•18 de noviembre del 2022•
Amanda.
— ¿Listas? — pregunta él en el marco de la puerta. Ella se voltea a verlo y le sonríe — ¿Qué?
— ¿Como me veo? — pregunta aún con una gran sonrisa y él frunce el ceño.
La repara de pies a cabeza aún con el ceño fruncido.
— Supongo que bien.
— ¿Supones? ¿Estás diciendo que me veo mal? — pregunta ella y se cruza de brazos enarcando una ceja.
Estúpida.
— Honestamente te ves... rara.
— Lo raro es pariente de lo feo — dice ella y rueda los ojos.
Sonrío y me volteo hacia el espejo para luego sacar mi labial rojo del bolso y aplicarme de nuevo.
— No quise ser tan directo— se recarga en el marco de la puerta — Mejor apúrate que se hace tarde.
Ella abre la boca ofendida y luego lo observa enojada.
— Pues si ya estoy — se sienta en su cama y se cruza de brazos.
Todavía que venimos por ella a su casa se digna a enojarse.
— Entonces levántate y deja de hacer berrinches que no eres niña chiquita y te ves mal.
Ella vuelve a abrir la boca ofendida y me es imposible no volver a sonreír al observarla por el espejo.
Él es mi mejor amigo, y ella... una de las tantas.
En fin, ella le estuvo insiste y insiste a Dylan de que quería ir al club y pues aquí estamos.
Dylan expandiendo su humildad a otra que no soy yo.
— ¿Podemos irnos o seguirá haciendo berrinche tu amiguita? — pregunto y me volteo a verlo.
Él me repara de pies a cabeza y luego me sonríe.
— Te ves hermosa — su amiguita que está sentada en la cama bufa y me volteo a verla con la ceja enarcada — Ignórala, vámonos.
Ella se levanta de la cama enseguida y se pasa por un lado de él casi empujándolo.
— Pobre perra desgraciada — observo el camino por el que se fue y luego lo observo a él — Deberías dejarla aquí por ser tan estupida.
Camino hasta la puerta donde está él recargado y con una sonrisa ladina.
— Vas muy guapo por cierto — digo y se endereza. Acomodo su saco y él sigue observándome sonriendo.
Dylan siempre va con traje a donde quiera que vaya, es hombre de negocios.
Sonrío y doy dos golpecitos en su pecho. Él acerca su mano hasta mi rostro y acomoda detrás de mi oreja el mechón que siempre está de rebelde.
— Deberíamos irnos ya, no vaya a ser que tu novia se enoje más — digo y paso por su lado escuchando su carcajada.
Bajo las escaleras de la casa de ella y paso por la sala donde ella espera enojada.
— Oye tú ¿Donde está Dylan? — pregunta enojada y se acerca hasta mi para sostenerme del brazo. —¿Estás sorda o que?
— Mira no se quien te creas que eres, pero a mi no vas a estar hablándome así — me suelto de su agarre — Que sea la última vez.
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Amigos no ✔️
AdventureAmbos son mejores amigos desde hace ya 8 años, todo era normal hasta que comenzaron a mezclar sus sentimientos. Las discusiones, los celos, el deseo, era algo inevitable que comenzaba a surgir entre ellos. Les asustaba sentir de más, les asustaba...