Capítulo 19.

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Jacaerys Velaryon.

Pasan dos semanas para que se enteren de que Aegon está embarazado, que está llevando a su hijo o hija en su vientre; a sus futuros herederos. Está tan emocionado con eso que no puede evitar abrazar y besar a su compañero con amor. Su familia también estaba emocionada por las buenas noticias, su madre había dejado regalos al igual que sus padres, al igual que su hermano menor. Su abuelo también estuvo eufórico con la noticia, tanto que había mandado muchos regalos; incluso la reina parecía algo feliz por la noticia y el único que no parecía emocionado por las nuevas noticia fue lord Hand. Se podía ver a una gran distancia que estaba asqueado por la noticia, pero no se atreve a decir nada.

<Bien por él, porque si escucho una palabra se lo daré de comer a Vermax.>

Por otra parte, podía ver qué Aegon parecía un poco vacilante ante la noticia, parecía perdido y listo para salir corriendo a quien sabe dónde. No dijo nada en todo el día y solo agradecía cuando se lo felicitaba. Él quería ir y ver qué le pasaba, pero tenía que esperar a que su familia se fuera para que su esposo se sintiera a gusto en el momento. Pasaron unos minutos para que todos se fueran y solo quedarán ellos solos, fue ahí que se arrodilló ante Aegon para poder hablar.

-¿Qué sucede? Has estado callado desde que nos enteramos de tu embarazo.-

-¿Y si no lo hago bien, Jacaerys? ¿Si pierdo al bebé? ¿Si muero? ¿Qué pasa si no soy capaz de cuidarlo bien o de ser un buen padre?.- sus preguntas lo dejaron sorprendido, pero a la vez preocupado. Él no quería pensar en eso, realmente no cuando recién habían sabido la gran noticia. Pero no podía endulzar sus palabras a su tío-esposo, el cual se encontraba muy agobiado.

-No te diré que todo saldrá bien o que no ocurra, no puedo mentirte de esa forma. Los dioses son crueles, muchas veces nos dan dificultades tan dolorosas que nos destruyen, pero no dejaré que eso nos pase a nosotros, haré todo lo que tenga en mi mano para ayudarte. Seré tu hombre para llorar, tu esposo para llorar juntos y tu esposo para guiarte en lo que quieras. Después de todo, ese es el voto que te hice ante el septón, ñuha vēzos (mi sol).- nota como algunas lágrimas se acumulan en los ojos de su esposo y como parecía listo para quebrarse. Entonces él se pone en marcha, lo abraza en busca de que Aegon se sienta cómodo y seguro.

-Gracias, Jace.- su tío murmura con su rostro aún escondido en su hombro.

-Cuando quieras, cariño.-

Después de eso, Aegon se encuentra más relajado y junto con su otros tíos se la pasan hablando de lo hermoso que sería su hijo o hija. Aunque todos hablan como si fuera a tener un niño, él no está tan seguro de eso. Pero no importa, él amara a su bebé, da igual si es niño o niña y eso se lo hace saber a todo el mundo, en especial a Aegon. Para que así no se preocupe en tener que darle un heredero cuando él estará feliz de tener una heredera por igual.

Su abuelo se encarga de hacerle saber a todo Westeros que su tío y él esperan un bebé para el disgusto del Lord Hand de su abuelo. A pesar de eso, todo Westeros celebra el nuevo embarazo, pero él sabe que lo hacen a regañadientes y que muy dentro de ellos les parece asqueroso. Pero eso es porque no entienden a la sangre dragón como ellos, ni siquiera un poco.

Parece que no es el único que darse cuenta del desagrado de la gente, su hermano Luke y sus tíos Helaena, Aemond y Daeron también lo hacen. Su esposo también lo hace para sorpresa de nadie.

-Tienes que ver cómo me miran para darte cuenta de que les parezco algo repugnante.- Aegon dice cuando su hermano y tíos se encontraban de visita en sus aposentos.

