Karma sabía que algo andaba mal, siempre lo supo, pero sin recuerdos ni un pasado que ella anheleara recordar no podría saber quién era ella en realidad.
Un día despertó en medio de una caja que se movía a toda velocidad a un sitio ignoto, un prad...
¿Qué creen que debería de cambiarle a la historia? He notado que tiene muy poco apoyo.
Todo quedó en profundo silencio después de haber echado a Ben al laberinto. Miré a Minho quien se encontraba a unos cuántos metros lejos de mí, su mirada estaba llena de tristeza y decepción. Él tampoco podía creer que habíamos perdido a otro de nuestro corredores en tan poco tiempo, mucho menos haber perdido a su mejor corredor y amigo.
Los presentes se retiraron poco a poco, pero el único que se quedó estático frente a las puertas había sido el asiático. Me acerqué a él y agarré su mano.
—Lamento lo de Ben. —lamenté.
—Hemos perdido a tantos corredores en tan poco tiempo. No entiendo qué está pasando en el laberinto. —divagó Minho.
—Yo tampoco estoy entendiendo qué está ocurriendo, pero mañana iré contigo al laberinto —Minho quiso negarse, pero lo interrumpí—. No dejaré que vayas solo.
—Yo los acompañaré. —dijo Alby a nuestras espaldas, al volvernos nos dimos cuenta que parecía como si fuera una decisión tomada desde hace un tiempo.
—¿Estás seguro? —cuestionó Minho, cruzándose de brazos algo que lo hacía ver más atractivo.
—Hace tiempo que no recorres los laberintos. —Alby negó con la cabeza.
—Tengo que acompañarlos. Seguiré los pasos que tomó Ben en el día para averiguar qué fue lo que ocurrió.
Minho y yo intercambiamos miradas totalmente dudosos.
—Sería demasiado peligroso, Alby—señaló Minho —. Entre Karma y yo seguiremos los pasos de Ben, pero será mejor que te quedes.
—No, Minho. No puedo dejar que más nadie salga herido por lo que iré yo. No insistan más, ahora muestrenme la ruta que tomó Ben por el día. —insistió Alby.
Caminamos hacia la sala de mapas, siendo iluminado el camino con una antorcha que cargaba Minho. Al llegar, quité la sábana que cubría el mapa del laberinto.
—Ben agarró la ruta seis con ocho y yo la siete con cinco. —señaló Minho con su dedo índice en el mapa.
—En ese caso yo agarraré la misma que Ben, Karma irás con la dos con cuatro y Minho la siete con nueve —asentí ante la orden de Alby—. Nos encontramos en las puertas antes de que los demás despierten.
—¿Ya le avisaste a Newt? —pregunté, él negó con la cabeza.
—Saltará de la alegría al saber que le tocará mantener a los shank bajo control. —Alby rió entre dientes ante el comentario de Minho.
—No es tanto eso, sino que logre controlar al Novato de su curiosidad. —señalé.
—Thomas es muy curioso, pero sé que Newt sabe qué hacer ante eso. —dijo Alby.
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