-19 de diciembre-
Amanda.
El celular se me resbala de las manos y cae al suelo.
Todo pasa en cámara lenta.
Las piernas me fallan y termino de rodillas en el suelo, con Liliana sosteniéndome.
Escucho su voz a lo lejos hablándome, intentando hacer que reaccione.
Los ojos se me cristalizan y todo comienza a volverse borroso, no percibo nada ni a nadie.
Mi mente solo reproduce las palabras de la mujer que llamó a mi celular hace algunos minutos.
Esas palabras que jamás olvidaría.
-Lamento informarle que su hermana y el bebé que esperaba, acaban de fallecer en un accidente automovilístico.
En cuanto terminó de decir aquello mi mundo se vino abajo, sentí que todo dentro de mi se derrumbó.
Y supe que todo está perdido.
— Amanda, Amanda mírame por favor, reacciona — volteo a ver a Liliana y luego todo se vuelve oscuro y caigo al suelo sin saber nada de nadie.
Cuando vuelvo a abrir los ojos ya estoy en mi habitación a oscuras.
Y cuando todo vuelve a mi cabeza de nuevo, solo deseaba que hubiera sido una maldita pesadilla.
Solo deseaba poder hablarle y contarle ese estúpido sueño que tuve, pero nada era mentira. Todo estaba pasando y sentía como mi pecho se iba quebrando.
No pude perderla, no a ella.
-Mandy, mira lo que te compré- observo los pares de zapatos nuevos.
-Wow, que bonitos son- me acerco emocionada y la abrazo-Ya no se van a burlar de mi por mis zapatos rotos.
-Claro que no, nunca más se van a burlar de ti.
Ella era mi todo... ella era más que mi hermana, ella fue como la madre que nunca tuve.
Siempre fui su prioridad y ella siempre fue la mía.
Siempre iba a elegirla sobre todos.
Ella estaba tan emocionada por su embarazo, por poder conocer a su bebé y que los tres viviéramos juntos.
Y así eran los planes, todo tenía que ser así. Este año iba a ser el último separado de ella...
Y ya no la tengo, ni a ella ni a su bebé. Los perdí a ambos...
Las lágrimas mojan mis mejillas y siento que todo me da vueltas cuando me levanto de la cama. El aire me falta y siento que mis manos comienzan a temblar.
Me acerco a la puerta y antes de poder abrirla escucho a Dylan hablar por teléfono, se escucha muy enojado.
— ¡¿Por qué?! Ya iba a hacerlo — se escucha que da un golpe a la pared — No me diste tiempo maldito imbécil.
BINABASA MO ANG
Amigos no ✔️
AdventureAmbos son mejores amigos desde hace ya 8 años, todo era normal hasta que comenzaron a mezclar sus sentimientos. Las discusiones, los celos, el deseo, era algo inevitable que comenzaba a surgir entre ellos. Les asustaba sentir de más, les asustaba...