EVITERNO ; pablo gavi.

Capitulo veinte

MARFIL MARTÍNEZ

—¡Madre mia que guapa estás!—me abraza mi tía Carmen en cuanto le voy a abrir la puerta. —¿Llegamos muy tarde? Es que entre que había un tráfico de la leche y que tus primos tardaron la pila en vestirse pues no pudimos llegar antes.

—Sois los que faltabais, pero llegáis a tiempo de sobra—le digo yo con una sonrisa mientras mi tío Fran me viene a saludar.

—¿Que tal bichito? Te he traído una botella de ese vino blanco que nos gusta—me guiña un ojo haciéndome reír.

Por este tipo de cosas adoro a este hombre.

—Por no perder viejas costumbres, si señor—le respondo yo mientras veo como mis primos pequeños vienen corriendo a abrazarme.

Mi tía Carmen es la hermana de mi madre, y ella y mi tío Fran tienen a dos terremotos como hijos, Hugo y Diego que tienen 8 y 13 años.  Por otra parte está el hermano de mi padre, mi tío César, con su mujer Martina y mis dos primas, Blanca y Claudia, que tienen 23 y 17 años. También hoy están mis abuelos, por parte de mi padre mi abuelo Vicente y mi abuela Araceli, y por parte de madre mi abuela Susana. En total hoy a la mesa somos diecisieis personas.

Después de los saludos entre los nuevos que han llegado, estamos ya todos por lo que nos sentamos a la mesa donde está puesto el embutido ya desde hace un rato.

—¡Vaya entrada le estáis dando al jamón!—le digo a mi hermano y a mi abuela Susi de coña, mientras me siento entre Sira y mi prima Blanca.

—Está ahí para comerlo cariño, después queda ahí y no puede ser—me dice mi abuela sonriendo mientras bebe de su copa de vino.

Enserio que mi yaya Susi es la mejor abuela que os podéis imaginar. Nos llevamos súper bien desde siempre y me ha apoyado en todo, es un apoyo incondicional para mi.

—Tú cállate burra, que bien que le estás dando al salmón ahumado de buena manera que ni lo he podido probar—se queja mi hermano haciendo reír a todos.

—Hay que ser más rápido maquina—me burlo yo mientras bebo de mi copa.

Ya llevo tres copas de vino, menos mal que con la comilona que llevo aún no me está subiendo nada el alcohol, pero espérate a empezar con los cubatas y el karaoke...

—¿Que tal la uni Mar?—pregunta mi tía Tina al otro lado de la mesa. — Ya nos ha comentado tu padre que vas muy bien.

—Me saqué ya tres asignaturas ahora en diciembre así que solo tengo que ir con dos a enero, así que todo muy bien la verdad. Claramente es una carrera difícil pero me gusta mucho, así que no pongo queja.—respondo yo con una sonrisa.

—Lo estás haciendo muy bien cariño, no hay queja ninguna.—dice mi madre guiñándome un ojo.

Los adultos empiezan a hablar de sus cosas mientras empezamos a cenar los pimientos rellenos que ha hecho mi abuela Araceli. Luego tenemos carne asada con patatas, menos mal que no he comido demasiado embutido porque si no es que no doy comido todo.
Mis primas y nosotros nos ponemos al día porque hacia bastante que no nos veíamos mientras mis primos pequeños están atentos a lo que hablamos.

—Y tú que...¿no tienes nada que contar?—dice Blanca sonriendo con segundas mientras me mira.

Ya sé por donde van los tiros...

Mis hermanos me miran mientras intentan contenerse la risa ya que ellos sí que saben los nuevos avances con Pablo.

—Queréis saberlo todo, cotillas que sois cotillas—me río yo.