-20 de diciembre-
Amanda.
— ¿Estas abandonándome?
— Lo lamento Amanda — niego y él intenta acercarse hasta mi.
— ¿Por qué? ¿Por abandonarme y irte con esa... mujer?
— Amanda... — intenta acercarse.
— ¡No! — lo empujo — ¡Dijiste que me necesitabas, que no querías estar sin mi, que no querías que te dejara solo. Me pediste que me quedara! — vuelvo a empujarlo — ¡¿Y ahora dices que te vas?! ¡¿Quien está dejando a quien?! ¡Eres un maldito!
Él aparta la mirada y continúo empujándolo.
— ¡Estas prefiriéndola a ella antes que a mi! ¡Llevo años apoyándote Dylan, años estando contigo ayudándote cada que me necesitabas! ¡Te apoye en tus putos peores momentos y tú vas a dejarme! Hoy, justamente hoy cuando más te necesito. Eres un miserable.
— No puedo quedarme.
— Si puedes, pero no quieres.
— Ya es una decisión tomada Amanda, no puedo retractarme.
— ¡Pues lárgate! ¡Vete con esa maldita! Fuiste el maldito gran error de mi vida ¡Lárgate! — lo empujo fuera de la casa — Te juro que te vas a arrepentir si vuelves a aparecer por aquí.
Limpio mis lágrimas con coraje.
— No volveré.
— ¡Que bueno! — me obligo a sonreír — Yo también me iré de aqui, te dejaré tu maldita casa.
— No es necesario — observa a Lorena la cual observa su celular y asiente cuando lo observa — Espero me perdones.
Niego enojada pero con lágrimas en las mejillas.
— No vas a entenderlo ahorita, pero Amanda te juro que...
— Dylan — dice ella y él se calla — Deberíamos irnos, el avión saldrá en unos minutos.
Él asiente.
— Espero que seas feliz Amanda.
— Tenlo por seguro que si lo voy a ser.
— Me alegro.
— Ya vete, no se te vaya a hacer tarde para viajar con esa estúpida.
— Hasta luego Amanda... — no contesto y él sale de la casa junto con ella.
Entonces mi mundo se derrumba de nuevo.
Lo hizo, me dejó y se fue con una... simplemente se fue.
Me abandonó, me abandonó cuando más lo necesito...
— ¡Ah! — grito enojada tumbando el perchero de la puerta y Liliana me sostiene llorando junto conmigo — ¡Lo perdí todo! ¡No tengo nada, Liliana! ¡Ya no tengo nada!
Me siento en el suelo llorando y temblando mientras ella intenta tranquilizarme con lágrimas en sus mejillas.
Estoy asustándola, lo sé. Pero esto también me asusta a mi, siento que me estoy asfixiado, siento que todo es irreal y solo necesito a mi hermana.
La necesito y ya no la tengo.
— Tranquilízate Amanda... intenta respirar despacio, cuenta hasta diez — niego.
— Estoy sola... — llevo mis manos a mi cabeza mientras niego y sigo temblando.
No puedo respirar, siento que el cuerpo me quema y que todo me da vueltas. Quiero vomitar y llorar.
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Amigos no ✔️
AdventureAmbos son mejores amigos desde hace ya 8 años, todo era normal hasta que comenzaron a mezclar sus sentimientos. Las discusiones, los celos, el deseo, era algo inevitable que comenzaba a surgir entre ellos. Les asustaba sentir de más, les asustaba...