Capítulo trece

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MARFIL MARTÍNEZ


Echo mi cabeza para atrás conteniendo las
millones de lágrimas que quieren salir. Aurora y mi hermana están igual que yo, ya que este último penalti es el que decide si pasamos a cuartos de final.

El partido contra Marruecos ha estado empatado durante los noventa minutos y la prórroga y ahora nos estamos jugando todo a penaltis. No me puedo imaginar la presión que tienen los chicos encima, porque este es un momento decisivo.

Sarabia, Soler y Busi no han podido meter sus penaltis correspondientes, ya que hay que admitir que Bono es muy bueno.
Ahora mismo toda la presión está sobre Unai, ya que si lo para esta vez aún tenemos oportunidad de remontar.

Todos nuestros jugadores se abrazan en el campo esperando a que el marroquí se prepare para tirar a puerta. Unai se coloca y yo soy puro nervio mientras mi corazón late frenético.
Unai se tira para la izquierda pero el balón cruza lentamente por el medio. Cierro los ojos y aprieto mis labios acumulando la rabia del momento pero no lloro, no lo hago porque ellos no se merecen esto. Los chicos se abrazan entre sí mientras que los marroquís celebran su victoria. El estadio estalla, miles de aficionados marroquís celebran el pase a cuartos por todo lo alto. Si cuento todas las faltas que el árbitro les ha pasado me faltarían manos y aún así hemos perdido.

Sira y Aurora me abrazan mientras las tres no podemos contener más las lágrimas y echamos a llorar. Que injusta puede ser la vida a veces, porque nos merecíamos pasar. Ellos se lo merecían con todas sus fuerzas por lo mucho que han trabajado por esto.

Nuestros jugadores están hechos polvo en medio del campo, unos intentan consolar a otros mientras se abrazan con fuerza. Veo a Pedri y Laporte tirados en el suelo llorando y se me parte el corazón. Mi padre y el staff los intentan animar a todos pero es en vano.

Me seco las lágrimas e intento levantar cabeza ya que ellos necesitan que los animemos.

—Deberíamos bajar ya, que necesitan ánimos —les digo a las chicas mientras nos abrazamos.

—Sí, vamos que sino no vamos a dar bajado—dice Aurora mientras coge su bolso.

Damos desalojado las gradas en menos de cinco minutos para bajar a los vestuarios, donde los jugadores y el staff están entrando con lágrimas en los ojos.

De primeros vienen Morata y Laporte hablando, sus caras son de completa decepción y los abrazo fuerte cuando llegan a mi lado. Les doy todo mi apoyo mientras ellos lloran en mis hombros y a mi se me parte un poco más el corazón porque sé que lo están pasando realmente mal.

—Sois muy fuertes chicos, no os machaquéis tanto—les intento animar, aunque es en vano.

El resto de jugadores va pasando al vestuario y yo abrazo a todos y los intento animar. Veo a Pedri muy cabizbajo y cuando se me acerca esta temblando, lo abrazo con fuerza y el llora
en mi hombro mientras le acaricio la espalda.

—Lo has has hecho genial canario, y tienes que estar orgulloso porque habéis llegado hasta aquí cuando muchas otras han caído antes—lo intento animar. —Sois una Selección de locos y os tenéis que quedar con las cosas buenas de esto, no os quiero ver derrumbados porque no lo merecéis.

Se desahoga poco a poco en mi hombro hasta separarse de mi con lágrimas en los ojos.

—Gracias por los ánimos enana, vete a animar a Gavi anda, que te necesita mas que yo.—dice señalándome con la cabeza al banco dónde está Pablo sentado.

Tiene la cara apoyada en sus manos mientras mira hacia el suelo llorando. Me acerco a él y me pongo de rodillas entre sus piernas para que me mire. Él levanta la cabeza para mirarme y puedo ver sus ojos llorosos mientras las lágrimas caen por sus mejillas. Me duele tanto verlo así.

EVITERNO ; pablo gavi.Where stories live. Discover now