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—Ahí estás, Thomas, te he estado buscando por todo el edificio. —mis pasos se detuvieron una vez que llegué con el chico, lo moví a cierta distancia donde estaba segura que no lograban registrar las cámaras de seguridad.

—¿Qué sucede, Karma? —preguntó Thomas, angustiado al ver mis expresiones alteradas. No podía ver su rostro, pero sí sus ojos color mieles.

—No creo tener mucho tiempo, es más, ni siquiera creo tener tiempo. Me mandaron a....vas a tener que hacerlo ahora....busca más de lo que creíamos. Thomas, ellos jamás fueron buenos.

El recuerdo comenzó a distosionarse, al punto de las voces volverse un ligero susurro y el escenario convertirse en neblinas. Sentí como caía por una cascada y estrellarme contra un turbulento río para finalmente despertar, la hamaca en la que dormía se tambaleó y por un momento creí que me caería al suelo, pero unos fuertes brazos me atraparon.

—¿Estás bien? Parecía que tuviste una pesadillas. —Negué con la cabeza ante la pregunta de Minho. Pasé mi mano por mi rostro mientras salíamos cuidadosamente del dormitorio, evitamos hablar muy fuerte para no despertar a los demás.

—No sé si haya sido una pesadilla, creo más bien que fue un recuerdo.

—¿Tiene que ver con Thomas? —me sorprendí ante su pregunta —. Noté tu comportamiento desde que lo viste. Lo admito, me puse...ummm, si que cuesta decirlo, algo celoso, ¿entiendes? Pero, analicé tu comportamiento y estabas algo asustada.

—Hey, Minho. Te está buscando Alby. —llegó Ben junto a nosotros, evitando que le diera una respuesta, en cierto modo me alivió que nos interrumpiera —. Buenos días, Karma.

—Buenos días, Ben. Hablaremos bien luego. —pedí, Minho asintió y me plantó un corto beso en los labios antes de irse junto con Ben.

Después de desayunar me dirigí a la bodega del Área, allí se encontraban algunas cajas y se guardaban las herramientas. Me acerqué a las cajas que habían subido con Thomas, algunas ya estaban vacías. Abrí una de las cajas y encontré varios fertilizantes que, según sus etiquetas, eran mucho más efectivos que los anteriores.

Suspiré de alivio al ver que los huertos mejorarían pronto. Agarré la tapa de la caja, pero cuando estaba por colocarla me percaté que al fondo había un papel rasgado a los bordes, la agarré y abrí, sentí un terrible escalofrío envolverme como una manta al leerla.

Te encontramos, Karma. No volverás a huir de nosotros.

Comencé a temblar presa del pánico, ¿por qué sentía miedo? No debería de sentir miedo, quizás quiénes hayan enviado la nota era mi familia, mi verdadera familia.

Rápidamente guardé la nota en el bolsillo de mi pantalón al escuchar que abrían la puerta de la bodega, agarré los fertilizantes y saludé a Gally, quién había entrado en busca de herramientas. Llegué junto a los demás Aranderos.

—¿Thomas se decidió por ser parte de los Aranderos? —pregunté a Newt, viendo como el pelinegro se iba al bosque con un balde.

—Así es. Espero que tenga buena mano para las plantas. —dijo Newt, riendo, pero sin dejar de acomodar las enredaderas.

—Encontré más fertilizantes en la bodega. Los enviaron junto con Thomas y dicen ser más efectivos que los anteriores.

A lo lejos vi a Zart encargándose de los cultivos, me acerqué a él trotando para entregarle unos cuantos fertilizantes.

—Aquí hay más fertilizantes, dile a los demás que lo usen en las nuevas cosechas y en algunas plantas que ya salieron de las plagas. —él asintió y recibió los fertilizantes.

—¡Ayuda! ¡Ayuda! —escuchamos a lo lejos, era Thomas quién pedía ayuda. Instintivamente corrí hacía donde provenían él se encontraba, Ben venía detrás de él persiguiéndolo, parecía un psicópata.

Sabía que podía meterme en problemas por lo que iba hacer, pero no tenía otra opción si requería de la seguridad de un habitante. Saqué mi daga y la tiré hacia Ben, atinándole en su muslo, el castaño cayó en el césped pero logró sujetar el tobillo de Thomas quién en el acto también cayó, Ben se subió encima de Thomas e intentó ahorcarlo. Newt llegó y, con una azada, golpeó en la cabeza a Ben. Thomas logró liberarse e inmediatamente se levantó.

—¡Sujentenlo! —ordenó Newt, varios habitantes tuvieron que sujetarlo para que no escapara.

—¿Qué demonios sucedió? —cuestionó Alby, llegando con nosotros.

—¡Me atacó de pronto! —exclamó Thomas.

—Cálmate, Ben. —murmuró Gally, el pronunciado se alarmó al ver a Ben.

—Levantenle la camiseta. —ordenó el moreno, me agaché e hice lo que pidió, al levantar la camiseta los presentes soltaron un quejido al ver la gran picada que tenía de un penitente.

—No. No. Por favor. Por favor. —balbuceaba Ben.

—Lo han picado. ¿En plena luz del día? —preguntó Gally a Alby.

—Ayúdeme. —siguió diciendo Ben.

—Llevenlo al pozo. —dijo Alby, en el momento Ben comenzó a paniquearse y a forcejear lo que requirió más ayuda de los habitantes para sostenerlo. Antes de que se lo llevaran aproveché a quitarle mi daga, ahora empapada de sangre que poco a poco se convertía en negra.

—Qué asco. —hice una mueca, caminé hacia un pozo con agua y limpié la daga ahí.

Sentí como mi cabeza se tiraba hacia atrás y mis ojos y mente se inundaba de un recuerdo sangriento.

El trabajo está hecho. Lo hiciste bien, Karma. Jamás me decepcionas. —halagó una voz femenina, por este supe que era una mujer adulta quien hablaba.

No fue tan difícil encontrarlos, pero sí llevarlos. Sus familias forcejearon bastante por lo que me tocó matarlos uno por uno. —revelé una daga, su hoja estaba llena de sangre y con un pañuelo lo limpió sin ningún remordimiento.

Da igual, con tal tenemos a los niños. Dile al Doctor Whitestell que haga las prácticas para enviarlos antes de finalizar el mes. —ordenó, asentí, pero antes de retirarme de la oficina miré hacia la mujer y no logré ver su rostro, pero sí mi ropa negra con salpicaduras de sangre al igual que mis manos, inmediatamente me asusté al ser consciente de lo que hacía.

No podrás escapar de nosotros. —murmuró la mujer con maldad.

Regresé a la actualidad con mucha sofocación, apoyé con suavidad mis manos en el pozo. Miré la daga que la sostenía mi mano derecha, por un momento pensé en tirar la daga por el pozo. Ya no la quería ver, no después de lo que vi.





𝐔𝐍𝐓𝐎𝐔𝐂𝐇𝐀𝐁𝐋𝐄, maze runnerWhere stories live. Discover now