder evitarlo, se comienzan a reír por ser descubiertos tan abiertamente, pero sobre todo por lo pacífico que es todo.

No quiere que esa tranquilidad se acabe, pero sabe que lo hará pronto. Cuando el rey muera, pero él junto con sus hermanos, padres y tíos estarán listos para defenderse de lo que pase.

Hacerlo bien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora