Capítulo siete

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MARFIL MARTÍNEZ


Hoy es viernes y es el día libre de los chicos ya que el canario cumple veinte años hoy. Tenemos pensado ir a comer la mayoría del equipo y después pasar la tarde por Doha, ya que aún no hemos tenido tiempo casi de conocer la cuidad y todos queremos desconectar.

Pasado mañana juegan contra Alemania y va a ser un partido duro ya que es un contrincante muy fuerte, pero los chicos están estrenando al máximo y están muy animados.

—¡Tardas dos horas hija, que vamos a la piscina no a un desfile de modelos de Carolina Herrera!—grita el canario que está en mi habitación con Pablo mientras esperan a que me ponga el bikini.

—Yo ya te avisé tío, es que es una tardona...
—oigo al sevillano incluso desde el baño y con la puerta cerrada.

—Cierra la boca Gavira—digo yo mientras salgo del baño ya lista. —Venga vamos, ¿a que estáis esperando?—digo metiéndoles prisa.

Ellos se levantan de encima de mi cama y salimos los tres de la habitación para ir a la piscina donde están ya algunos de los chicos. Llevo un vestido de gomas amarillo que es de tirantes y corto, mis chanclas de nike negras y el bikini azul eléctrico por debajo.

—Llevo casi una semana en el hotel y aún no he subido a la piscina, que penoso es esto—me lamento yo mientras los cojo a los dos de gancho. —Ay hoy estoy súper contenta. ¡Lo vamos a pasar tan bien en nuestro día libre!

—Dirás en nuestro día libre—recalca Pablo con una sonrisa. —Porque tú estás aquí como de vacaciones guapa.

—Eso es verdad Mar—lo apoya Pedri.

—Bueno, bueno...¡Tampoco os flipeis eh, que yo estoy haciendo mucho!—me defiendo yo.

—Si por mucho te refieres a dormir, comer y gritar como una loca en los partidos...—me vacila Pablo haciendo que le de un golpe en el brazo.

—Gavira, te voy a meter una ostia cuando menos te lo esperes que vas a volver a España de la onda expansiva.—lo amenazo haciendo que él canario suelte una carcajada.

—Sois como un matrimonio enserio—dice este mientras abre la puerta que lleva a la azotea, que tiene la piscina y las tumbonas de uso exclusivo.

Me coloco las gafas de sol y avanzamos hacia donde hay sitio libre para dejar las cosas.
Sira y Ferran están metidos dentro del agua y nos saludan con la mano cuando nos ven llegar. Pedri se saca la camiseta y va directo a la piscina sin pensarlo mientras Pablo se queda a mi lado mientras me saco el vestido por la cabeza y me acuesto en la tumbona al sol.

—¿No vienes al agua?—pregunta él mientras se saca la camiseta y la deja en la tumbona de mi lado.

—En un ratillo,quiero tomar el sol un poco primero para entrar en calor—le digo mientras me echo crema por las piernas. —Vete tú pichu.

—Vale peque—dice él acercándose a mi y dándome un beso en la comisura de la boca.
—En un rato vengo a echarte crema por la espalda—me guiña un ojo antes de irse hacia la piscina y lanzarse de cabeza.

Sonrio inconscientemente, ya llevamos dos dias así con este rollo de tonteo máximo por parte de los dos. Antes era menos descarado y no se notaba tanto a mi parecer, pero últimamente la tensión sexual entre nosotros se corta con un cuchillo. Y cada día tengo más ganas de comerle la boca y lo que no es la boca...

Por dios, estoy mas salida que el pico de una mesa.

Me termino de echar crema por casi todo el cuerpo ,porque no me quiero poner roja como un camarón, y cierro los ojos mientras noto como el sol me calienta la piel. Hay música ambiente que se escucha por los altavoces y empiezo a pensar en mis cosas y organizar mi cabeza por un segundo.

EVITERNO ; pablo gavi.Where stories live. Discover now