20- París

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-20 de Julio-

Amanda.

Pasamos una semana en Los Ángeles porque las cosas volvieron a hacerse difíciles en la empresa.

Lizeth tuvo problemas con un socio cosa de la que Dylan no estaba enterado y tuvo que arreglar eso también.

En esa semana nos quedamos en la casa de Marilyn en la cual solo está ella y el servicio, ya sus hijos no viven con ella, ni siquiera Angelica, la más pequeña, ella prefirió quedarse en casa de su abuela.

Hoy nos vamos de nuevo y nos encontramos almorzando antes.

Lizeth se encuentra aquí junto a su bebé y Dylan ya se encuentra harto porque el bebé se la a pasado llorando y luego el de Liliana también.

Acabamos de almorzar y nos despedimos.

— Vaya, reunión familiar y no me informaron— ruedo los ojos, ¿por qué siempre tiene que llegar cuando estamos apunto de irnos? — Amanda, el embarazo te sienta de maravilla, sigues igual de hermosa. ¿Cómo se encuentra mi sobrina?

Lleva su mano a mi panza y doy un paso atrás. Dylan que se encontraba hablando por teléfono cuelga la llamada y se pone delante de mi.

— Te advertí la primera vez que apartarás tu mano de ella, ¿estas buscando que te la corte? — su hermano se ríe.

— Tranquilízate Dylan, vengo en son de paz. Solo quiero ver cómo está mi sobrina.

— Eso no es de tu incumbencia, no vuelvas a poner tus manos sobre ella, te lo advierto — dice serio.

— Lo que tú digas, no se porque tanta paranoia. Yo no soy como mi padre Dylan, yo no tocaría a tu mujer — Dylan aprieta la mandíbula señal de que está furioso.

— Deberíamos irnos — sostengo su brazo — Dylan, vámonos.

— Jorge deberías irte.

— ¿Estas corriéndome, madre?

— Si — le dice ella — No voy a tolerar que sigas hablándole así a tu hermano.

— ¿Hablándole como, madre? Solo dejé las cosas en claro, en ningún momento lo agredí — se voltea a verla — Dylan cree que soy como mi padre, cree que pondría en peligro a su hija y cree que puedo tocar a su mujer. Soy su hermano, madre, jamás haría algo que lo dañara, ni a él ni a ninguno de mi familia. Pero ustedes siempre me tachan del malo.

Dylan se ríe y aplaude.

— Bravo, casi se me escapa una lágrima — se vuelve a poner serio — Trabajas en lo ilegal, y tomas a mujeres por la fuerza. No vengas a intentar hacerte el santo Jorge, no va contigo.

Este sonríe.

— Mi trabajo es muy aparte de mi familia, Dylan.

— ¿Quieres hablar de lo que le haces a tu propia familia? Dices que jamás harías algo que dañara a tu familia, ¿y cuando casi matas a Lizeth? ¿Cuando asesinaste a tu esposa con tu hijo dentro? ¿Eso que, Jorge? ¿No forma parte de dañar a tu familia?

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