𝐔𝐍𝐓𝐎𝐔𝐂𝐇𝐀𝐁𝐋𝐄, maze runner

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—Malditas plagas. Cuánto las detesto, y tenían que meterse con la más joven. —gruñí, sacando cuidadosamente de la tierra la planta de tomate, sus hojas comenzaban a caerse y ya no daba tomates.

Revisé sus raíces y confirmé mis sospechas al verlas siendo gobernadas por pequeñas pelusas blancas.

—Genial, tenían que ser cochinillas, más trabajo por hacer —metí la planta de tomate en un balde con agua—. ¡Hey Jerry! ¡Ahora regreso, me encargaré de unas cochinillas!

El pelirrojo asintió a lo lejos para después alzar su pulgar en señal de acuerdo. Caminé hasta el granero donde busqué frascos para matar plaga, allí pude deshacerme de toda cochinilla. Dejé la joven planta en una maceta grande, por un tiempo necesitará estar por fuera de sus hermanas y tener un cuidado especial.

Por fuera del granero comencé a escuchar burlas y gritos, cosa que nada más ocurría cuando un novato aparecía por el ascensor. Dejé a un lado los guantes y me enjuagué las manos, salí del granero y a lo lejos pude observar una figura masculina salir corriendo, por un momento creí que sería una buena opción unirlo a los corredores, pero descarté esa idea al ver que se tropezó. Reí entre dientes al verlo.

A la distancia pude ver a Alby observando burlón al novato, caminé hacia él sin despegar la vista del novicio.

—Podría ser una opción unirlo a los corredores. —propuso Alby una vez que llegué junto a él.

—Dudo que a Minho le agrade la idea unir a un torpe. —Alby rió entre dientes.

—Tampoco le agradó la idea de que te integrara en los corredores, y ahora eres una de las mejores. Minho es muy logístico y poco intuitivo...—en el momento lo interrumpí, acto que hizo ganarme una mala mirada del moreno. Él odiaba cuando lo interrumpía, no era mi culpa, lo hacía sin darme cuenta.

—No creo que se trate de lógica o intuición, Alby. ¿Recuerdas cuando integramos a Melvin y fue el error más grande de nuestras vidas? —Alby hizo una mueca al recordarlo—. Tenía potencial, pero no valentía y es algo que necesitan los corredores.

—Está bien, está bien. Tienes cierta razón. Por cierto, Sartén necesita que le envíes estás verduras. —me pasó una nota con los nombres de las verduras que necesitaba para la cena, al entregarlo se alejó trotando.

Negué con la cabeza al recordar los tiempos en que Melvin comenzaba su trabajo siendo corredor, Minho creyó que sería buena idea convertirlo en un corredor del laberinto, lo mismo pensó Alby y yo, pero no fue más que una pésima idea.

Ese día habíamos ido a recorrer el laberinto en dúo, decidí llevar a Melvin conmigo y Minho se fue con Ben, íbamos en direcciones contrarias. Habíamos ido por el sur con el objetivo de recorrer las secciones 3 y 6. Cómo siempre, no encontramos ninguna salida y cuando nos dimos cuenta que se acercaba la anochecer decidimos volver, pero a mitad de camino al Área un penitente nos obstruyó el camino. Varias veces le dije que no entrara el pánico y que debíamos de escondernos, él no hizo caso y huyó como todo un cobarde, el penitente se dio cuenta y fue detrás de él. No sobrevivió.

Sonreí al ver a Minho y a Ben llegar, estos al verme se acercaron trotando hacia mí.

—¿Cómo les fue? ¿Encontraron alguna salida? —la última pregunta la realicé por lo bajo, evitando que algún habitante me escucharan. Ambos negaron con la cabeza, apreté suavemente mis labios.

—Todavía nada. —me respondió Minho.

—Los veo luego. —dijo Ben, retirándose y con el objetivo de ir a la cocina.

—Llegó un nuevo novato. Ya me imagino lo feliz que debe de estar Chuck al subir de nivel. —dije, Minho entrelazó nuestras manos, con mi mano disponible limpié su sudor.