-Pero no lo eres, todos saben que era un niño dorado de la sangre Valyria y el que diga lo contrario le cortaré la lengua yo mismo.- su tío Aemond aprieta sus labios en una línea fina promediando sangre en sus palabras.

-Ellos no son dragones, Aemond. No ven las cosas normales como nosotros, ellos solo nos ven como algo tan antinatural.- a pesar de sus palabras, su tío-esposo parece tranquilo en la silla mientras toca su vientre aún plano.

-Entonces haremos que se arrepientan de verte de esa forma, tío. Dejaremos en claro que no deben de mirarte como arrogantes, como si fueran superior a ti, porque ellos no lo son. Son solo hormigas al lado de grandes dragones.- era raro escuchar a su hermano menor decir tales palabras, pero bueno, que se puede esperar de que se junte con su tío Aemond.

-Por primera vez estoy de acuerdo con lo que Lucerys está diciendo.-

-¡Aww, tío!.-

-¡Espacio, Lucerys! Espacio.-

-¡Cásate conmigo!.-

-¡Deja de abrazarme!.-

-¡Por favor!.-

Eso es otra cosa de la que no puede evitar dar sus condolencias a su tío Aemond. Su hermano ha estado enamorado de su tío desde que eran niños, al igual que él por Aegon, pero lamentablemente su hermano todas las veces saca él tema del casamiento y su tío la evade siempre que puede. Es algo lindo y gracioso de ver, en especial cuando la reina parece haber chupado un limón y su madre siempre parece sorprendida cuando atrapa a Luke declarando su amor y pidiendo casamiento a su tío.

-Esos dos terminarán juntos algún día, no importa que Aemond se niegue ahora.- dice Aegon ahora recostado a su lado mientras mira la escena de Luke y Aemond. Él sonríe por eso, pero no olvida lo que estaban hablando hace unos momentos.

-Sabes que nunca dejaré que nadie los menosprecies, no dejaré que nadie los mire sobre su hombre como si fueran superior. Daría a Vermax a todos aquellos que se atrevieran a menospreciarlos o verlos como inferiores, Lo sabes, ¿Verdad?.- él dice todo para luego acariciar la mejilla de su amante con cariño, el cual se deja llevar ante su afecto.

-Lo sé.- es todo lo que le da mientras lo mira a los ojos con cariño.

A pesar de que habían hecho lo posible para que nadie menospreciara a Aegon, las cosas aún seguían más tensas que nunca y lo habían sido por las cartas que habían llegado hace unos días; Las cartas eran amenazas hacia su Aegon, declarando que es algo anormal y que debe de morir por eso, al igual que el bebé que tenga en su vientre.

Él está tan enojado por todo esto, que puede sentir a Vermax compartir su furia y que lo alienta a montarlo e ir a quemar todo a su paso. Pero trata de no hacer nada de eso, a pesar de que tenía tantas ganas de hacer que su dragón los quemara, he incluso los tragara por atreverse a amenazar a su pareja y a su bebé.

Pero se calma y piensa bien las cosas, sabe que Otto Hightower tiene algo que ver con todo esto. Él sabe que nunca les agrado a la mano derecha de su abuelo por el simple hecho de que es un bastardo y porque es el hijo de su madre, él lo sabe; El hombre siempre ha querido el trono, que alguien de su sangre tome el trono que le pertenece a su madre y a él en el futuro. Pero para su mala suerte, sus tíos junto con sus hermanos se llevan bien y comenzaron a ser unidos, y ahora su nieto lleva su hijo. Está seguro de que Otto odia a Aegon por ello y que tiene que ver con las amenazas de las cartas.

Cualquier cosa que le pase a Aegon por estas cartas, hará que Otto Hightower pruebe el fuego de su dragón y que nunca haya deseado siquiera en volver a poner un pie en el desembarco del rey.

Jura en su corazón que lo hará.

Hacerlo bien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora