⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀OO1.

3K 263 17
                                    

Aclaro que el capítulo es muy largo, por lo que les recomiendo leer con tiempo de sobra. Puede que me haya emocionado haciendo la introducción y haya alargado el capítulo.
XOXO.

El sonido del viento cortándose ante la velocidad del ascensor resonaban en mis oídos, el pánico había sucumbido en mi organismo

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.


El sonido del viento cortándose ante la velocidad del ascensor resonaban en mis oídos, el pánico había sucumbido en mi organismo. No recordaba nada.

¿Quién era yo? ¿Dónde me encontraba?

No eran más que preguntabas que danzaban en mi mente, quien se esforzaba por recordar el pasado. Me agarré firmemente de los hierros que se encontraba hecho el ascensor que viajaba a toda velocidad a un lugar desconocido, tal vez se estrellaría contra una pared y ese sería mi final o llegaría a un lugar totalmente peligroso y desconocido para mí.

Miré las cajas de madera, eran pequeñas, pero se veían muy pesadas, podrían tener algo que sería de utilidad para mí, sea para recordar o defenderme al llegar al sitio. No lo sabía, pero aún así me acerqué con cuidado. Al abrir una de ellas me llevé la sorpresa de que era recursos y ropa femeninas, tal vez al sitio que me dirigía habían mujeres.

Hurgué más al fondo lo cual no me llevó mucho tiempo ya que no habían muchas cosas en la pequeña caja, era más aire que recursos. Encontré una fina y delicada daga la cual le quité la funda, no pude detallar por mucho ya que el ascensor se detuvo. Lo único que pude ver fue un peculiar nombre; Karma.

¿Ese era mi nombre? Sí, ese era mi nombre.

Me escondí rápidamente en una esquina detrás de una caja al ver que la luz se tornó verde. El ascensor abrió sus puertas y una persona bajó, solamente podía observar unas botas llenas de barro, pero eso fue lo suficiente como para saber que era un hombre esbelto y de baja estatura.

—Esta vez no hay nadie. —dijo, mirando por encima de él. Su voz era áspera, pero a su vez delicada, como una flor en aguas turbulentas.

—Mira detrás de las cajas pudo esconderse ahí, así como hizo Jeff. —dijo otro hombre, siendo seguido por unas risas, por las risas pude deducir que los presentes eran chicos.

¿Acaso todos en el lugar eran hombres? ¿Y las mujeres?

Escuché unos pasos dirigirse a la esquina donde ella se encontraba oculta, antes que él pudiera tocar la caja, salté por encima de esta tomándolo por sorpresa y agarré su rubio cabello, con la mano que sostenía firmemente la daga la coloqué su cuello, la mano que sostenía su cabello la coloqué rodeando sus delgados brazos dejándolo sin ninguna movilidad, mis pies se colocaron a cada extremo de los suyos dejándolo vulnerable.

—¿En dónde estoy? —pregunté, mirando hacia arriba donde confirmé mis sospechas. Todos eran hombres, hombres que se encontraban sorprendidos, quizás sea porque tengo a su compañero amenazado con una daga o quizás porque soy una chica.

—¿Es una chica? —el primero en hablar fue un chico con dientes de conejo.

—No, imbecil. Soy un chico —respondí con sarcasmo —. Ahora respondan o le degollo a su amigo. Ustedes decidan.

𝐔𝐍𝐓𝐎𝐔𝐂𝐇𝐀𝐁𝐋𝐄, maze runnerOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz