-29 de septiembre-
Amanda.
Estoy aturdida y la luz qué hay en donde estoy no me deja abrir los ojos.
El cuerpo me pesa pero aún así estiro mi brazo para taparme los ojos.
— Amanda, ¿como te sientes? — escucho a lo lejos y alguien baja mi brazo y abre mi ojos para aluzarme con otra luz todavía más fuerte.
Alejan la linterna y parpadeo repetidas veces para aclarar mi vista.
— Amanda — lo escucho a él — ¿Que están haciéndole? ¿A donde la llevan?
— Necesito que firme los consentimientos — le dicen — La llevaremos para evaluar su estado general, revisaremos que no hayan quedado secuelas, ya se lo habíamos comentado antes.
Escucho muchas voces, de aquí allá y no termino de enfocar mis vista.
— Amanda — su mano toma la mía — Vas a a estar bien, estaré aquí esperándote con nuestra hija.
Nuestra hija.
Todo vuelve a tornarse oscuro y vuelvo a perder el conocimiento.
Dylan.
— Ya llevan más de una hora con ella.
— Están realizándole los estudios que sean necesarios, ya vendrá, no te preocupes — dice Liliana — Ella estará bien.
Más minutos pasan y vuelven a regresarla a la habitación, ella se encuentra dormida pero necesito que abra esos ojos, necesito que me mire.
Las horas pasan y el médico me comenta que todo parece estar bien con ella. Que en los exámenes no salió nada grave y que estará bien en unas semanas.
Ya en la noche ella vuelve a despertar.
— La luz... — dice con voz ronca y voy a bajarle la intensidad para luego acercarme a ella.
— ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? — sostengo su mano y dejo un beso en ella.
Ella parpadea hasta que logra abrir sus ojos y su mirada se encuentra con la mía.
— Quiero agua...
— Iré a pedirle a una enfermera — dice Liliana detrás y sale de la habitación.
— ¿Te duele algo? — ella niega.
— ¿Qué pasó?
— Todo se complicó en el parto, te lo dire luego — ella me observa aterrada.
— ¿Donde... donde está nuestra hija?
— Ella está bien — la tranquilizo — Está dormida.
Volteo hacia el sillón donde ella se encuentra en el porta bebé. Amanda intenta reincorporarse en la camilla y la ayudo.
— ¿Está ahí? — pregunta observándome y asiento — Quiero verla...
Acomodo la camilla para que ella esté sentada y luego entra Liliana con una enfermera detrás.
— Le trajimos algo para que coma.
La enfermera acerca el carrito donde trae una charola con una gelatina, un agua y un plato con un caldo de verduras o algo así y luego se va.
— Quiero ver a mi hija.
— Primero come para que tengas fuerzas para sostenerla ¿si? — le dice Liliana con ojos cristalizados— Me alegra que estes bien, me asustaste mucho.
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Amigos no ✔️
المغامرةAmbos son mejores amigos desde hace ya 8 años, todo era normal hasta que comenzaron a mezclar sus sentimientos. Las discusiones, los celos, el deseo, era algo inevitable que comenzaba a surgir entre ellos. Les asustaba sentir de más, les asustaba...