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Las personas que nos disparaban eran amigas de Aris, habían estado juntos en uno de los Laberintos. Me alegró que el chico finalmente haya encontrado a sus amigas.

Nos llevaron a la base del Brazo Derecho, donde se encontraban en la mitad de las montañas. Tenían una excelente ubicación y protección, habían bastante chicos y adultos en la base.

—Llevan más de un año planeando esto. Es para nosotros. —informó Harriet, una chica morena con rastas.

—Tienen suerte de habernos encontrado.  Nos marchamos mañana —comentó Sonya, una chica blanca y de cabello rubio —. ¿Dónde está Vince?

—Creo que está por allá. —señaló un señor.

—¿Quién es Vince? —preguntó Thomas.

—Es quien decide si pueden quedarse. —contestó Harriet.

—Pensé que el Brazo Derecho era un ejército. —confesó Minho.

—Sí, eso éramos —respondió un hombre barbudo, llegando junto a nosotros—. Esto queda de nosotros. Gente buena murió para que llegáramos hasta aquí. ¿Quiénes son?

—Son inmunes. Los encontramos en las montañas. —respondió Sonya.

—¿Alguien los revisó? —preguntó Vince.

—Conozco a Aris. Confío en él. —confesó Sonya.

—Pues yo no. Que alguien los revise. —mandó Vince.

—Jefe...—habló un hombre, observando a Brenda, que cayó al suelo hiperventilando.

—¡Brenda! —exclamó Jorge, sosteniendo a Brenda entre sus brazos—. Háblame.

—Lo siento...—balbuceó la chica.

—¿Qué sucede? —preguntó Vince, arrodillándose para observar mejor a Brenda.

—No lo sé. Brenda, ¿estás bien?

Thomas y yo nos observamos, preocupados ante la situación de Brenda. Vince se dió cuenta de la mortal y gritó que era una crank apuntándola con un arma. Inmediatamente me coloqué en la mitad protegiendo a Brenda.

—¡Apena sucedió! ¡No es peligrosa! —expliqué.

—¡No debieron de haberla traído! —respondió.

—¡Lo sé! ¡Pero no la íbamos a tirar como un objeto! —dije.

—¡Si dejamos entrar Cranks, no habrá refugio! —comentó.

—Lo entendemos. Pero escucha. Le dijimos que podrían ayudar. —habló Thomas.

—Mira, sé que aquí hay una cura. —Vince, al escuchar mis palabras, me apuntó con su arma.

—¿Cómo lo sabes? —cuestionó.

—¿Dónde está Mary? —pregunté.

—¡Karma! —apareció una mujer trotando hacia nosotros, sonrió al verme y, sin dudar, se la devolví.

—Finalmente nos encontramos en persona, Mary. —dije.

—Es un gusto verte —Mary me abrazó con la misma calidez que lo haría una madre. Al separarse dirigió su mirada a Thomas—. Hola, Thomas.

—¿Qué? —Vince estaba más que confundido, cómo los demás.

—¿Sabes quién soy? ¿Qué sucede, Karma? —Preguntó Thomas. Mary me miró en busca de una explicación.

—No recuerda nada. Ellos les arrebataron sus recuerdos, bueno, bloquearon. Yo solamente he recuperado muy pocos. —expliqué. Mary tomó los signos vitales de Brenda.

𝐔𝐍𝐓𝐎𝐔𝐂𝐇𝐀𝐁𝐋𝐄, maze runnerWhere stories live. Discover now